Views
8 years ago

Tabaquismo y enfermedad psiquiátrica: Herramientas para la acción

  • Text
  • Serebrisky
  • Tabaquismo
  • Fumar
  • Tratamiento
  • Pacientes
  • Nicotina
  • Consumo
  • Tabaco
  • Dejar
  • Fumadores
  • Enfermedad
  • Terminado
Año 2012 Débora Serebrisky Fernando W. Müller

D Serebrisky, F Müller

D Serebrisky, F Müller // Tabaquismo & Enfermedad Psiquiátrica. Herramientas para la acciónpsiquiátrica (ansiedad, dificultad de concentración,insomnio, disforia) (5).El cambio en la magnitud del consumotambién influye en la farmacocinética dealgunos psicofármacos (antipsicóticos,antidepresivos y ansiolíticos) haciendonecesario el ajuste de dosis durante lainternación y luego del alta (1, 5).Es frecuente atribuir al humo de tabacoacciones que mejoran algunos efectossecundarios de los medicamentos que utilizanestos pacientes. Sin embargo, hay evidenciasde que el consumo de tabaco seasocia a un aumento del nivel de ansiedad,aumento del riesgo de sufrir crisis de pánicoy, en pacientes con trastorno bipolar, unaumento de la severidad de la enfermedady del riesgo de psicosis (5, 22, 23). El consumode tabaco también se ha asociado amayor índice de suicidios y mayor prevalenciade enfermedad psiquiátrica en general(5, 22, 23).Fumar tiene un importante rol en lainteracción social de los pacientes durantela internación. En un estudio realizado enuna unidad de internación psiquiátrica enEE.UU. el 80 % de las interacciones socialesde estos pacientes estaban centradasen el cigarrillo (5). Suele ser la única herramientaconocida por estos pacientes paraafrontar la soledad y el aburrimiento (5, 9).Adicionalmente, el cigarrillo es usado porel equipo de salud como recompensa al“buen comportamiento”, incrementandolos mecanismos de reforzamiento de estaadicción. Esta acción puede incluso sermotivo de violencia cuando el pacienteexige cigarrillos fuera de los momentosestipulados. ¿Es ético que los pacientessean manipulados por el sistema de saluda través de su adicción?Cuando se investiga la opinión de los trabajadoresde las instituciones psiquiátricascon respecto a la prohibición de fumar, laactitud inicial suele ser resistencial, deincredulidad, particularmente, entre losfumadores. Las respuestas más frecuentesson: “es muy difícil, causará mayor consumode drogas a demanda y aumento de losepisodios de violencia, tendrá ademásefecto adverso en la relación entre lospacientes y el equipo de salud.” Se pronosticanproblemas relacionados con la transgresiónde la prohibición, como aumentodel riesgo de incendios por fumar a escondidas(debajo de la cama, por ejemplo) (12,14). Estos problemas son atribuidos al elevadoporcentaje de pacientes fumadores, ala pérdida de los “efectos beneficiosos” defumar y al riesgo de descompensación dela enfermedad psiquiátrica, demostrando faltade conocimiento sobre los verdaderos vínculosdel tabaco con la EM y su tratamiento.Sin embargo, y tal como sucede en otrosámbitos, el nivel de apoyo a las políticas decontrol suele ser alto (82.6 %) desde antesde su implementación y en general aumenta(90.1 %) luego de esta. Como cabe esperar,quienes menos apoyan estas medidasson los miembros del personal médico y nomédico de sectores de internación y enparticular los enfermeros que fuman (14).La reacción inicial de los pacientes de uncentro de Salud Mental de Canadá queestableció en 2003 la prohibición de fumaren toda la institución, inclusive los alrededoresdel edificio, fue de enojo y reclamo desu “derecho a fumar”. Reclamaban por suderecho a la “autodeterminación”. Losfamiliares incluso señalaron que “fumarera su único entretenimiento” (20).En todas las encuestas, luego de la24

EI Esteves Di Carlo // Marco legal para el control del tabaquismo en instituciones psiquiátricasimplementación de los ambientes 100 %libres de HAT en los hospitales psiquiátricos,tanto pacientes como trabajadoresmanifestaron que era más fácil de lo quehabían previsto. Las dificultades fueronmenores y los beneficios más evidentes,siendo la expresión más frecuente la de“liberación” (14, 20). En cuando al impactoen el comportamiento de los pacientes, elregistro de episodios “código rojo” (incendios)y “código blanco” (violencia) noaumentaron al año ni a los 2 años de implementadala reglamentación (14).ConclusionesLas políticas de control del tabaco debenincluir especialmente a las instituciones desalud mental. La implementación deambientes 100 % libre de HAT crea el entornomás favorable para tratar la dependenciaal tabaco en los pacientes con EM. La internacióno el tratamiento ambulatorio representanoportunidades valiosas para asistiresta adicción.Hay evidencia de que el tratamiento esposible y efectivo. El tratamiento simultáneodel tabaquismo y la EM, mejora lasalud en general del paciente y contribuyea estabilizar su salud mental. Se debetener especial cuidado en evitar el síndromede abstinencia.El tratamiento del tabaquismo en lospacientes institucionalizados, debe necesariamenteincluir cambios en el sistemaasistencial y en la relación profesionales -pacientes, de forma que ofrezca a los internadosactividades gratificantes, que estimulenlos vínculos sociales y los alejen delocio y la soledad.Herramientas para la acciónSe resumen algunas recomendacionesde varios autores que recogen las experienciaspositivas y negativas en varios países(Canadá, Inglaterra, Australia y NuevaZelanda). Estas recomendaciones son unaguía que deberá ser adaptada a la realidadde cada institución (1, 9, 14, 20, 23, 24).1. Concepto de ambiente 100 % libre dehumo de tabaco. El objetivo debe ser implementarla prohibición completa del consumode tabaco en todas las instalaciones,abiertas o cerradas, de las institucionessanitarias. Se puede considerar como pasointermedio lograr el objetivo en los ambientescerrados y luego extenderlo a toda lainstitución.2. Integración de políticas de control detabaco y tratamiento de la adicción. Paralograr ambientes saludables para pacientesy trabajadores, el respeto de la normativadebe ir acompañada de herramientasterapéuticas adecuadas para pacientes yfuncionarios. No sólo promover y apoyar eltratamiento en quienes están preparadospara dejar de fumar, sino implementarterapias de sustitución nicotínica en todoslos pacientes que presentan elevadadependencia para facilitar el cumplimientode la normativa.3. Compromiso institucional. Es imprescindibleque las autoridades de la instituciónestén amplia y explícitamente comprometidascon la política de control de tabaco.Incluyendo el establecimiento de medidaspreventivas para evitar las transgresiones.4. Liderazgo de las acciones. Es recomendablecontar con un líder (o grupo de referencia)sensibilizador y motivador, paraproveer apoyo, entrenamiento y educaciónEDITORIAL SCIENS25

  • Page 3 and 4: Tabaquismo y enfermedad psiquiátri
  • Page 6 and 7: AutoresCapítulo 1Elba Inés Esteve
  • Page 8 and 9: Docente de la Residencia Interdisci
  • Page 10 and 11: Capítulo 14César A. Sánchez-Bell
  • Page 12 and 13: PrólogoDesde la primera publicaci
  • Page 14 and 15: Primera ParteIntroducción y contex
  • Page 16 and 17: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 18 and 19: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 22 and 23: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 24 and 25: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 26 and 27: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 29 and 30: FW Müller // Profesionales de salu
  • Page 31: FW Müller // Profesionales de salu
  • Page 34 and 35: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 36 and 37: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 38 and 39: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 40 and 41: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 42 and 43: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 44 and 45: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 46 and 47: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 48 and 49: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 50 and 51: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 52 and 53: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 54 and 55: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 56 and 57: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 58 and 59: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 60 and 61: D Serebrisky, F Müller // Tabaquis
  • Page 63 and 64: CAPÍTULO 5Tabaquismo en pacientes
  • Page 65 and 66: D Serebrisky // Tabaquismo en pacie
  • Page 67 and 68: D Serebrisky // Tabaquismo en pacie
  • Page 69 and 70: D Serebrisky // Tabaquismo en pacie
  • Page 71 and 72:

    D Serebrisky // Tabaquismo en pacie

  • Page 73 and 74:

    D Serebrisky // Tabaquismo en pacie

  • Page 75 and 76:

    D Serebrisky // Tabaquismo en pacie

  • Page 77 and 78:

    CAPÍTULO 6Tabaquismo y comunidades

  • Page 79 and 80:

    G de Vega // Tabaquismo y comunidad

  • Page 81 and 82:

    G de Vega // Tabaquismo y comunidad

  • Page 83 and 84:

    G de Vega // Tabaquismo y comunidad

  • Page 85 and 86:

    G de Vega // Tabaquismo y comunidad

  • Page 87 and 88:

    CAPÍTULO 7Tabaquismo en la interna

  • Page 89 and 90:

    GA Visintini // Tabaquismo en la in

  • Page 91 and 92:

    GA Visintini // Tabaquismo en la in

  • Page 93:

    Segunda ParteTabaquismocomo enferme

  • Page 96 and 97:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 98 and 99:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 100 and 101:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 102 and 103:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 104 and 105:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 106 and 107:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 108 and 109:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 110 and 111:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 112 and 113:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 114 and 115:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 116 and 117:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 118 and 119:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 120 and 121:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 122 and 123:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 124 and 125:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 126 and 127:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 128 and 129:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 130 and 131:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 132 and 133:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 134 and 135:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 136 and 137:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 138 and 139:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 140 and 141:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 142 and 143:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 144 and 145:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 146 and 147:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 148 and 149:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 150 and 151:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 152 and 153:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 154 and 155:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 156 and 157:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 158 and 159:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 160 and 161:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 162 and 163:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 164 and 165:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 166 and 167:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 168 and 169:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 170 and 171:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 172 and 173:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 174 and 175:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 176 and 177:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 178 and 179:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 180 and 181:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 182 and 183:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 184 and 185:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 186 and 187:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 188 and 189:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 190 and 191:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 192 and 193:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 194 and 195:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 196 and 197:

    200

  • Page 198 and 199:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 200 and 201:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 202 and 203:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 204 and 205:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 206 and 207:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 208 and 209:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 210 and 211:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 212 and 213:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 214 and 215:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 216 and 217:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 218 and 219:

    222

  • Page 220 and 221:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 222 and 223:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 224 and 225:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 226 and 227:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 228 and 229:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 230 and 231:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 232 and 233:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 234 and 235:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 236 and 237:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 238 and 239:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 240 and 241:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 242 and 243:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 244 and 245:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 246 and 247:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 248 and 249:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

  • Page 250 and 251:

    D Serebrisky, F Müller // Tabaquis

Biblioteca

Av. García del Río 2585 Piso 12 A - C.A.B.A
+54 11 2092 1646 | info@sciens.com.ar

Editorial Sciens, Todos los Derechos Reservados 2015