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Psiquiatría 21

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Revista Latinoamericana de Psiquiatría.

Dinámica de la

Dinámica de la subjetividad discursiva en el proceso terapéutico Uif!Ezobnjdt!pg!!Ejtdpvstf!Tvckfdujwjuz! jo!uif!Uifsbqfvujd!Qspdftt Dr. Norberto Schenquerman Médico Psicoanalista y Psiquiatra Correo electrónico: nschenquerman@gmail.com Resumen El proceso comunicativo entre los integrantes de la díada terapeuta – paciente conforman un circuito lingüístico que, a mi criterio, se constituiría en un agente expresivo útil para la comprensión del mundo intrapsíquico. Esto me lleva a inferir que allí donde las palabras decaen, comienza a prevalecer la sensorialidad de las expresiones indecibles. Los aspectos psicolingüísticos de la voz, dice Roland Barthes, quien definió a la voz como un instrumento privilegiado, haciendo hincapié en algo que es textura y espesor de la voz y que lo llamó “grano de la voz”, pero que no puede abordarse solamente desde la significación e introduce el afecto al nivel de la representación, pero también opuesto a ella. Dado que la voz vuelve a los oídos retroalimentada por el emisor y el receptor, al momento de interpretar resultará operativo tratar de que el analizado logre captar el objeto pulsional que se aloja en su masa fónica, estableciendo continuos nexos entre el nivel verbal y no verbal. Palabras clave Intrapsíquico – Aspectos mnèmicos-transferenciales – Psicolinguístico. Abstract The communication process between the members of the therapist-patient set makes up a linguistic circuit which, in my opinion, would constitute itself as a useful expressive agent for understanding the intrapsychic world. This leads me to infer that it is where words decay that the sensorial quality of unsaid expressions begins to prevail. The linguistic aspects of voice, says Roland Barthes, who defined voice as a privileged instrument, laying emphasis on something that is the texture and thickness of the voice, which he called “the grain of the voice”, but which cannot be dealt with only in terms of signification and introduces affection at the level of representation, but also opposite to it. Since the voice comes to the ears as a feedback between the speaker and the hearer, at the moment of interpreting, it will be operative to try and make the person who is being analyzed catch the pulsional objective that lies within its phonic mass, thus establishing continuous links between the verbal and non-verbal level. Keywords Intrapsychic – Mnemic aspects – Transferential – Psycholinguistic. 30 // EDITORIAL SCIENS

Psiquiatría 6:21, Marzo 2013 Introducción El proceso comunicativo entre los integrantes de la díada terapeuta – paciente conforma un circuito lingüístico que, a mi criterio, se constituiría en una agente expresivo útil para la comprensión del mundo intrapsíquico. Esto me lleva a inferir que allí donde las palabras decaen, comienza a prevalecer la sensorialidad de las expresiones indecibles. Partiendo de esta hipótesis, sería factible que dentro del espacio transferencial la variedad de resonancias que envuelven a la voz, a la manera de un tejido conectivo, transporten los aspectos mnémicos del patrimonio inconsciente, lo cual ampliaría las posibilidades de rescatar sus signficaciones intrínsecas. De este modo entiendo que de integrar las particulares características de la subjetividad discursiva se estaría contribuyendo al enriquecimiento del sistema de representaciones, más allá de los contenidos semánticos, sintácticos y pragmáticos, además de intervenir como factor de cambio en el vínculo terapéutico. En este trabajo me abocaré, en especial, sobre aquellos fenómenos prosódicos, a través de los cuales se ponen de manifiesto estados de alegría, tristeza, temor, duda, etcétera, en un nivel que va “más allá de la palabra”. Me refiero, sustancialmente, a las modificaciones o alteraciones en la emisión vocal que pertenecerían al nivel suprasegmental del habla tales como: cambios tonales, prosódicos, rítmicos, matices, pausas o silencios que ocurren en la situación clínica y que se articularían con los estados de excitación emocional por los que atraviesan los pacientes. Los aspectos psicolingüísticos de la voz Roland Barthes definió a la voz como un instrumento privilegiado, haciendo hincapié en algo que es textura y espesor de la voz y que lo llamó “grano de la voz”, pero que no puede abordarse solamente desde la significación e introduce el afecto al nivel de la representación, pero también opuesto a ella. Así, cuando focalizo aquí mi atención sobre los aspectos lingüísticos de la comunicación interpersonal e intersubjetiva intento mostrar una vía psicodinámica orientada hacia el peculiar tejido discursivo vincular, en procura de enriquecer el sistema representacional de los pacientes. Considero que la voz cumple un rol ordenador en la tarea terapéutica, vehiculizado en las diversas interdicciones que se establecen entre el lenguaje y el afecto, tanto en el nivel verbal como en el paraverbal. Y en esta dirección se podría plantear que al interactuar entre sí los distintos códigos lingüísitcos sería posible rescatar y acceder a parte del patrimonio vocal perdido perteneciente a la estructura psíquica más primitiva, es decir de los niveles anteriores a la constitución del objeto y por tanto, ayudarlos a su resignificación. Quiero decir con este concepto que las modalidades fonemáticas serían como “restos mnémicos” anteriores a la organización simbólica - lingüística de naturaleza placentera o dolorosa, interviniendo en la decodificación cualitativa de sus estados mentales, puesto que le da un sentido complementario a las funciones verbales. Así, al escuchar al paciente en el contexto de la sesión se puede observar que sus enunciados no mantienen una uniformidad, sino que los oímos como si fuera una madeja que tenemos que desenredar. Este discurrir correspondería a los particulares registros de su organización psíquica y aquí surgiría un aspecto parcial cuyo correlato remitiría a una búsqueda pulsional autoerótica, resultante de sus identificaciones primarias ligado al período de la simbiosis materno - filial. Freud enfatizó en Introducción al narcisismo que el narcisismo no se origina a partir del autoerotismo, sino que es autoerótico. La pulsión es autoerótica en el tiempo narcisístico y por tanto, se podría deducir que el autoerotismo vocal funcionaría como un sustituto del objeto de su necesidad, investido narcisísticamente. Conjeturo que a mayor amplitud del espectro de percepción habrá mayores posibilidades de alcanzar un crecimiento mental, en la medida en que una gama de emociones inconscientes se ponen de manifiesto, tanto desde lo fónico como desde lo auditivo. Los efectos de retorno de la voz llegan a los canales auditivos del receptor de manera especular y al ser portador de una alteridad que trasciende a la enunciación resulta operativo para afianzar el pensamiento cognoscitivo. D. Meltzer expresó: “Debe haber un aparato para transformar el pensamiento del sueño en lenguaje, dicho aparato consiste en objetos hablantes internalizados y en identificación, con los cuales se puede aprehender la gramática profunda musical para representar estados mentales”. El registro de las variables tonales, a la manera de huellas mnémicas acústicas, se vincula con la experiencia placer - displacer y pertenece según Freud a ese “reino intermedio” situado entre la realidad que deniega los deseos y el mundo de la fantasía que los cumple. Es decir que, por un lado habría deseos que tienen que ver con representaciones, y por el otro lado estarían los afectos. Los deseos siempre implican representaciones y los afectos lo representable; y a medida que la psiquis se va complejizando ambos se ensamblan. J. Amati Mehler (1982) escribió que la conjunción de la representación verbal con la representación inconsciente de la cosa constituye una premisa para el desarrollo de la función simbólica. No obstante esta autora observó que en algunos casos clínicos estarían como colapsadas; es decir que las palabras serían tratadas como cosas y las cosas como si fueran sólo palabras. Los imagos vocales El niño se conecta con sus propios estados pul- Freud enfatizó que el narcisismo no se origina a partir del autoerotismo, sino que es autoerótico. EDITORIAL SCIENS // 31

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