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67 - ML González - Abril 2011

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Análisis de los tratamientos realizados en una muestra de sujetos en situación de incapacidad laboral por causa psiquiátrica en una población española

Dra. María Lilia

Dra. María Lilia González, Dr. Lluis Borras Roca, Prof. Dr. Manuel García de León Álvarez cusión, y discrepa de algunos otros que ponen en primer lugar los trastornos de adaptación o los trastornos de ansiedad. Las discrepancias pueden leerse como cuestiones terminológicas, ya que en trabajos anteriores a la universalización de los criterios diagnósticos del DSM-III y DSM- IV, la terminología era muy imprecisa. En lo que si existe una coincidencia es en el aumento de la proporción de trastornos de adaptación que reflejaría la importancia de lo que en la literatura también se denomina como el distrés laboral que cuando no es afrontado adecuadamente puede terminar induciendo una situación de baja. aunque la tendencia que parece marcarse es que estos últimos serán los más empleados en el futuro. La secuencia de elección del primer fármaco antidepresivo como tratamiento principal de los trastornos depresivos en estos pacientes, se ajusta en gran medida a las recomendaciones de las guías prácticas para el tratamiento antidepresivo (15, 16, 17, 18, 19 y 20) y las dosis de los fármacos aunque no han quedado reflejadas en el presente estudio eran en general adecuadas. GRÁFICO 3 Tratamientos psiquiátricos La mayor parte de los casos estaban sometidos a politerapia, y se pueden registrar hasta tres familias de fármacos en el tratamiento del paciente, estableciéndose el orden de registro según quede reflejado como tratamiento principal y tratamientos secundarios. GRÁFICO 2 Frecuencia absoluta del segundo fármaco prescrito a los sujetos de la muestra estudiada: 0 ausencia, 1 ansiolíticos, 2 antidepresivos, 3 antipsicóticos, 4 estabilizadores del humor, 5 antiepilépticos, 6 hipnóticos y 8 otros. Frecuencia absoluta del primer fármaco prescrito a los sujetos de la muestra estudiada: 0 ausencia, 1 ansiolíticos, 2 antidepresivos, 3 antipsicóticos, 4 estabilizadores del humor, 5 antiepilépticos y 7 psicoterapia. Sólo un 1.7% de los casos no recibían ningún tratamiento psicofarmacológico y el tratamiento principal más frecuente era el de los antidepresivos, fundamentalmente IRSS en el 35.9 % de los casos, seguidos de antidepresivos duales IRNS en el 29.8%, ansiolíticos en 13.2 %, antipsicóticos atípicos en 9.9%, estabilizadores del humor en 3.4%, antidepresivos tricíclicos en el 3.4% y antiepilépticos en el 1.6%. Un dato muy llamativo es que sólo el 2.8% de los casos había estado tratado con psicoterapia como primera opción. Resulta lógico el predominio de los fármacos antidepresivos como primer tratamiento o tratamiento principal ya que según vimos en los resultados anteriormente expuestos, los trastornos del estado de ánimo representan el 44.2% de los casos, y por otra parte los antidepresivos ISRS, IRNS, son usados muchas veces como fármaco de elección en los trastornos de ansiedad. Resulta llamativo el abandono casi total de los antidepresivos tricíclicos 3.4%, y el predominio del tratamiento con ISRS, 35.9% sobre IRNS 29.8%, En el 81.1% de los casos se asociaba un segundo fármaco al tratamiento, figurando como principales fármacos asociados los ansiolíticos en un 43.6% de los casos, seguidos de los antidepresivos duales en el 12.7%, estabilizadores del humor 6.6% y los hipnóticos con 1.1%. En un 44.4% de los casos se asociaba un tercer principio activo al tratamiento, figurando en primer lugar los ansiolíticos en 16.6%, seguidos de los estabilizadores del humor 2.8%, antiepilépticos 2.2%, hipnóticos 1.7% y psicoterapia 0.6% de los casos. GRÁFICO 4 Frecuencia absoluta del tercer fármaco prescrito a los sujetos de la muestra estudiada: 0 ausencia, 1 ansiolíticos, 2 antidepresivos, 3 antipsicóticos, 4 estabilizadores del humor, 5 antiepilépticos, 6 hipnóticos, 7 psicoterapia y 8 otros. 24 // EDITORIAL SCIENS

Psicofarmacología 11:67, Abril 2011 En líneas generales podríamos señalar que la situación de los pacientes de la muestra estudiada, respecto a los tratamientos psicofarmacológicos, es muy buena comparativamente a lo descrito en la literatura internacional, ya que por la reglamentación aplicable a las bajas psiquiátricas, estas deben ser dictaminadas o refrendadas, y controladas obligatoriamente por el especialista de Psiquiatría. Por lo tanto, prácticamente la totalidad de los sujetos con incapacidad laboral habían consultado con un especialista en Psiquiatría, lo que contrasta con lo referido por otros autores (9), de que sólo el 26% de los pacientes con trastorno mental habían recibido atención especializada. Otros (13) encontraron que el 32% de los solicitantes de pensión por causa psiquiátrica no habían recibido tratamiento. También se afirma que el 22% de los pacientes con depresión eran tratados únicamente con benzodiacepinas (4). Otros (8) destacan que muchos de estos pacientes son tratados por neurólogos y médicos generales, y que los tratamientos son insuficientes e intermitentes. Otros investigadores previamente citados (10) refirieron que el 64% de los pacientes recibían tratamiento y sólo el 37% estaban adecuadamente medicados. Otros autores (11) describieron una situación mucho mejor en su país, fundamentalmente en cuanto a los tratamientos antidepresivos, su mejor dosificación, pruebas secuenciales de fármacos antidepresivos y además un elevado porcentaje de pacientes recibían psicoterapia, lo que se ajusta a las recomendaciones de las diferentes guías internacionales para el tratamiento de la depresión. Es muy llamativo el hecho de que sólo un 4% de los sujetos de la muestra recibía tratamiento con psicoterapia, cifras menores a las referidas en otros artículos (4, 10 y 11). Las bajas cifras de tratamientos con psicoterapia se contrapone a la tendencia actual que es intentar mediante diversas técnicas de intervención médica, psicológica y de apoyo social prevenir o aliviar el estrés relacionado con el trabajo o sus consecuencias (14). Conclusiones 1. En la revisión bibliográfica se constata la enorme importancia de los trastornos psiquiátricos como causa de incapacidad laboral, que han aumentado tanto en incidencia como en prevalencia, y que se sitúan en el segundo lugar después de los trastornos traumatológicos y del aparato locomotor. 2. La proporción de incapacidades laborales de causa psiquiátrica es mayor en las mujeres que en los hombres en la muestra estudiada y además se incrementa con la edad. 3. Las incapacidades por causa psiquiátrica son más frecuentes en los pacientes con bajo nivel educacional y niveles profesionales más bajos, en una proporción mayor a la que les correspondería según su distribución en la población general, siendo estas diferencias más acusadas en mujeres. 4. Se registra en la muestra estudiada una elevada proporción de uno o dos antecedentes patológicos somáticos relevantes que podrían incrementar la vulnerabilidad del paciente e influir negativamente en su situación laboral. 5. Los trastornos del estado de ánimo son la causa más frecuente de incapacidad laboral en la muestra, seguidos de los trastornos de adaptación, en coincidencia con lo encontrado en la bibliografía consultada y refleja la importancia del llamado distrés laboral como causa inductora de los referidos trastornos. 6. El perfil del grupo de mayor riesgo de sufrir incapacidades laborales por causa psiquiátrica estaría caracterizado por los siguientes factores: edad media o avanzada de la vida laboral, predominio femenino, niveles educativos y profesionales más bajos, antecedentes patológicos somáticos importantes y antecedentes psiquiátricos personales. 7. Debido a las disposiciones legales sobre incapacidades laborales todos los sujetos de la muestra recibieron atención especializada por un especialista en Psiquiatría. 8. En la práctica, la totalidad de los casos recibieron tratamiento psicofarmacológico, habitualmente politerapia con hasta tres principios activos siendo el más común el tratamiento con antidepresivos IRSS, IRNS, seguido de ansiolíticos. 9. Ninguno de los pacientes había recibido tratamiento con terapia electroconvulsiva, o antidepresivos tipo IMAO, se observa una regresión en el empleo de los antidepresivos tricíclicos, que sólo fueron utilizados en una mínima proporción de casos. 10. Sólo un 4 % de los pacientes de la muestra fueron tratados con psicoterapia, lo que no coincide con los lineamientos actuales ya que en el ámbito internacional se preconiza cada vez y con mayor énfasis intervenciones psicológicas multidisciplinarias para disminuir la incidencia y duración de las bajas. 11. De acuerdo a los resultados expuestos sería recomendable un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, siguiendo las recomendaciones de las guías prácticas de tratamiento y prestando especial atención a los grupos de riesgo elevado para evitar la agravación y cronificación de los trastornos, y favorecer la reinserción laboral. EDITORIAL SCIENS // 25

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