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Psicofarmacología 74

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Revista Latinoamericana de Psicofarmacología y Neurociencia.

Dra. Laura Ruth Guelman

Dra. Laura Ruth Guelman Introducción Durante la mitad de la década de 1960 surgieron en San Francisco, California, USA, las primeras comunidades del movimiento hippie. Los hippies constituyeron una contracultura atrevida y pacifista. Fue un movimiento que desafió y rechazó duramente las normas de la cultura dominante (Figura 1). La ideología hippie nació como una oposición al materialismo, al conformismo, a la burocracia, a las prohibiciones, a la discriminación racial. Los valores que sobresalían eran el amor a la libertad, a la naturaleza y al espíritu (Escohotado, A., 2005). El movimiento hippie surgió luego de que el Presidente Kennedy fuera asesinado en 1963 y de que el vicepresidente Johnson asumiera los poderes presidenciales, sumado al asesinato de Martin Luther King en 1968. Los años ´60 constituyen la época más recordada del siglo XX, destacándose la guerra de Vietnam, que polarizó las relaciones entre adultos y jóvenes, ya que los primeros apoyaban la intervención norteamericana en Vietnam mientras que los segundos pregonaban “paz y amor”, premisas del movimiento hippie. Como consecuencia de que los hippies no tenían mitos ni tabúes, hacían literalmente lo que querían, llegaron también a usar sustancias peligrosas como las drogas de abuso (Usó, J.C., 1996). El movimiento hippie desapareció a inicios de los ´70, harto de que el consumismo norteamericano haya empezado a comercializar su vestimenta, su literatura, su arte. FIGURA 1 El movimiento hippie Antecedentes históricos políticos y artísticos ocurridos entre los años 1968-1970, que condicionaron la consolidación del movimiento hippie 1968 - Advenimiento del arte psicodélico: Robert E.L. Masters y Jean Houston. - Stanley Kubrick estrena: 2001, odisea en el espacio. - Lanzamiento de la película Submarino amarillo, de Los Beatles. - Asesinato del Rev. Martin Luther King. - Muerte del senador Robert Kennedy. - Choques entre policías y estudiantes manifestantes en la Convención de Demócratas de Chicago. 1969 - Creación de la coalición de trabajadores del arte en Nueva York. - Yoko Ono y John Lennon proclaman “sí al amor, no a la guerra”. - Organización del mayor festival de rock de todos los tiempos: Festival de Woodstock en Bethel, estado de Nueva York. 1970 - Separación de Los Beatles. - Muerte del cantante de rock Jimi Hendrix por sobredosis. - Muerte de la cantante de rock Janis Joplin por sobredosis. - En una manifestación contra la guerra de Vietnam realizada en Ohio, la Guardia Nacional mata a 4 manifestantes. ¿Qué es el LSD? El LSD es un compuesto cristalino, relacionado estrechamente con los alcaloides del cornezuelo del centeno, un hongo capaz de atacar a los cereales. A partir de dichos compuestos es posible preparar LSD de manera semi-sintética (Valek Valdez, G., 1999). Es la sustancia psicotrópica más potente que se conoce, e induce estados alterados de conciencia, comparados en ocasiones con los de la esquizofrenia o la experiencia mística, formando parte de las llamadas “drogas psicodélicas” o “psiquedélicas”. Esta palabra deriva del griego y significa “algo que manifiesta la mente”. Puede ser consumido en pastillas, cápsulas, líquido o impregnado en papeles secante que deben ser mojados con saliva. Conocido también como “ácido” o “tripi” (del inglés trip: viaje), el LSD es un líquido incoloro, inodoro y con un sabor ligeramente amargo. Una de sus características principales es su potente efecto con dosis mínimas (Escohotado, A., 1995). Cuando se lo comercializaba libremente, se vendía una “plancha” de estampillas troqueladas, cada una de las cuales 10 // EDITORIAL SCIENS

Psicofarmacología 12:74, Junio 2012 tenía la sustancia impregnada (Figura 2). Se comercializó como especialidad farmacéutica en 1947 con el nombre de Delysid ® , con la indicación de que era un fármaco capaz de relajar estados de ansiedad y neurosis obsesivas. Más adelante se descubrió que tenía muchos más efectos. La experiencia de separarse del mundo habitual para una persona no preparada puede producir un profundo shock psíquico, lo cual constituye un grave peligro (Colectivo Interzona, 2006). Las propiedades farmacológicas del LSD son asombrosas: una gota apenas visible produce lo que el psiquiatra W. A. Stoll definió como “experiencia de inimaginable intensidad”. La dosis activa mínima en humanos es inferior a 0,001 miligramos/kg. Es decir, para una persona que pese entre 50 y 70 kilos, una dosis de 0,02 miligramos (20 µg o millonésimas de gramo) produce ya una notable estimulación y claridad de ideas, aunque no modificaciones sensoriales. La dosis estándar es de 0,10 miligramos (100 µg), y prolonga su acción entre 6 y 8 horas, desplegando ya algunos efectos visionarios. A partir de 0,30 miligramos (300 µg) se lo considera dosis altas, que pueden prolongar su acción 10 o 12 horas (Hofmann, A, 1980). El LSD constituyó una herramienta privilegiada para acceder a material reprimido u olvidado en pacientes bajo tratamiento psiquiátrico (flashbacks). La sustancia se usó con éxito -según psiquiatras y psicólogos- en unos 35.000 historiales de personas con distintos trastornos de personalidad, sin que los casos de empeoramiento o tentativa de suicidio superasen los márgenes medios observados con cualquier otra psicoterapia. A diferencia de otras drogas, el uso del LSD no disminuía el nivel de conciencia y quedaba un recuerdo nítido de la experiencia, lo cual facilitó su uso como adyuvante de la psicoterapia (Bouso, J.C., 2003). También se observaron sorprendentes efectos en el tratamiento de enfermos terminales: el 75% de los pacientes a quienes se les administró LSD pidieron repetir el tratamiento, y el personal hospitalario pudo detectar grandes mejoras en cuanto a la ocurrencia de llanto, gritos y trastornos del sueño (Escohotado, A, 2005). Los únicos cambios físicos observados en las personas que consumen LSD parecen ser: dilatación de pupilas, aumento de temperatura corporal, aumento del ritmo cardíaco y tensión arterial, pérdida de apetito, insomnio, boca reseca, temblores y sudor. A dosis muy altas puede producir pensamientos de horror, temor a perder el control, a volverse loco y a la muerte. El pensamiento y los sentidos se potencian hasta lo inimaginable, pero no hay dificultades para coordinar el movimiento, rigidez muscular, laxitud física, excitación, somnolencia, etc. Por el contrario, los cambios en las sensaciones y los sentimientos son mucho más dramáticos que las señales físicas. Por tal motivo, esta sustancia no es considerada una droga muy adictiva, ya que no provoca un comportamiento compulsivo para conseguirla, pero sí produce una gran tolerancia a los efectos, de manera que se deben tomar dosis cada vez mayores para lograr los efectos previos. Hay drogas que son sumamente peligrosas, que producen adicción, como la heroína, las anfetaminas o los opiáceos, motivo por el cual, sumado a su utilización crónica, producen un deterioro físico y psíquico. Por el contrario, el LSD no provoca adicción y es poco tóxico; no habría que clasificarlo realmente como droga de abuso. Numerosos estudios sugieren que el mecanismo de acción de las drogas psicodélicas es serotonérgico, actuando mediante el aumento de los niveles de serotonina (5-HT). Teniendo en cuenta que la 5-HT es un FIGURA 2 Cartones troquelados, conteniendo LSD EDITORIAL SCIENS // 11

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