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Dislipemias y aterogenesis

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Farmacologia cardiovascular. De la molécula al paciente

Capítulo 3 Inflamación

Capítulo 3 Inflamación y aterogénesis Ezequiel Zaidel Las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte en el mundo. Este fenómeno ocurre tanto en países desarrollados como en países de bajos recursos, y tanto en zonas urbanas como rurales. Es por ello que se hizo imperioso detectar los factores predisponentes. La aterosclerosis sistémica es uno de sus principales determinantes, por lo que la ciencia ha tratado de reconocer en las últimas décadas los mecanismos fisiopatológicos que la desencadenan. Una de las teorías aceptadas en la actualidad es la presencia de actividad inflamatoria tanto como génesis o como consecuencia de la aterosclerosis (Figura 1). Se revisarán aquí los mecanismos de la inflamación, el vínculo con la aterosclerosis, y las potenciales dianas terapéuticas. Inflamación y aterosclerosis La inflamación puede ser provocada por noxas agudas, como una infección bacteriana o un traumatismo, o por noxas crónicas, como las enfermedades autoinmunes, infecciones crónicas, la obesidad y el síndrome metabólico. Se describen a continuación los biomarcadores y las etiologías. Biomarcadores Provienen de diferentes células de los sistemas inmune y hematológico. - Monocitos/Macrófagos: proteasas, especies reactivas del oxígeno, óxido nítrico, factor de necrosis tumoral (TNF-a), interleuquina-1 (IL-1), factor transformante beta (TGF-b), factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF). - Células dendríticas: moléculas del antígeno de histocompatibilidad (HLA), antígeno CD40. - Mastocitos: histamina, leucotrienos, quimasa, triptasa, interleuquina-6 (IL-6), interferón gamma. - Plaquetas activadas: CD40 ligando, factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF), TGF-b. - Hepatocitos: fibrinógeno, proteína C reactiva. - Adipocitos: inhibidor del activador del plasminógeno (PAI-1), IL-1, IL-6, TNF-a, leptina. Paul Ridker, uno de los principales investigadores de la teoría inflamatoria relacionada con la aterosclerosis, evaluó en diversos ensayos clínicos el poder predictivo de cada uno de los biomarcadores. En una publicación en New England Journal of Medicine en el 2000, comparó a diversos marcadores: proteína C reactiva (PCR ultrasensible -PCRus), amiloide A sérico, molécula de adhesión soluble intracelular ICAM- 1, IL-6, colesterol total, LDL, HDL, Apo A1, Apo B100, lipoproteína A, el índice de EDITORIAL SCIENS 35

EM Ylarri // Farmacología cardiovascular. De la molécula al paciente. Dislipemias y aterogénesis Figura 1 Castelli, y la homocisteína. La mayoría de ellos demostraron una correlación con la aparición de eventos cardiovasculares, pero el de mayor poder predictivo fue la PCRus. Posteriormente se reconfirmó dicho poder predictivo en el estudio ARIC, del mismo autor, al comparar PCRus con otros biomarcadores como IL-6 y receptor soluble de TNF-a. Fisiopatología y etiologías de inflamación – aterogénesis Infección viral – bacteriana En estudios pequeños con histopatología e inmunoquímica se detectó la presencia de chlamydias en las placas coronarias, pero estos hallazgos no se validaron en cohortes grandes. Más adelante se planteará el efecto de los antibióticos para reducir el riesgo de eventos coronarios. Por otro lado, existe una clara correlación entre las infecciones respiratorias y la aparición de eventos cardiovasculares agudos, relacionados con una inflamación sistémica aguda, aumento del gasto cardiaco, del estrés de cizallamiento sobre la placa aterosclerótica (shear stress), hipoxemia con disfunción endotelial, y activación de elementos protrombóticos. El tratamiento de la gripe por el virus de la influenza como de la neumonía por streptococcus pneumoniae demostró reducir eventos cardiovasculares (ver sección tratamientos). Autoinmunidad Los pacientes con enfermedades autoinmunes presentan un estado inflamatorio sistémico, con el potencial desarrollo de placas ateroscleróticas y eventos cardiovasculares. La mayor evidencia proviene de estudios de pacientes con lupus eritematoso sistémico y artritis reumatoide (un ensayo clínico demostró una mayor tasa de aterosclerosis carotídea y difusa en dichos pacientes comparados con controles sin enfermedades autoinmunes). Por otro lado, en las vasculitis existe inflamación sistémi- 36

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