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Psiquiatría 34 - MNC Derito

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Heboidofrenia y adicciones. Una entidad olvidada que explica problemas actuales en el diagnóstico y tratamiento de las adicciones - Dra. María Norma Claudia Derito

Psiquiatría 34 - MNC

Psiquiatría34 | Mayo 2018 HEBOIDOFRENIA Y ADICCIONES (Una entidad olvidada que explica problemas actuales en el diagnóstico y tratamiento de las adicciones) María Norma Claudia Derito RESUMEN Este artículo reflota una entidad olvidada en la psiquiatría actual, que fue descripta por Kalhbaum en 1890, pero nunca fue tenida en cuenta por los profesionales de la salud mental, dado que son parecidas a los trastornos de la personalidad, pero en un análisis semiológico detallado, surge que son dos entidades independientes. En la actualidad, retoma importancia crucial en el problema de la patología dual, ya que en líneas generales son más propensos a recurrir al consumo, y no tienen respuesta a los tratamientos. Incrementan la cifra de tratamientos fracasados y a nuestro criterio, por sus características deberían ser tratados de forma diferente a los adictos comunes. Se agrega como agravante de estos grados u alto grado de impulsividad que es alimentado también por el consumo. PALABRAS CLAVE Kahlbaum - Heboidofrenia - Impulsividad - Poliadicciones - Fracaso terapéutico. INTRODUCCIÓN Kahlbaum, psiquiatra alemán, es continuador de Griesinger en cuanto a la utilización del método clínico en psiquiatría, pero influido por las ideas de Falret, se orienta hacia una clasificación clínico-nosológica de las enfermedades, alejándose así de la psicosis única de Griesinger. También rechaza en su momento las ideas de la degeneración, que venían de Francia, acuñadas por Morel (1). Realiza una clasificación de las enfermedades mentales, teniendo en cuenta la evolución, más que el cuadro clínico, concepto que luego tomará Kraepelin para su clasificación. Podríamos decir que casi por fuera de su clasificación, hacia 1890, retoma una descripción, que había pergeñado con anterioridad a esta fecha, de “una nueva locura moral” (1885). La designa con el nombre de heboidofrenia, una entidad que parece ser una forma atenuada de la hebefrenia, con mejor pronóstico y posibilidad de curación (12). Esta entidad entró rápidamente en el olvido. Rescatada en el siglo XX, por autores como G. Halberstadt y P. Guiraud. Calificada también como “pseudopsicopatía”, con el agregado de conductas marginales y delictuales, que no habían sido descriptas por Kahlbaum, (quien solo refería transgresiones banales a las normas), cobra nuevo vigor en nuestra época en el plano de la medicina legal, como piensan Lanterí-Laura y L. del Pistoia) (2). Tengo el convencimiento de que, en la actualidad, esta entidad debe ser rescatada y reconocida, diferenciándola del psicópata asocial que es otra cosa, el heboidofrénico no es un trastorno de la personalidad, el psicópata sí lo es. Luego, si no es una psicosis y no es un trastorno de la personalidad, entonces qué es. Posee los conocimientos de un adulto, pero siente y se comporta como un eterno adolescente irresponsable, sin productividad psicótica, salvo la que se podría presentar en forma reactiva o tóxica, podríamos decir que es un trastorno selectivo del desarrollo afectivo y social. LA HEBOIDOFRENIA Veamos el significado de “heboide”, según el diccionario de la Real Academia Española significa: 1. adj. Perteneciente o relativo al niño o a la puericia. Edad pueril. 2. adj. Propio de un niño o que parece de un niño. Reacción pueril. 3. Que es poco importante o infundado. Fútil, insustancial. Poniéndolo en otras palabras se refiere a conductas aniñadas, infantiloides, falta de maduración, en el terreno afectivo y ético, que se traduce en conductas irresponsables con justificaciones pueriles. Contradictoriamente, posee el conocimiento de su cultura y sus reglas, como un adulto, pero falta la madurez afectiva y ética que permite acomodar las conductas a lo que se debe, adaptándolas socialmente para poder arribar a lo que se quiere. Puede comprender los problemas de los otros, no es indiferente a ellos, pero le falta la madurez para empatizar y actuar en consecuencia. Su narcisismo es infantil, igual que la sugestibilidad y la evasión de responsabilidades (12). Las reacciones impulsivas patológicas del heboide están mayormente relacionadas con su huida de las responsabilidades, y su incapacidad afectiva para poder reflexionar y tratar de resolver una pulsión o un conflicto por otro medio que no sea la transgresión y/o la violencia. Esto es diferente al psicópata cuyo impulso se direcciona para obtener lo que desea, sin miramientos, pero intenta justificarse con mayor cuidado de sí mismo. Es decir, las motivaciones son diferentes. En este sentido el heboide se parece más al hebefrénico, no puede proyectar un deseo y accionar para cumplirlo, en cambio el psicópata sí puede hacerlo. Otra diferencia es que el heboide, similar al hebefrénico carece de valores preventivos, por lo que no prevé las consecuencias de sus actos, ni tiene herramientas para protegerse de esas consecuencias (por ejemplo, elaborar un plan de huida o mentir o proyectar la responsabilidad en los otros). En este trabajo, intentaremos separar definitivamente la heboidofrenia de Kahlbaum de las personalidades psicopáticas, especialmente las formas asociales y las borderline, que son las que más se prestan a confusión (1). Por otra parte, trataremos de comprender cómo las adicciones son más frecuentes en este grupo, y porqué son mucho más difíciles de tratar y revertir. LA PSICOPATÍA Y LA HEBOIDOFRENIA Cuadro que ya ha sido reconocido por psiquiatras anteriores. Alrededor de 1835, la psiquiatría comienza a interesarse por individuos que, sin ser psicóticos ni retrasados mentales, se comportan socialmente de un modo anormal. En ese año, Prichard acuña el término moral insanity (locura moral). Para Prichard eran locos morales, aquellas personas con conductas 4 | EDITORIAL SCIENS

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