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Psicofarmacología 53

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Revista Latinoamericana de psicofarmacología y neurociencia.

Dr. Roberto S. Gilszlak,

Dr. Roberto S. Gilszlak, Dr. Sebastián Estensoro menalotide, se realizaron a través de la respuesta sexual en el macho: resulta más sencillo y fácil de observar y evaluar la vasocongestión en el pene. La erección en ratas se logró con microinyecciones de a-MSH en el núcleo paraventricular del hipotálamo (20). El MC4r se expresa en el hipotálamo y su efecto erectogénico es mediado por a-MSH y sus análogos (21). Además del cerebro, el MC4r también se expresa en la médula espinal. Al descubrirse, in vitro, que el tejido del cuerpo cavernoso posee receptores a melanocortina se pensó en su utilización por vía local. Las experiencias demostraron la ausencia de MCR funcionales en cuerpo cavernoso; lo cual se demostró, in vivo, inyectando agonistas MC4R directamente en el cuerpo cavernoso e in vitro sobre tejido cavernoso sin lograr relajación del músculo liso (22). FIGURA 6 El control neural de la erección del pene: supuestos sitios de acción que intervendrían en la erectogénesis de los agonistas MC4R plasmaran ciertas circunstancias habituales del entorno: intimidad, contacto, seguridad, confianza, etcétera. Para estudiar la respuesta clínica a bremenalotide versus placebo se usó un fotopletismógrafo para evaluar la vasocongestión vaginal, mientras las pacientes visualizaban un video erótico. El estudio concluye con resultados que no confirman los efectos vasculares vaginales esperados y asociados a la sustancia en estudio. También se efectuó, en el mismo estudio, una encuesta subjetiva sobre los efectos sobre la satisfacción sexual durante las 24 horas posteriores al uso de bremenalotide. En este caso las mujeres, significativamente, respondieron haber disfrutado de mayor satisfacción cuando tuvieron encuentros sexuales, luego de haber vuelto a la intimidad de sus casas (23). Parece que las mujeres logran una fase de excitación más placentera con bremenalotide mientras, en el entorno, se cumplan las premisas de un clima de intimidad y seguridad (24). Los datos clínicos, hasta el momento, están basados en la fase II de la investigación. Se supone que superada esta fase y pasando a la fase III se podrá ver la eficacia y complacencia de esta medicación que se debe ensayar en un contexto de intimidad sexual para observar los efectos sobre el deseo, la excitación y fundamentalmente sobre una fase de la respuesta sexual, que no se describe habitualmente, la fase de satisfacción que atraviesa todas las otras fases y es la que determina la evaluación total de la conducta sexual. * Distribución de los MC4R. Modificado de Wessells H, Hruby VJ, Hackett J, Han G, Balse-Srinivasan P, Vanderah TW. Ac-Nle-c[Asp-His-DPhe-Arg-Trp-Lys] NH2 InducesPenile Erection via Brain and Spinal Melanocortin Receptors. Neuroscience 2003;118(3):755-62. Efectos del bremenalotide en mujeres Dada la complejidad de la RSH femenina, las investigaciones no son tan precisas respecto si se está evaluando la fase de excitación o la fase de las conductas anticipatorios del encuentro sexual (deseo). Fueron realizados estudios, tomando como modelo la respuesta sexual masculina, con inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5. A pesar de detectarse significativos aumentos de la vasocongestión genital, las mujeres en este ensayo, no manifestaron mejora en su satisfacción. Se hicieron experiencias para evaluar el efecto vasodilatador del bremenalotide, por vía inhalatoria, sobre los genitales femeninos. Los resultados de estos estudios demostraron una falta de aumento de la vasocongestión, sin embargo sí tuvo efecto sobre el parámetro satisfacción sexual: el placer sexual fue más intenso, aunque para que esto haya ocurrido fue necesario que se Conclusiones La sexualidad femenina y sus complejidades son un verdadero desafío para el desarrollo de sustancias que puedan transformarla cuando intentamos intervenir desde lo molecular. Un prototipo actual de investigación, y parece hasta hoy la más promisoria, se refiere a las experiencias que tienen como blanco a los receptores de melanocortina (MCr). Agonistas de los receptores MCr3-4 revelan, en animales, modificaciones de las conductas sexuales: las ratas hembras acrecientan sus conductas sexuales proactivas luego de la inoculación de bremenalotide en el SNC, específicamente en áreas del hipotálamo. La investigación en humanos se encuentra en fase III. Se utiliza bremenalotide por vía inhalatoria a dosis de 20 microgramos. La vía intranasal logró altas concentraciones en el SNC, luego de 100-120 minutos. Esto confirma la posibilidad de un rápido acceso de los péptidos al SNC por esta vía y permite la autoadministración del bremenalotide (25). Las experiencias en mujeres resultaron en una mejora en los niveles de excitación y deseo sexual, siempre que se hubiesen cumplido, también, ciertas expectativas de intimidad y confianza. La disfunción sexual femenina es suficientemente prevalente para estimular su investigación pero infortunadamente y por distintos motivos no tiene casi lugar en la atención médica general. Abarca todas las edades y condiciones sociales aunque parece que aumenta su incidencia con la edad. En la sociedad actual la sexualidad no es patrimonio exclusivo de los jóvenes y con el incremento de la expectativa de vida debemos hacer lo posible para que hombres y mujeres disfruten de la sexualidad con plenitud a lo largo de toda su existencia. 16 // EDITORIAL SCIENS

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