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Poblaciones especiales

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Poblaciones especiales - Sustancias

Intervención Capítulo

Intervención Capítulo 5 Débora Serebrisky ¿Qué hacer ante un adolescente consumidor de sustancias? Es difícil encontrar el término medio, no convertir la situación en una tragedia, pero tampoco minimizar el consumo (aunque no se trate de una adicción). Los padres deben saber que ante estas situaciones no están solos, existen profesionales especializados en la orientación a la familia. Si los padres sospechan que su hijo, o cualquier otro familiar, padece un trastorno por sustancias, lo más urgente es conseguir un diagnóstico profesional y un tratamiento efectivo para cada situación. Es mejor realizar una consulta con un experto en adicciones, apenas se pone en evidencia el consumo de sustancias, y no esperar hasta el desarrollo de un cuadro peor. El experto podrá realizar un correcto diagnóstico de la situación y recomendar el abordaje más adecuado. La consulta a los profesionales debe ser una primera toma de contacto y de búsqueda de información y orientación. Los profesionales serán quienes determinen el abordaje más apropiado; la duración, tipo de programa y número de sesiones que tendrá el tratamiento. Los niños y los adolescentes que tienen trastornos mentales sin tratar (como el trastorno de déficit de atención con hiperactividad, trastornos de la conducta o ansiedad) o que han sufrido de abuso físico o sexual, corren un riesgo más elevado de consumir marihuana y otras drogas, y de comenzar a una edad más temprana. Para algunos jóvenes, el consumo de drogas comienza como un medio para hacer frente a la ansiedad, la ira, la depresión o el aburrimiento, entre otros. Sin embargo, el consumo de drogas es solo una manera de evadir los problemas y los retos de crecer. Por eso, la consulta con un especialista es tan importante. Mi hijo no quiere hacer tratamiento La resistencia al tratamiento suele presentarse frecuentemente, tanto por la minimización del problema como por las propias características de la adolescencia. No son recomendables las posturas sobreprotectoras y de sometimiento ante el hijo consumidor, pensando que así se conseguirá la aceptación del problema y del tratamiento. Siempre es importante el manejo de las normas y los límites en la familia (especialmente ejercer un gran control sobre el dinero). Es importante que el adolescente perciba de una manera clara y determinante que sería más conveniente para él, que tendría más ventajas, empezar un tratamiento que continuar negándose al mismo, por las EDITORIAL SCIENS 37

D Serebrisky // Trastornos por sustancias - Poblaciones especiales repercusiones en la pérdida de sus prerrogativas. Muy frecuentemente escuchamos la afirmación “para que el tratamiento sea exitoso el paciente tiene que querer hacer tratamiento”, “si no es voluntario, no sirve”, “no podemos hacer nada, él/ella no quieren tratarse”. Pero estas afirmaciones no son del todo correctas. Aunque es verdad que la motivación intrínseca es muy importante, esto es algo que se puede lograr a lo largo del tratamiento, gracias a la orientación de los profesionales. La familia del adolescente (como la de cualquier persona con adicción) puede hacer muchas cosas para ayudar a que su hijo tome conciencia de su problemática y quiera hacer un tratamiento. Ayudar a generar voluntad en una persona con cualquier problema relacionado con sustancias de abuso, es un arte complejo, que puede incluir elementos que van desde las intervenciones familiares hasta las intervenciones farmacológicas para la persona adicta. Los grupos de Al-anon o Nar-anon, para familiares de personas con adicción, pueden ser de gran utilidad para orientar a las familias acerca de cómo modificar determinadas conductas que ayuden a que su hijo empiece un tratamiento. Lo primero que le pueden aconsejar a la familia de un adolescente con problemas relacionados con sustancias es dejar de “encubrirlo”. Los miembros de la familia frecuentemente inventan excusas ante otras personas o tratan de protegerlo de las consecuencias de su consumo. Es importante dejar de encubrirlo para que pueda experimentar en su totalidad las consecuencias de este consumo. Si una persona se intoxica, pierde el conocimiento y termina tirada en el piso y vomitada, pero la familia lo levanta, lo lava, le cambia la ropa y lo acuesta en su cama limpia, al día siguiente esta persona se despierta como si nada hubiera pasado. Como los procesos de intoxicación suelen acompañarse de amnesia posterior, es esperable que esta persona realmente no recuerde lo sucedido y no encuentre “evidencia” de los hechos ya que su familia se ocupó de “borrarla”. Aunque parezca cruel, es mejor para el paciente que la familia no haga nada en estas situaciones permitiendo que él pueda comprobar por sí mismo las consecuencias de su consumo. Una vez que se logra que el adolescente concurra a una consulta, la entrevista motivacional resulta una herramienta central para el abordaje de las adicciones. Tratamiento Los adolescentes con problemas de abuso y adicción a las drogas tienen necesidades de tratamiento particulares. La participación de la familia es un componente fundamental para las intervenciones dirigidas a los jóvenes, ya que los pacientes suelen vivir al menos con uno de los padres, están sujetos a sus reglas y supervisión, y generalmente dependen económicamente de sus padres. Los tratamientos deben abordar los siguientes factores: 1. Actitudes del adolescente que son favorables al uso de drogas. 2. Características de la familia: mala disciplina, conflictos familiares, abuso de drogas de los padres. 3. Actitudes de los compañeros favora- 38

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