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Psiquiatría 13

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Revista Latinoamericana de Psiquiatría.

damnificado refiere

damnificado refiere espontáneamente cambios positivos al investigador mientras éste está estudiando efectos negativos del trauma. Los cambios positivos pueden darse a través de procesos largos no siempre detectables (2). Al no aparecer tempranamente pueden no detectarse adecuadamente. Damnificados por República Cromañón En nuestra experiencia con damnificados de República Cromañón nos tocó atender 116 pacientes y sabemos de la atención de unos 30 menores en Psicopatología Infanto Juvenil en el Hospital Álvarez. Un 30% presentó evolución a TEPT hallándose mejoría progresiva en un 40%. La peor evolución se relacionó con familias disfuncionales, trastornos de personalidad, pérdida de padres, abuso de alcohol y/o traumas previos. No han sido suficientemente estudiados los factores que contribuyen a afrontar adecuadamente la adversidad, por lo que coincidimos con Kotliarenco y Zukerfeld en la necesidad de profundizar en el conocimiento de esos factores. En 2005 y 2006 nos abocamos al proceso de seguimiento y evaluación de aquellos en atención y quienes dejaron de concurrir, incluyendo entre las preguntas, cambios en la actitud respecto a los otros, percepción de bienestar personal, motivos de deserción, cambios en los proyectos personales y perspectiva de vida, red vincular, impacto del evento en la vida personal, y actitudes de autocuidado entre otras. En 2007 se presentó en el Congreso de APSA el trabajo “Desarrollos resilientes y vincularidad” que recibió el Premio APSA al mejor trabajo inédito sobre resiliencia. Se estudiaron 43 damnificados del incendio del local República Cromañón a dos años del episodio, de edades entre 16 y 72 años (X: 30.3, SD: 14. 6; Fem. 62.8%, Masc. 37.2%), 32 de los cuales era damnificados directos y 11 eran familiares. A los dos años continuaban en algún tipo de tratamiento 11 pacientes y habían desertado 32. Se dividían casi por mitades los damnificados con y sin sintomatología de acuerdo con el valor de corte del TOP 8 (cuestionario de estrés postraumático). Se realizaron entrevistas personales con los que continuaban, y telefónicas con los desertores, en las que se administró el TOP 8 (23) que evalúa presencia de síntomas de trastorno de estrés postraumático (valor de corte 12 ps), y un protocolo de 23 preguntas que evalúa con sistema Likert (2, 1, 0,-1,-2) las dimensiones de afrontamiento (A), funcionamiento psíquico global (F) y vincularidad (V). Además se evaluó percepción de bienestar (0 a 10), percepción de sostén (0 a 12) y búsqueda de ayuda con opciones múltiples. Sobre 40 entrevistados que respondieron a la pregunta sobre la búsqueda de ayuda, más de un tercio no la había buscado y casi la mitad de la muestra la había buscado entre amigos (n=9) y grupos de damnificados (n=8). El resto lo hizo en templos, grupos de derechos humanos y en ámbitos no especificados. Un 23% correspondió a adolescentes en condiciones vulnerables, un 28% a adolescentes resilientes, un 7% a aquileicos (término propuesto por Zukerfeld para desarrollos sobreadaptativos a partir de problemáticas narcisistas, negación y fragilidad consecuente) y un 12% a una situación clínica indeterminada. Es importante señalar que se hallaron diferencias significativas en la puntuación media de TOP 8 entre los que no buscaron ayuda alguna, los que lo hicieron con amistades y los que se integraron a grupos de damnificados. La vincularidad positiva aparecía asociada a la percepción subjetiva de sostén y a algún tipo de búsqueda de ayuda, de modo que de 24 sujetos con vincularidad positiva, 16 se sentían sostenidos en sus vínculos y 17 buscaron ayuda, el 32% de la muestra pertenece a la categoría de los vulnerables que no buscan ayuda, mientras que el 45 % de la misma corresponde a los resilientes que buscan ayuda en grupos (18%) o en amigos (27%) existiendo asociación significativa. Pudimos hallar indicadores de resiliencia y crecimiento postraumático en testimonios conmovedores de adolescentes que dieron paso a transformación de valores, mayor solidaridad y sentido renovado en sus vidas. Conclusiones Planteábamos en 2007 (8 c) “La importancia del modelo conceptual de resiliencia reside básicamente en la posibilidad de que una observación analítica y detallada de los mecanismos subyacentes a los comportamientos resilientes conduzca al diseño de acciones preventivas tanto para personas individuales como para grupos. Los avances alcanzados en la investigación de los compor- 36 // EDITORIAL SCIENS

Psiquiatría 4:13, Marzo 2011 tamientos resilientes, la acumulación creciente de los factores y mecanismos protectores y el estudio de las posibles formas de promover la resiliencia, sitúan esos logros en un lugar de importancia para diseñar un trabajo preventivo. Nuestra tarea desde República Cromañón confirma el papel reparador de los vínculos cuando se padecen episodios traumáticos. En este sentido es claro el valor que adquieren las redes informales y formales para los desarrollos resilientes. Es interesante señalar que estas últimas cumplieron un papel muy importante en la recuperación de los damnificados. En algunos casos se evidenciaron actitudes de sobreadaptación con mecanismos de negación. Surge una diferencia importante entre la autonomía del resiliente y la autosuficiencia observada en la sobreadaptación. Nos proponemos hacer una nueva evaluación luego de seis años y de los registros de damnificados que realizaron entrevistas para evaluar requerimientos de subsidios. La respuesta a una catástrofe varía según las circunstancias, la naturaleza del trauma, el contexto y la etapa de la vida y puede expresarse de modos muy diversos según la cultura (12, 16, 17). Muchos de los sujetos que viven una experiencia traumática experimentan al principio manifestaciones disfuncionales que no deben ser consideradas como patológicas, sino como reacciones normales ante situaciones anormales. Los datos muestran que alrededor de un 85% de las personas afectadas por una experiencia traumática siguen este proceso de recuperación natural y no desarrollan ningún tipo de trastorno grave (13). Lo importante es crear las condiciones para que esa recuperación se produzca sin prejuicios teóricos y sin caer en ingenuidades terapéuticas. Para ello se necesita una actitud creativa y abierta en la forma de enfocar el tema. Por último, consideramos que el seguimiento a corto, mediano y largo plazo de damnificados de catástrofes es una responsabilidad indelegable del Estado, en particular en población adolescente, dados los riesgos que puede implicar la cronificación de cuadros de estrés postraumático (depresión, abuso de sustancias, ideación tanática, afectación de los vínculos o de la vida laboral y académica). Referencias bibliográficas 1. Benyakar M. Lo disruptivo. Biblos. 2004, Buenos Aires. 2. Bonanno GA (2004). Loss, trauma and human resilience: Have we underestimated the human capacity to thrive after extremely aversive events? American Psychologist, 59(1): 20-28 3. Foa EB, Steketee G, Rothbaum BO, Behavioral/cognitive conceptualizations post-traumatic stress disorder, Behav. Ther. 1989; 20:155-76. 4. Kotliarenco María Angélica Cáceres I. Fontecilla M. Estado de Arte en Resiliencia. Organización Panamericana de la Salud. http://www.paho.org/Spanish/HPP/HPF/ADOL/Resil6x9.pdf 5. 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Premio APSA 2007 Publicado en Boletín electrónico APSA. http://www.addima.org/Documentos/desarrollo%20resiliente%20y%20redes%20vinculares.pdf 9. Van der Kolk Traumatic stress. The effects of overwhelming Experience on Mind, Body and Society. The Guilford Press. New York 1996. 10. Zukerfeld R, Zonis Zukerfeld R. Procesos terciarios. 2005: entre la vulnerabilidad y la resiliencia Paidós. 11. Grotberg E. Nuevas tendencias en resiliencia. En Melillo, A., Suárez Ojeda, E. N. (comp.) Resiliencia. Descubriendo las propias fuerzas. Buenos Aires Paidós, 2001. 12. Manciaux M, Vanistendael S, Lecomte J y Cyrulnik B. La resiliencia: estado de la cuestión. En Manciaux M. (comp.) La resiliencia: resistir y rehacerse. Barcelona, Gedisa, 2003. 13. Lamas Rojas H. Experiencia traumática y resiliencia: identificación y desarrollo de fortalezas humanas. www.liceus.com.2003 14. Vera Poseck B, Carbelo Baquero B, Vecina Jiménez ML. 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