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GB Acosta, J Manzanares Robles - Neurobiología del estrés temprano

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Neurobiología del estrés temprano. Respuestas del estrés durante la programación de la vida temprana.

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GB Acosta, J Manzanares Robles // Neurobiología del estrés temprano. Respuesta del estrés durante la programación de la vida temprana. Efectos del ejercicio en el embarazo Efectos maternos Durante el embarazo hay un aumento en el uso de insulina y una reducción en la producción de las células β pancreáticas, debido a un mayor riesgo de desarrollar diabetes mellitus gestacional (DMG) (31). Las mujeres con diabetes gestacional tienen el doble de probabilidades de desarrollar infecciones del tracto urinario, lo que puede explicarse por el aumento de glucosa en la orina y también por un mayor riesgo de preeclampsia, desprendimiento de placenta y parto prematuro. A largo plazo, las mujeres con DMG tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y obesidad (32). Varios estudios demuestran el efecto del ejercicio físico durante el embarazo, reduciendo la incidencia de DMG (24, 33), tanto en mujeres sanas como con sobrepeso y obesas (34-36), además de promover un mayor control glucémico en mujeres embarazadas con diabetes tipo 2 (37). Garnaes y colaboradores (34) demuestran que las mujeres embarazadas con índice de masa corporal (IMC) ≥ 28, que iniciaron ejercicios aeróbicos y de fuerza supervisados en el primer trimestre por un total de 180 minutos a la semana, presentaron una reducción del 75 % al final del embarazo en el caso de DMG. Estos efectos pueden explicarse por la acción ya conocida del ejercicio físico, que promueve la mejora de la sensibilidad a la insulina y la tolerancia a la glucosa mediante la preservación de las células β y estimula la captación de glucosa al aumentar los transportadores de glucosa sensibles a la insulina (38-40). Según Ruchat (41) las intensidades mínimas de ejercicio aeróbico (caminar) para prevenir la diabetes gestacional son: en mujeres con bajo riesgo de desarrollar diabetes, al menos 25 minutos de intensidad baja a alta para cambios en la captación de diabetes glucosa; y para las mujeres con mayor riesgo, al menos 25 minutos a alta intensidad o 35 a 40 minutos a baja intensidad. El ejercicio debe ir acompañado de una dieta equilibrada para intensificar los efectos beneficiosos. Los trastornos hipertensivos en el embarazo están relacionados con varias complicaciones como desprendimiento de placenta, insuficiencia hepática y parto prematuro, y son la principal causa de mortalidad materna en todo el mundo, lo que contribuye al aumento de la mortalidad y morbilidad perinatal (42). La preeclampsia se caracteriza por la aparición de hipertensión y proteinuria en el período gestacional, generalmente se descubre después de la semana 20 del embarazo cuando la mujer describe síntomas como dolor de cabeza, dolor abdominal y visión borrosa. Un meta análisis que evaluó el efecto del ejercicio en mujeres embarazadas sanas, la práctica de ejercicio aeróbico durante 30 a 60 minutos, de 2 a 7 veces por semana, desde el primer trimestre ha reducido los trastornos relacionados con la hipertensión gestacional y la incidencia de hipertensión gestacional (43). En las embarazadas obesas, la práctica de ejercicio aeróbico desde el primer trimestre hasta el final del embarazo provocó una reducción de la presión sistólica, evaluada entre las semanas 34 y 37 (34). En consecuencia, las mujeres embarazadas que informaron actividad física intensa en el período de un año antes del embarazo demostraron un 78 % menos de riesgo de 46

preeclampsia, en comparación con las mujeres embarazadas que informaron poco o mínimo esfuerzo en el mismo período. En comparación con las embarazadas inactivas, las que mantuvieron una práctica de ejercicio físico ligero o moderado en las primeras veinte semanas de embarazo redujeron el riesgo de preeclampsia en un 24 % (44, 45). El efecto positivo en el control de la hipertensión gestacional aún no está claro, pero puede estar relacionado con la reducción de la inflamación, el estrés oxidativo y la disfunción endotelial, así como con la mejora del perfil lipídico y la vascularización placentaria (46). Finalmente, entre otros efectos beneficiosos del ejercicio durante el embarazo para las mujeres, hay una mejor tolerancia al dolor lumbar y pélvico, con menor intensidad del dolor y una mejoría en la capacidad funcional (47-49), mejora en la calidad del sueño (50), prevención y tratamiento de la incontinencia urinaria con ejercicios específicos para fortalecer el músculo pélvico (51), mejora la imagen corporal y disminuye el riesgo de depresión (52). Efectos en la descendencia La Figura 1 proporciona un resumen de los beneficios del ejercicio aeróbico en la progenie, que se explorarán en los siguientes subtemas. Sistema nervioso central Existe un creciente cuerpo de evidencia que demuestra los efectos beneficiosos del ejercicio regular sobre el sistema nervioso central (SNC). En esta línea, los estudios han demostrado que el ejercicio físico es un enfoque terapéutico eficaz independientemente de la condición fisiológica del individuo, protegiendo contra el deterioro cognitivo y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, preservando la salud y las funciones cognitivas (53-56). Tanto los estudios en humanos como en animales ya han demostrado que el ejercicio mejora la memoria y el aprendizaje (53-56). Además, un meta análisis que incluye 16 estudios ha demostrado que las personas que realizan ejercicios físicos tienen un 28 % menos de probabilidades de desarrollar demencia por cualquier causa y un 45 % menos de riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, demostrando que el ejercicio físico, además de promover mejoras funcionales en el cerebro, también es capaz de proteger contra el deterioro cognitivo y el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles a lo largo de la vida (57). El hipocampo es una región del cerebro vinculada al aprendizaje espacial y la memoria (53-55). Numerosos estudios científicos se centran en esta estructura cerebral y han demostrado que el ejercicio físico es capaz de mejorar la plasticidad neuronal, además de incrementar la neurogénesis en la circunvolución dentada, una región específica del hipocampo, lo que explica en parte los efectos del ejercicio físico sobre la memoria, aprendizaje y prevención del deterioro cognitivo (53-55, 58, 59). Entre los varios efectos beneficiosos encontrados en el cerebro se halla el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), una neurotrofina cuya concentración sanguínea y cerebral aumenta en respuesta al ejercicio (56, 60, 61). Por ejemplo, los estudios muestran que niveles más altos de BDNF se asocian con una mejor memoria espacial, episódica y verbal, mientras que una disminución 47

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