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Psico 112

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Psicofarmacología 112 - Enero 2019 Revista Latinoamericana de Psicofarmacología y Neurociencia

Prof. Dr. Luis Allegro

Prof. Dr. Luis Allegro Presidente de Honor de la Sociedad de Ética en Medicina, AMA. Miembro del Consejo Académico de Ética en Medicina, Academia Nacional de Medicina. Ex Profesor Titular de Psicopatología y Psiquiatría, Universidad de Rosario. Full Member of the International Psychoanalytic Association. Sección de ética Ética de la investigación médica El dilema J. Ferrater Mora en su Diccionario de Filosofía dice que: “dilema es el nombre que recibe un antiguo argumento presentado en forma de silogismo con “dos filos” o “dos cuernos” y llamado también por ello syllogismus cornutus”. Todos los dilemas de la lógica tradicional llegan a la conclusión con una proposición disyuntiva que posee dos miembros (dos cuernos) igualmente afirmativos. De un modo muy general se llama “dilema” a la oposición de dos tesis cuyo contenido determina que si una es verdadera, la otra debe ser falsa, y viceversa. Esta condición de “viceversa” es la que complica la situación, porque plantea la posibilidad de reversión en forma indistinta. El dilema ético en medicina Los avances de la medicina vienen planteando situaciones que constituyen cada vez con mayor frecuencia, verdaderos dilemas éticos. Por ejemplo, el estatuto ético del embrión humano en la procreación humana asistida, la eutanasia, la eugenesia, etc. Esto obliga a que el profesional esté cada vez más preparado revisando sus propios valores éticos “armándose” internamente con esquemas conceptuales que le permitan resolver dichos dilemas. El análisis ético La forma de abordar el problema es efectuar un análisis (o chequeo) ético del dilema, para analizar “los dos cuernos” del dilema y esclarecer cual de ellos es el válido y, en consecuencia, determinar que conducta adoptar. Un enfoque es aplicar el criterio de “lo bueno”. En otra nota publiqué sobre qué es el bien y qué es lo bueno, y que todo comportamiento tiene consecuencias buenas si apuntan hacia lo constructivo, o malas si por el contrario van hacia lo destructivo. Otra forma de abordar el análisis es recurrir a los principios de la ética: 1) el de beneficencia que postula el ejercicio de lo bueno 2) el de no maleficencia, determina evitar el mal y lo malo 3) el de justicia, impone observar al prójimo con un sentido de igualdad 4) el de autonomía, que sostiene respetar al otro en sus verdaderas capacidades. Una tercera forma es atender a un criterio de subjetividad. Esto es atender y tener en cuenta el ¿cómo me siento? Todos llevamos un juez interno que es esa instancia psíquica que juzga el comportamiento humano determinando lo que está bien y lo que no está bien. El psicoanálisis ha estudiado exhaustivamente este punto descubriendo que se debe a la internalización de la educación que hemos recibido en nuestra infancia, debida a la acción de los padres, de la familia, de nuestros maestros y de todos aquellos que han influido en nuestro aprendizaje. De esa instancia nos proviene el sentirnos bien o mal. Es muy claro que un buen comportamiento nos produce un efecto de satisfacción y bienestar. Pero suele ocurrir que no sea tan claro poder distinguir este sentimiento. Por eso es importante y muy útil ir adquiriendo el conocimiento de sí mismo. Cuanto mayor sea éste, mejor será el resultado. Conócete a ti mismo De aquí surge la importancia extraordinaria del Gnosce te ipsum. “Conócete a ti mismo”. Esta leyenda fue puesta por los siete sabios en el frontispicio del templo de Delfos. Su contenido es clásico en el pensamiento griego. Se la atribuye a varios filósofos entre los que se destacan Pitágoras, Sócrates y Platón. Sócrates lo refirió al nivel de un examen moral de uno mismo. Platón lo dirige hacia el conocimiento de una verdadera sabiduría. Pitágoras y Sócrates no dejaron ningún escrito. La mayor parte de la doctrina de Sócrates la conocemos. Además se sabe que en Pitágoras, Platón recogió ciertos conocimientos que expone en sus diálogos. Posiblemente esta frase no tiene autor explícito. Seguramente su origen se remonta mucho más allá de los tres filósofos mencionados. Quizás sea más antigua que la historia de la filosofía. Este concepto también surgió en otras culturas más antiguas como: Israel, los Vedas. En Confucio, Lao-Tsé, Buda, Homero, Eurípides, Sófocles, Aristóteles, etcétera. “La cosa más difícil es conocerse a sí mismo y la más fácil, es hablar mal de los demás”. Esto lo escribió Tales de Mileto hace más de 2600 años. Quién desee conocer a los demás tiene que comenzar por conocerse bien a sí mismo. Y este es un arduo emprendimiento. Lograr “ser el arquitecto de su propio destino” –como dijo un conocido poeta– es el desafío más importante para construir su propia vida y constituye el mayor reto para el hombre a través de los siglos. En la formación de los psicoanalistas, la Asociación Psicoanalítica Internacional propone como régimen de enseñanza y capacitación, lo que se ha dado en llamar “el trípode de la formación psicoanalítica”, que está constituido: 1) el psicoanálisis personal; 2) la supervisión clínica de casos y 3) los seminarios de enseñanza teórica. De estos tres, el análisis personal constituye el más importante por dos aspectos: 1) el futuro analista aprende la técnica de psicoanalizar por su propia experiencia como “analizando”, y 2) muy especialmente, aprende a conocerse a sí mismo. El análisis didáctico del psicoanalista es una experiencia realizada con normas muy bien regladas realizadas en los institutos de enseñanza del psicoanálisis autorizado y supervisado por la asociación internacional. Es interesante acotar que este conocimiento profundo de sí mismo que logra el psicoanalista a través de su análisis personal, le permite adquirir la capacidad de penetrar profundamente en el psiquismo de su paciente y adquirir una comprensión que abarque más del mismo. 4 // EDITORIAL SCIENS

Psicofarmacología 19:112, Enero de 2019 Dra. María Sol Pérez de Vargas Médica de guardia del Hospital de Emergencias Psiquiátricas T. de Alvear. Magíster en Psiconeurofarmacología. Fecha de recepción: 25 de octubre de 2018 Fecha de aceptación: 14 de diciembre de 2018 Genética clínica y esquizofrenia Resumen En este trabajo se presenta una revisión de los genes multigénicos de la maquinaria presináptica, más destacados en la producción de la Esquizofrenia. Entre ellos encontramos el DISC1, la Neurrregulina, la Reelina y la AKT. Genes y glutamato: GRID2, GRM7, GRIA 1 , GRN2A y GRM 3 . El gen de dopamina, DbH, el gen NARP, el gen transportador de 5HT, el Gen Dysbindin-1 y el gen de Prolina dehidrogenasa. La Genética y la Esquizofrenia, involucran además una determinada cantidad de cromosomas, en especial el cromosoma 6 , su relación con el Complejo Mayor de Histocompatibilidad, el complemento en especial el CD4 y los mecanismos neuroinflamatorios desde el período prenatal hasta la adultez, que comprometen el funcionamiento normal de los neurotransmisores, con las citoquinas y dentro de ellas las interleuquinas vía común de señalización para los genes y factores ambientales afectando las funciones cognitivas con disminución del LTP. El disbalance de los mecanismos inflamatorios vs. los antiinflamatorios determinarían las alteraciones funcionales cerebrales, además de una mayor actividad de la microglía. La consecuencia de la influencia genética, ocasionaría alteraciones en el funcionamiento en receptores glutamatérgicos, gabaérgicos, dopaminérgicos, nicotínicos corticales y estriatales y serotonérgicos, neurotransmisores, enzimas y vías de señalización a los que se suman nuevos locus descriptos en estudios pangenómicos que determinan que haya antipsicóticos más específicos que otros en la efectividad terapéutica en la enfermedad. Palabras clave Genética – Esquizofrenia – Complejo Mayor de Histocompatibilidad – Cromosoma 6 – DISC1 – Microglia – Mecanismos inflamatorios vs. antiinflamatorios – Neurotransmisores – Vías de señalización – SNPs – Variantes terapéuticas. Perez Vargas María Sol. “Genética clínica y esquizofrenia”. Psicofarmacología 2019;112:5-25. Puede consultar otros artículos publicados por los autores en la revista Psicofarmacología en sciens.com.ar La esquizofrenia (EZQ) es una enfermedad del neurodesarrollo, en la que están involucrados factores genéticos y epigenéticos. Desde el punto de vista de la genética, la enfermedad tiene una base multigénica, en la que los efectos colectivos disfuncionales de los genes, al interferir en la actividad de diversas vías de señalización, producirían el cuadro, que presenta una heredabilidad del 80%. El riesgo de padecerla es de 9% entre hermanos y gemelos dicigóticos y un 40-50% en gemelos monicigóticos. Cada célula del cuerpo humano tiene aproximadamente 80.000 genes. La mayor fracción del total de la información genética, unos 30.000 genes, se expresan en las neuronas. Los 80.000 genes del genoma humano están dispuestos en un orden preciso a lo largo de los cromosomas. La consecuencia es que cada gen es identificable de forma exclusiva por su localización (locus) dentro de un cromosoma específico. Las 2 copias de un gen, en los loci correspondientes a un par de cromosomas homólogos, albergan frecuentemente, variaciones en la secuencia o polimorfismos, en múltiples lugares por todo el gen. El ADN de cada gen está compuesto por segmentos llamados exones que codifican partes de la proteína, y estos segmentos codificadores tienen intercalados segmentos no codificadores: el ADN intergénico y el ADN de los llamados intrones (1). El “silenciamiento génico” está mediado por proteínas que “reclutan” (es decir inducen la activación) otras proteínas, capaces de generar modificaciones epigenéticas. Esto significa que, a pesar de poseer la misma base de datos, algunos genes van a estar activos y otros inactivos o silenciados en un determinado tipo celular, mientras que otros genes estarán activos o inactivos en otros tipos celulares. Esto permitiría la existencia de células genotípicamente idénticas, que serían fenotípicamente diferentes (2). En la esquizofrenia habría déficits multigénicos observables en los cromosomas: 22q11-13, 17q21, 1q21-3, 3p24-26, 5q12-q13, los cuales contienen genes codificadores de proteínas presinápticas. Así, las deleciones en la región 21q11- 12 codifican para numerosos genes relacionados con la sinapsis en un grado de prevalencia, que en la esquizofrenia es 25 veces mayor que en la población general (3). EDITORIAL SCIENS // 5

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