Teoría de la mente: un paradigma para unir la brecha entre la neurona y la mente
LM Zieher //
LM Zieher // Neurociencia. De la neurona a la mente. toma como modelo digno de seguir y que introduce cambios sustanciales en conocimientos previos referidos a la misma disciplina. El término puede usarse también como patrón, frente al cual pueden realizarse comparaciones para acentuar la consolidación de disciplinas. En síntesis el concepto de paradigma en el sentido epistemológico, alude al conjunto de prácticas, conocimientos y teorías que conforman una disciplina dentro de un contexto histórico (https://es.wikipedia.org/wiki/Paradigma). El término teoría de la mente (ToM) fue introducido por los primatólogos Premack y Woodruff (Premack et al., 1978) quienes en sus investigaciones hacia finales de los setenta se preguntaron si el chimpancé podría tener una ‘’teoría de la mente’’, el término teoría, para estos autores no remite a la construcción de sistemas de hipótesis articuladas y complejas para explicar los estados mentales, sino a un paradigma que no puede explicarse en hechos directamente observables, el sistema puede ser utilizado para predecir la conducta de los otros y comprende estados mentales intencionales y proposicionales como pensamiento, creencia, duda, suposición, imitación. Concluyeron que los chimpancés estudiados, tenían formas rudimentarias de ToM que le permitía comprender formas simples de intencionalidad, resolución de problemas y elección de alternativas. El objetivo del presente trabajo es considerar un marco conceptual para la ToM, explicar su desarrollo evolutivo correlacionado con el funcionamiento cerebral y considerar un posible modelo mental emergente de la actividad de circuitos neuronales integrados. Esto permitiría tener en cuenta las propiedades de la ToM como expresión de endofenotipos complejos relativos a estados mentales esenciales para la socialización, el aprendizaje y la evolución de nuestra especie, ya que una de las finalidades de la ToM es crear estados mentales subjetivos (Fonagy et al., 2014) teniendo en cuenta que el procesamiento de la ToM determina estados epistémicos, es decir, información que puede ser transmitida entre generaciones. La ToM es la capacidad para comprender nuestros propios pensamientos y los de los demás en términos de estados mentales: creencias, pensamientos, sentimientos, fantasías, etc. El aspecto central de la ToM es poder comprender el estado mental de los otros, por lo tanto, implica la capacidad para reconocer que los demás tienen una mente distinta y separada de la nuestra, para lograrlo, empleamos la capacidad para poder “leer’’ qué sucede la mente del otro, por ejemplo, a través de la expresión facial, tono de voz y otras formas de comunicación no verbal. La ToM nos facilita predecir, comprender y manipular la conducta. No representa un concepto unívoco, ciertos autores la relacionan con otros conceptos similares: “mentalización”; ‘’lectura de la mente’’; ‘’consciencia plena’’; ’psicología del sentido común’’ y ‘’psicología popular’’ (Choi- Kain et al., 2008, Goldman et al., 2012) (Figura 1). La ToM parece estar organizada, en parte, mediante módulos de estructuras cognitivas innatas que se activan a medida que ocurre el desarrollo cognitivo y emocional en etapas preprogramadas. En síntesis, la ToM sería parte de nuestro acervo genético que se pone en marcha mediante la participación del entorno y de la cultura (Goldman, 2012). Los constructos mentales centrales de la ToM comprenden: deseos, creencias y el modo ‘’como si”, es decir, la capacidad para diferenciar reali- 92
D Cohen // Teoría de la mente: un paradigma para unir la brecha entre la neurona y la mente dad de fantasía que se observa especialmente en el juego de los niños al menos hasta los 6 años. Entre los 18 meses y los 24 meses de edad, se observa una habilidad especial para referirse y diferenciar las proposiciones ‘’querer’’; ‘’sentir’’; “’desear’’; ‘’necesitar’’ y las diferencias emocionales entre tristeza y alegría, saber y pensar y finalmente conocer la naturaleza como si de la realidad y el entorno expresado en términos de estados mentales con diversos contenidos emocionales/cognitivos. Finalmente, el desarrollo del lenguaje, la capacidad narrativa y la memoria autobiográfica junto con las memorias emocionales consolidan la capacidad de la ToM asociado al desarrollo de las funciones ejecutivas (Korkmas, 2011). Leslie (1994; 2004) concluye que existen cuatro propiedades centrales de ToM: 1) especificidad de dominio; 2) emplea un sistema representacional que describe actitudes Figura 1 Teoría de la mente y conceptos relacionados Modificado de Choi-Kain et al., 2008. EDITORIAL SCIENS 93
