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Hipertensión Arterial

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Farmacología Cardiovascular. De la molécula al paciente. Hipertensión Arterial

L Cicco // Ejercicio e

L Cicco // Ejercicio e hipertensión arterial Este aumento en la capilarización genera un incremento del área de sección del lecho vascular con la disminución de la resistencia periférica y consiguiente mejoría en la HA, objetivo final de nuestro tratamiento. Cuando analizamos el efecto sobre la función endotelial, encontramos aquí un factor clave de la AF en su función de polipill natural. Cada día tenemos más información y conocimientos de las implicancias del normal funcionamiento endotelial y su rol fundamental en la fisiología vascular. Cabe recordar la disfunción endotelial que coexiste como causa y consecuencia en la HTA. Los efectos que en este sitio de acción muestra la AF, se llevan a cabo a través de múltiples mecanismos que iremos describiendo en lo sucesivo. El óxido nítrico (NO), sintetizado por las células endoteliales por acción de una enzima, la óxido nítrico sintetasa endotelial (eNOS), responsable de la síntesis del mismo a partir de la L arginina. El NO es un potente vasodilatador por su acción estimulante de la relajación de la célula muscular lisa del vaso. Esto lo logra a través del incremento en la actividad de la guanilato ciclasa y, por consiguiente, de la concentración de guanosín monofosfato cíclico. No menos importante es la función que el NO tiene como inhibidor de la adhesión plaquetaria, la proliferación de células musculares lisas y la expresión de moléculas de adhesión por la sabida alteración que en este aspecto muestra la HTA. La AF a través del estímulo mecánico que genera sobre el endotelio, también conocido como shear stress, estrés por roce o de cizallamiento es un mediador fundamental del aumento de la síntesis de NO, lo que permite la redistribución de flujo hacia grupos musculares involucrados y de esta manera coadyuvaría en la caída de las resistencias periféricas y el mejoramiento de la función endotelial (FE) y, por consiguiente, tendría un claro beneficio en el tratamiento de la HTA. Es importante también en la lucha por lograr un mejoramiento de la FE, el mantenimiento de la integridad endotelial y de su función a través de la movilización de las células progenitoras endoteliales, desde la médula ósea hacia el endotelio para su renovación ante zonas dañadas. La disfunción endotelial presente en la HTA es una condición que favorece la aterogénesis y esto conduce a alteraciones del tipo de flujo, donde su laminaridad se transforma en turbulento, situación que estimula a la proliferación celular y apoptosis de las mismas. Como mencionamos previamente a través de la síntesis del NO se logra la recuperación de la FE y también un efecto antiproliferativo, que sigue sumando beneficios contra los efectos perjudiciales de la HTA. También es a nivel periférico que encontramos un efecto beneficioso de la AF contra el estrés oxidativo. El envejecimiento tisular se acompaña de un aumento de las concentraciones fisiológicas a nivel intracelular de las especies reactivas de oxígeno (ERO) con la consiguiente capacidad de oxidar moléculas y formar compuestos muy tóxicos lo que comenzaría los mecanismos aterogénicos. La HTA se comporta funcionalmente como un modelo de arterias envejecidas con el respectivo aumento de ERO como mencionábamos previamente. El ejercicio físico regular demoraría la acumulación de ERO, pero también actuaría a través del aumento del NO mediada por eNOS, y de enzimas antioxidantes como la superóxido dismutasa y la glutatión peroxidasa. EDITORIAL SCIENS 41

EM Ylarri // Farmacología cardiovascular. De la molécula al paciente. Hipertensión arterial Si analizamos la biomecánica arterial podemos decir que la rigidez de la pared es una patente de envejecimiento y está íntimamente relacionado con múltiples condiciones patológicas. El estrés oxidativo y la inflamación son los principales agresores que causan el aumento de la rigidez de la pared vascular. Esto conlleva un cambio cuali y cuantitativo de los componentes de la pared como son la fragmentación de la elastina, el depósito de colágeno y proliferación de músculo liso, todo esto resultado final de la exposición continua a los radicales libres y citoquinas inflamatorias. Si sumamos, como mencionamos previamente, en la HTA la reducción de NO y la presencia de agentes vasoconstrictores como la angiotensina, endotelina, prostaglandinas, tendremos exacerbada la rigidez arterial. La misma hace que en cada latido nazca una onda de pulso emitida que viaja por el flujo sanguíneo y en forma mucho más rápido por la pared arterial. En las arterias enfermas envejecidas, es decir, más rígidas lo hacen a una velocidad muy aumentada respecto de lo normal. Esta onda por choque con los vasos de pequeño calibre de la circulación periférica, devuelven otra onda refleja y de dirección opuesta a la original. Esta onda refleja tiene tanta velocidad que genera un choque sumatorio de ondas a nivel central, que conduce a un incremento de la presión a este nivel efecto conocido como aumentación. Esta resulta en un efecto altamente perjudicial al momento de la descarga sistólica, ya que las cargas a vencer por el ventrículo izquierdo se ven aumentadas, así como también se perjudica la perfusión coronaria y se trasmiten presiones deletéreas a la perfusión del cerebro con el consiguiente daño del órgano y la evolución a la tan temida declinación cognitiva, flagelo creciente de los tiempos que corren. En un reciente metaanálisis, posiblemente influenciado por todos los mecanismos previamente enumerados, como el mejoramiento de la función endotelial, el aumento del NO, los efectos antiinflamatorios, etc., se mostró cómo los programas de ejercicio aeróbicos generaban una diferencia significativa en la reducción de la rigidez arterial, una disminución de la onda del pulso y el índice de aumentación con su consabido efecto beneficioso de la salud vascular. Por último, es de destacar el efecto que la AF genera sobre nuestros telómeros, extremos de nuestros cromosomas constituidos por regiones de ADN no codificante que presentan como principal función la protección del mismo durante la replicación, evitando así la pérdida de fragmentos génicos y que con las sumas de divisiones celulares se va acortando sucesivamente. El punto final del acortamiento lleva a lo que se conoce como estadio G 0 donde la célula ya no se reproduce y muere, pudiendo considerarse que la menor longitud del telómero marca un camino programado a la apoptosis. El acortamiento telomérico se condice con envejecimiento y enfermedad y aquí reaparece la AF en un nuevo sitio de acción. Se han hecho ensayos donde se demostró en atletas de resistencia el rol que la AF tuvo aumentando la actividad de la telomerasa y la expresión de proteínas de estabilización telomérica, todo lo cual se asoció con una reducción de la erosión de los mismos y una mayor protección contra la apoptosis celular vascular. Ya recorridos los efectos vasculares a nivel central y periférico, mencionaremos en este último tramo de nuestro recorrido, las acciones antihipertensivas más relevan- 42

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