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Tabaco

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Trastornos por sustancias - Tabaco

Capítulo 2

Capítulo 2 Epidemiología del tabaquismo en población general y en trastornos de la salud mental Alejandro J. Videla Montilla Epidemiología del consumo de tabaco El consumo de tabaco es la principal causa evitable de muerte y morbilidad cardiovascular (1). Su impacto como factor de riesgo es comparable al de la hipertensión. Este potencial de daño se extiende a todo el organismo, siendo también el principal determinante prevenible en la muerte por cáncer y enfermedad respiratoria (2). En el 2010 la mortalidad anual por tabaco se estimó en 6 millones y de mantenerse la situación actual, se producirían 8 millones en el 2030 (3-5). El número actual de fumadores en el mundo se aproxima a 1250 millones (6,7). El 80 % se encuentra en países de bajos o medianos ingresos (8). En la región del Mercosur, Argentina presenta una prevalencia intermedia (33 %) entre Brasil (18,8 %) y Chile (42,8 %) (6,7). El consumo mantiene un franco predominio masculino a nivel mundial (7). Entre 80 y 100 mil niños dan su primera pitada cada día (7). En décadas recientes, existe una relación inversa entre ingreso económico en el hogar y prevalencia de tabaquismo en la sociedad, con un impacto negativo en la economía doméstica, llegando a representar el 10 % del gasto de los hogares de bajos ingresos (9). Los sectores socialmente más desfavorecidos son, además, los menos susceptibles a las medidas de reducción de factores de riesgo cardiovasculares (10). Con este escenario, se esperan 1.000 millones de muertes por tabaquismo durante el siglo XXI, el 70 % de ellas, en países en vías de desarrollo. Paradójicamente, todo este caudal de riesgo y daño es prevenible. El tabaquismo no es riesgoso solo para el fumador de todo tipo de tabaco (cigarrillos, pipa, habanos, etc.), sino también para su entorno. En las últimas décadas, se ha prestado creciente atención al daño por humo ambiental de tabaco (HAT) como factor de morbimortalidad cardiovascular. Múltiples estudios indican con sólida fuerza de evidencia que el fumador pasivo (un no fumador que inhala el humo ajeno) también está expuesto al riesgo de daño cardiovascular. Se atribuye al HAT una mortalidad anual de 600 mil personas en el mundo y no existe un nivel mínimo de exposición que sea seguro. Cerca de un tercio de la población adulta mundial está regularmente expuesto al HAT (4). Las tendencias mundiales de prevalencia de tabaquismo demuestran una tendencia EDITORIAL SCIENS 31

D Serebrisky // Trastornos por sustancias - Tabaco a la disminución. Un estudio que relevó la prevalencia de tabaquismo en 187 países en el intervalo entre 1980 y 2012 mostró una caída de la prevalencia en varones mayores de 15 años (41,2 % a 31,1 %) y en mujeres (10,6 a 6,2 %). A pesar de esta disminución, el número total de fumadores aumentó de 721 millones en 1980 a 967 millones en 2012 por el aumento de la población. Las prevalencias nacionales variaban entre 5 % (algunos países de África) y 55 % (Timor- Leste e Indonesia) (11). Durante la primera década del siglo XXI la prevalencia de consumo de tabaco entre varones cayó en el 72 % de los países y entre mujeres en el 88 % de los países. A pesar de esta disminución, en el año 2025 se estima que habrá 1.000 millones de fumadores, a expensas de aumentos de la prevalencia en países de bajos y medianos ingresos (12). Epidemiología del tabaquismo en Argentina Adultos Varias encuestas recientes de base poblacional muestran que la prevalencia de consumo de tabaco en adultos es cercana a un cuarto de la población nacional. Hacia principios de la década pasada, la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR 2005), la Encuesta Nacional de Gasto en Hogares (2004 – 2005) y el Estudio CARMELA (CABA, 2007) mostraban prevalencias cercanas a un tercio de la población adulta (13-15). La prevalencia reportada de adulto fumador (quien fumó al menos 100 cigarrillos en su vida y, actualmente, fuma algunos o todos los días) varía en ellas entre el 38 y el 33,4 %, con mayor consumo en la franja entre 25 y 55 años (7, 16). Los datos de vigilancia epidemiológica muestran una tendencia decreciente (17). Según encuestas del Ministerio de Salud y de la SEDRONAR, entre 1999 y 2004, la prevalencia en adultos cayó 5 % y el consumo un 11 %, aproximadamente (16,18,19). En los jóvenes también se observa una tendencia a menor prevalencia en la encuesta de la GYTS de 2007 con respecto a la misma medición en 2000 y 2003 (17). Argentina era uno de los países de Latinoamérica con mayor contaminación ambiental por HAT (20). En 2005 comenzaron a instrumentarse leyes de ALH (Ambientes Libres de Humo), acorde a las recomendaciones del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), las cuales han demostrado un alto impacto en proteger la salud, según estudios realizados en Neuquén y Santa Fe (6, 21, 22). Varios estudios nacionales han medido la inhalación de HAT a través de la detección de cotinina en orina, en poblaciones de fumadores pasivos de especial vulnerabilidad, como las embarazadas y los niños. Los valores urinarios de este metabolito principal de la nicotina, se elevaron en estos grupos de modo comparable a los de fumadores activos (23). Las evidencias más recientes muestran que la tendencia a la disminución de la prevalencia se ha mantenido. Las encuestas más completas a este respecto son la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Adultos (EMTA) realizada según la metodología de la Global Adult Tobacco Survey y la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo. Los resultados de la EMTA realizada en 2012, y que incluyó a 6.645 adultos, mostraron que un 22,3 % de la población consumía tabaco. La mayoría de estos fumadores son varones (29,5 vs. 15,8 %). Solo 0.2 % 32

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