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Psiquiatría 15

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Revista Latinoamericana de Psiquiatría.

Psiquiatría 4:15, Septiembre 2011 (FO) (no diariamente) y el 59,2% (n=592) dijo no fumar actualmente (NF). La edad de inicio en el total de la muestra osciló entre los 6 y los 42 años: Mediaedad= 17,46 DE= 4,31, Mediana = 17. El Diagnóstico de Fase se realizó mediante el cuestionario sugerido para investigar Etapa de Tabaquismo, según el esquema de comportamiento de Prochaska y Di Clemente (33, 34). Se consideraron preparados a aquellos encuestados que reportaban estar dispuestos a dejar de fumar en los siguientes 30 días, contempladores a los que reportaban estar pensando en dejar de fumar en los próximos 6 meses, y pre contempladores a los que reportaban no estar pensando en dejar de fumar en los siguientes 180 días. Del total de los PSM fumadores (N=408), 16,4% (N=67) calificó como preparado, 32,1% (n=131) como contemplador y 51,5% (n=210) como pre contemplador. La dependencia a nicotina fue explorada mediante una escala ajustada al tiempo transcurrido entre despertar y fumar, considerando fumador con dependencia muy alta a aquel que refería fumar dentro de los 5 minutos posteriores al despertar, alta a los que respondían de 5 a 30 minutos, moderada a los que reportaban hacerlo entre 30 y 60 minutos y baja a los que lo hacían después de una hora de levantarse. La dependencia nicotínica en PSM resultó muy alta en el 7,5%, alta en el 9,4%, moderada en el 14,4% y baja en el 68,7%. De los PSQM, el 20,2% cumple con criterios de dependencia alta o muy alta. Entre los PSM fumadores, el 68,7% refiere “poder dejar de fumar solo, sin ninguna ayuda”. El 73,5% de los PSQM fumadores reporta los mayores niveles de autoconfianza (creencia de poder dejar de fumar sin ayuda). La “permisividad con el tabaquismo” se exploró con el criterio de evaluar si el PSM fuma durante la consulta y/o si permite que sus pacientes lo hagan. El 25,4% de los PSM consultados (fumadores y no fumadores) reportó fumar o haber fumado durante la consulta. El 33,2% de los PSM consultados refiere permitir que sus pacientes fumen durante la consulta. El grupo de PSIF alcanzó los mayores niveles de permisividad (36,1%). El 92,6% consideró al tabaquismo como una adicción y el 97,7% consideró a la exposición al HAT o fumar pasivamente como perjudicial para la salud, sin diferencias significativas para profesión y género. El 43,1% reconoció haber recibido información sobre procedimientos básicos en tabaquismo durante sus estudios universitarios. Se consideró “intervención” a prácticas profesionales CUADRO 1 PREVALENCIA 40,8 % de los PSM y 39,1% de los PSQ son fumadores ETAPA DE CAMBIO 51.5% de los PSM: PRECONTEMPLACIÓN DEPENDENCIA A NICOTINA 7,5 % de los PSM: DEPENDENCIA ALTA – 9,4 %: MUY ALTA AUTOSUFICIENCIA 68,7% de PSM y 70,3% PSQ reporta poder dejar si ayuda PERMISIVIDAD 29,9% Fuma o fumó en consulta 32,3% Permiten fumar en consulta CONOCIMIENTOS 93,8% Reconoce al tabaquismo como adicción 46,7% Reporta haber recibido información para CT INTERVENCIÓN 25,1% Reporta nunca intervenir en CT Principales resultados de Fumar en APSA 2009. PSM: Profesional de Salud Mental; PSQ: Psiquiatra. para que los pacientes dejen de fumar como: aconsejar, averiguar estatus de tabaquismo, indicar no fumar o asistir a la cesación tabáquica. Del total de los PSM el 24,3% reportó que nunca interviene para que sus pacientes dejen de fumar (consejo, pregunta, asistencia); el 25,2% dijo realizarlo ocasionalmente; el 11,4% realizarlo con frecuencia; el 8,8% realizarlo casi siempre; y el 30,4% siempre. Mientras que el 16,2% de los PSQ afirma no intervenir nunca, el 44,4% de los PSI refiere lo mismo. Discusión Los pacientes fumadores con EM tienen características especiales respecto de parámetros de consumo, prevalencia, dependencia y daño tabaco dependiente. Se trata, por lo tanto, de una población vulnerable y de alto riesgo. En el presente estudio los PSM, a los que los pacientes con EM naturalmente consultan, reportan perfiles de consumo y actitud que también los exponen a potenciales daños por tabaquismo activo o pasivo. Los profesionales de salud fumadores intervienen con menor compromiso en la CT de sus pacientes. Este verdadero vacío asistencial para fumadores con EM constituye un serio problema para la salud pública. Resultaba especialmente importante evaluar el nivel de reconocimiento del tabaquismo como adicción en PSM, porque la especialidad ofrece un ámbito propicio para profundizar en la problemática de las adicciones. El 92,6% del total de los PSM consideraron al tabaquismo como adicción y no hubo diferencias significativas en profesión y género. En el presente estudio el 24,3% del total de PSM y el 44% de los PSI reporta no intervenir nunca en EDITORIAL SCIENS // 23

CT. Esta falta de intervención es aún más significativa cuando comparamos PSM fumador vs. PSM no fumador. Estas cifras sugieren que una buena parte de los PSM estaría considerando al tabaquismo como un síntoma asociado a EM y no como un problema de salud en sí mismo. Que los PSM conozcan y valoren los perjuicios de la exposición al HAT les permitiría generar un ambiente laboral saludable para ellos mismos y para sus pacientes. Sin embargo, 25.3% del total de los PSM fuma o fumó en consulta, 29.9% de los PSQ fuma o fumó en consulta y 21.5% de los PSI fuma o fumó en consulta. Las cifras resultan aún más elocuentes al valorar “permiso de fumar en consulta” siendo que 33.2% del total de los PSM permite fumar en consulta, 32,3% de los PSQ permite fumar en consulta, 36,0% de los psicólogos permite fumar en consulta y 10% de los PSM admiten permitir siempre o casi siempre fumar en consulta. Vale la pena destacar que mientras el 46,3% de los PSM fumadores permite a sus pacientes fumar en la consulta (14% de ellos siempre), el 30,9% de los PSM no fumadores permite fumar en consulta. Esta diferencia, significativa (p < 0,0001), avala la afirmación de que los profesionales de salud fumadores intervienen con menor compromiso en la CT de sus pacientes. Sin embargo, resulta sorprendente que un tercio de los PSM no fumadores permita que sus pacientes fumen durante la asistencia. Estos datos vuelven a sugerir que los PSM entienden al tabaquismo como un síntoma y contradicen sus propios reportes sobre la valoración del HAT como perjudicial para la salud. Seguramente la actitud de los PSM no sería la misma si la sustancia fuera alcohol, cannabis u otra. Esto expresa la falta de relevancia del tabaquismo para una buena parte de los PSM, tal como sucede con la población general. Otro aspecto importante del presente estudio (Fumar en APSA 2009) fue examinar algunas características del tabaquismo de los PSM fumadores como disposición para el cambio, nivel de dependencia a nicotina y autosuficiencia para la CT. Más de la mitad de los PSM fumadores no estaba dispuesta a dejar de fumar en los siguientes seis meses. Este porcentaje de precontempladores supera a los valores que presenta la población general. Por otra parte, 16,4% de los PSM se mostró preparado para dejar de fumar en el próximo mes, este grupo tiene indicación de intervención conductual y farmacológica para el mejor logro de sus objetivos. Recomendamos especialmente promover esta acción. La dependencia nicotínica en los PSM fue muy alta (fumar antes de los 5 minutos de despertar) en el 7,5% y alta (fumar entre los 6 y los 30 minutos de despertar) en el 9,4%, el grupo de los PSQM reportó los mayores niveles (Muy alta= 9,7% y Alta= 10,5%). 20,2% de los PSQM fuma antes de los 30 minutos. Otro dato preocupante surgido del estudio, es el que consideramos como “auto suficiencia para la CT”, el 68,7% de los PSM fumadores dijo “pensar que podía dejar de fumar solo, sin ninguna ayuda”. Este porcentaje alcanza en el caso de los PSQM fumadores a 73,5%. La creencia de “poder dejar de fumar solo” del fumador no comprometido con la CT lo aleja del éxito ya que la evidencia indica que sólo lo logra el 2 o 3% de los que lo intentan. Fumar en APSA 2009 aporta evidencia suficiente para las 4 hipótesis planteadas al comienzo y otras observaciones adicionales: • Alta prevalencia de tabaquismo entre PSM en Argentina. • Índices de tabaquismo femenino mayores que los masculinos. • Alto nivel de conocimiento respecto de la condición adictiva del tabaquismo y de los daños ocasionados por el HAT. • Sorprendente nivel de tolerancia al consumo en consulta. • Autosuficiencia para la CT. • Escaso nivel de intervención en CT. • Llamativo número de fumadores en la etapa de precontemplación. • 16,4% PSM fumadores preparados para la acción. • Importante riesgo de enfermar por tabaco. • APSA 2009 mostró mayor prevalencia que APSA 2005. Conclusiones Estas observaciones permiten recomendar un rápido y profundo cambio en relación al tabaquismo en buena parte de los PSM, por la salud de sus pacientes y la suya propia. Los datos recabados sirvieron además para la comparación con el trabajo realizado en 2005 en el mismo medio y con la misma herramienta. La evolución de la prevalencia en un mismo grupo poblacional luego de 4 años, en los que cambiaron normas y políticas de control del tabaquismo en el país, pondrían a prueba la efectividad de las acciones desarrolladas. Lamentablemente los índices de prevalencia en la encuesta APSA 2009, mostraron un aumento de la misma sin que pudiéramos explicarnos este fenómeno por errores metodológicos. En todo caso, vale la pena comentar que para mejorar la difícil situación que plantea el tabaquismo en pacientes y profesionales de la salud, harían falta nuevas y más efectivas medidas para lograr cam- 24 // EDITORIAL SCIENS

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