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125 - D Cohen - Abril 2021

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Neurobiología del apego en el trastorno límite de la personalidad. Parte 1

Psicofarmacología

Psicofarmacología 21:125, Mayo de 2021 1) Apego seguro: el niño busca proximidad hacia la madre cuando esta reingresa. Aunque haya sentido estrés durante la separación, retorna al juego y a la exploración rápidamente, y demuestra regulación afectiva frente a experiencias de separación. 2) Ansioso evitativo: el niño parece menos ansioso durante la separación y tiende a ignorar a la madre cuando retorna. No muestran preferencia hacia la madre respecto del extraño. 3) Ansioso resistente o ambivalente: exploración y juego limitado, perturbaciones frente a la separación. Manifiestan una conducta de aferramiento frente al regreso de la madre, enojo y tensión. Presentan lentitud para recobrar la calma. 4) Desorganizado/desorientado: el niño no tiene una estrategia específica ante el estrés de separación. Muestra agitación motora o inmovilización y deseo de escapar de la situación aun en presencia parental. Esta última categoría fue agregada por las investigaciones de Main et al. (19) (Tabla 2). Resulta muy importante mencionar que, en el apego desorganizado, la figura parental es, al mismo tiempo, fuente de temor y de seguridad (en especial como factor de riesgo para el desarrollo de TLP). Esta modalidad de relación contribuye a crear una situación paradojal de fuerte impacto emocional. Implica la intención de alejarse del cuidador por temor o estrés y, paradójicamente, necesitarlo como fuente de seguridad. El principal mecanismo impulsor de la estrategia desorganizada es la incapacidad del cuidador de regular la activación de la ansiedad y la desorganización antes de que el temor al cuidador como tal (13). El apego desorganizado y la dificultad para establecer procesos de intersubjetividad y madurez psíquica De acuerdo con la idea de que las formas particulares de comportamiento del cuidador son factores etiológicos significativos para la desorganización de la mente infantil, ciertos estudios han indicado que el 83 % de los bebés maltratados o descuidados muestran un comportamiento de apego desorganizado hacia la madre (20). En las investigaciones de Lyons (13), se encontraron cinco aspectos generales de la interrupción del apego en la forma desorganizada de la comunicación emocional con el infante: Figura 2 Efectos del trauma de apego en la formación del self infantil. EDITORIAL SCIENS // 7

Dr. Diego Cohen 1) respuestas de alejamiento físico y emocional parental, 2) respuestas negativas-intrusivas, 3) confusión en las funciones, 4) respuestas desorientadas, y 5) un conjunto de respuestas que denominaron errores de comunicación afectiva, que incluyen a una madre que señala situaciones y comunicaciones conflictivas y contradictorias hacia el niño, y fallas para clarificar señales conflictivas emitidas por el infante. En el primer subgrupo de madres, denominadas por Lyons indefensas-temerosas, la conducta de apego fue particularmente difícil de identificar. Estas madres exhibían conductas de aprensión, vacilación o evitación ante el apego infantil (22, 23). Las madres de este grupo parecían, en general, más temerosas e inhibidas. Resultaba muy poco probable que fueran abiertamente hostiles o intrusivas y, por lo general, intentaban mostrarle al niño conductas de contacto. Sin embargo, a menudo, tampoco tomaban la iniciativa para saludar o acercarse al bebé y, con frecuencia, dudaban, se alejaban o evitaban las solicitudes de contacto cercano del niño. Los hijos de madres indefensas y temerosas intentaban, de todas maneras, mantener el contacto con sus madres inseguras. Todos los niños de estas madres expresaron angustia, se acercaron a sus madres y trataron de alcanzar algún contacto físico con ellas, a la par que expresaban comportamientos desorganizados, miedo, impotencia o depresión. El segundo subgrupo de madres de niños desorganizados mostró tasas significativamente más altas de conductas autorreferenciales y negativas-intrusivas. Lyons (22) denominó este perfil parental como hostil autorreferencial con respecto al apego. Las conductas negativas, intrusivas y autorreferenciales estaban fuertemente correlacionadas, por lo que estas madres evidenciaban un patrón contradictorio de comportamientos de rechazo y de búsqueda de la atención de sus hijos, lo que contribuía a la desorganización del vínculo. Los hijos de estas madres mostraban tanto comportamientos conflictivos desorganizados como altas tasas de evitación y resistencia, como alejarse de la madre, angustia continua o conductas que evidenciaban enojo hacia ella. Lyons et al. (13, 21, 22) consideran que estas estrategias representan procesos no conscientes, procedurales e implícitos desarrollados durante la infancia, anteriores a procesos de mentalización conscientes, explícitos y generadores de representaciones simbólicas. Estas combinaciones poco coherentes de comportamientos maternos, a su vez, despiertan respuestas contradictorias y confusas en el infante en forma de patrones desorganizados hacia los padres. A modo de introducción, podríamos considerar estas manifestaciones en el futuro paciente límite transmutadas en graves dificultades en las relaciones interpersonales, oscilaciones entre el acercamiento emocional y el alejamiento, ruptura frecuente de relaciones, y conductas impulsivas como intentos fallidos de regular vínculos caóticos. Figura 3 Desarrollo y apego seguro (2). 8 // EDITORIAL SCIENS

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