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25 - D Fadel, HA Serra - Abril 2004

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Farmacología del aripiprazol, un antipsicótico agonista parcial de la neurotransmisión dopaminérgica-serotonérgica

25 - D Fadel, HA Serra - Abril

Farmacología del aripiprazol, un antipsicótico agonista parcial de la neurotransmisión dopaminérgica-serotonérgica Pharmacology of aripiprazole, a partial antipsychotic agonist of dopaminergic-serotonergic neurotransmission Resumen Desde una disección neuroquímica, se ha verificado que la sintomatología positiva en la esquizofrenia se acompaña de una hiperdopaminergia estriatal y la sintomatología negativa coexiste con una hipodopaminergia frontal. A partir del año 1952 se cuenta con los antipsicóticos típicos o neurolépticos (por ejemplo, la clorpromazina, el haloperidol), importantes antagonistas de los receptores D 2 , serotonérgicos, muscarínicos, α 1 adrenérgicos y H 1 histaminérgicos. Si bien estos fármacos fueron muy efectivos en la resolución de los síntomas positivos de la esquizofrenia, en el largo plazo generaban serios efectos adversos extrapiramidales (SEP), autonómicos y endócrino-metabólicos. La aparición de la clozapina (considerado el prototipo de los antipsicóticos atípicos) mejoró el target farmacológico-terapéutico, dado que con su utilización así como con la administración de los agentes atípicos que se desarrollaron luego (por ejemplo, la risperidona, la olanzapina, la quetiapina, la ziprasidona), se avanzó sobre el tratamiento del aspecto más deteriorante de la esquizofrenia: los síntomas negativos. En noviembre de 2002, la FDA aprobó el uso del aripiprazol para el tratamiento de esta enfermedad y se inició con ello, una nueva etapa. A su vez, su perfil farmacológico inauguró un nuevo grupo antipsicótico: los agonistas parciales dopaminérgicos-serotonérgicos capaces de estabilizar ambas neurotransmisiones centrales. Esto le otorga acciones antipsicóticas y antirrecurrenciales diferentes sin afectar el tono dopaminérgico mínimo basal. Por ello, en dosis terapéuticas no induce síntomas extrapiramidales. A su vez, la falta de efectos adversos no neurológicos (escasa modificación del peso corporal, escasa modificación del período QTc, mantenimiento de los niveles plasmáticos fisiológicos de prolactina y ausencia de efectos antimuscarínicos y bloqueo α adrenérgico entre otros) coloca al aripiprazol en óptimas condiciones para el tratamiento a largo plazo del trastorno esquizofrénico, dado que los estudios realizados sobre eficacia y seguridad lo habilitan para ello. Palabras claves Aripiprazol, neurolépticos, antipsicóticos atípicos, agonistas parciales, esquizofrenia. Abstract Numerous neurochemical studies demonstrated that positive symptoms of schizophrenia are accompanied by an increase of striatal hyperdopaminergia and that negative symptoms coexist with frontal hypodopaminergia. Since 1952 typical antipsychotics as neuroleptics (eg., clorpromazine, haloperidol), important D 2 receptor antagonists, serotonergic, muscarinic, α 1 adrenergic and H 1 histaminergic antagonists became available. Although these drugs were very effective in treating positive symptoms of schizophrenia, they generated serious long-term adverse effects such as extrapyramidal symptoms (EPS), autonomic and endocrine-metabolic symptoms. The appearance of clozapine (considered the prototype of atypical antipsychotics) improved the pharmacologicaltherapeutic target, because its use as well as the administration of atypical agents developed later (eg., risperidone, olanzapine, quetiapine, ziprasidone), allowed to treat the most deteriorating aspect of schizophrenia: the negative symptoms. In November 2002, the FDA approved the use of aripiprazole for the treatment of this illness and initiated a new age. The pharmacological profile of the drug characterizes a new group of antipsychotics: the partial dopaminergic-serotonergic agonists which are able to stabilize both central neurotransmissions. This characteristic gives different antipsychotic and antirrecurrential activities without affecting the baseline dopamine level. That is why in therapeutical dosis, aripiprazole does not induce EPS. In addition, the absence of non neurologic adverse effects (low alteration of body weight, low alteration of QTc period, maintenance of physiological plasma levels of prolactin and the absence of antimuscarinic effects and adrenergic blockage among others) places aripiprazole in optimal position for the long-term treatment of schizophrenia disorder, as shown by efficacy and safety studies. Key words Aripiprazole, neuroleptics, atypical antipsychotics, partial agonists, schizophrenia. Dr. Daniel Fadel Médico Psiquiatra. Jefe de Trabajos Prácticos y Miembro del Grupo de Dolor y Psiconeurofarmacología, 1° Cátedra de Farmacología, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires. E-mail: dafadel@infovia.com.ar Dr. Héctor Alejandro Serra Médico Farmacólogo. Jefe de Trabajos Prácticos y Miembro del Grupo de Psiconeurofarmacología, 1° Cátedra de Farmacología, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires. Puede consultar otros artículos publicados por los autores en la revista psicofarmacología en www.sciens.com.ar

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