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Trastornos por sustancias . Alcohol Autora: Débora Serebrisky

D Serebrisky //

D Serebrisky // Trastornos por sustancias - Alcohol vaciado gástrico y diarreas. En el nivel cardiovascular el consumo agudo da lugar a una reducción aguda de la función contráctil del corazón y a la aparición de arritmias cardíacas. Las alteraciones agudas de la función contráctil del corazón se deben a un efecto inotrópico negativo del etanol sobre el músculo cardíaco, pero este efecto suele quedar enmascarado por un efecto indirecto cronotrópico e inotrópico positivo secundario a la liberación de catecolaminas. El consumo de alcohol también produce arritmias cardíacas, conocidas por el nombre “corazón del fin de semana” (holiday heart), que debe considerarse como una forma preclínica de miocardiopatía alcohólica. Los pacientes alcohólicos tienen un mayor riesgo de sufrir una muerte súbita independientemente de que presenten o no una cardiopatía coronaria. De hecho, aproximadamente una cuarta parte de las muertes súbitas en personas jóvenes o adultas de mediana edad se relacionan con una sobreingesta de alcohol. La relación entre consumo de alcohol y el desarrollo de hipertensión arterial (HTA) es conocida desde hace años al observar una mayor prevalencia de HTA entre los pacientes alcohólicos crónicos. En el nivel del SNC, además de producir embriaguez, deben destacarse sus efectos sobre la electrofisiología cerebral (potenciales evocados visuales y auditivos), el metabolismo cerebral y la circulación cerebral. Existen posibles efectos beneficiosos del consumo de cantidades moderadas como antiséptico gástrico e intestinal, sobre el sistema cardiovascular (reducción de la mortalidad global y de la mortalidad coronaria) y sobre la enfermedad de Alzheimer. El consumo crónico durante el embarazo puede originar el síndrome alcohólico fetal caracterizado por alteraciones en el crecimiento (déficit del crecimiento pre y posnatal), morfología y déficit neuronales en el feto (Day 2002). Los bebés suelen presentar los siguientes rasgos: microcefalia, retardo mental, hipoplasia mandibular, anomalías en el desarrollo de la cara (facies características, con ojos separados), malformaciones cardíacas, alteración de la audición, hipotonía muscular y síndrome de abstinencia en el bebé al nacimiento (manifestación de la dependencia física al alcohol). El síndrome de alcoholismo fetal es una de las causas más comunes de retraso mental y la única que es 100 % prevenible. Los efectos son irreversibles y duran toda la vida. Intoxicación alcohólica aguda La Intoxicación Alcohólica Aguda (IAA) es el trastorno orgánico más común inducido por alcohol (Hales E. et al 2000) y la intoxicación aguda más frecuente en nuestro medio. Afecta sobre todo varones entre 19- 28 años. La dosis letal 50 es 5 gr./l con ingesta aproximada de alcohol de 3 gr/ Kg. peso. La mortalidad por coma etílico es del 5 %. En la IAA el riesgo de sufrir Traumatismos Craneoencefálicos (TCE) y Hematoma Subdural es más del doble y está aumentado el de convulsiones, intentos autolíticos e intoxicaciones combinadas. 40

D Serebrisky / Fisiopatología del alcohol y sus efectos sobre la salud En la IAA se producen efectos reforzadores positivos y negativos. Se potencian los efectos sedativos favoreciendo la neurotransmisión inhibitoria más que la excitatoria, sobre todo por activación de receptores GABA-A. La vulnerabilidad es mayor en el sexo femenino y menor en alcohólicos, que constituye un marcador dinámico predictor de mayor riesgo de alcoholismo, hijos de padres alcohólicos y varones con personalidad antisocial y abuso o dependencia de sustancias. Además, la ADH y ALDH difieren genéticamente según la raza. El alcohol es principalmente un depresor de la transmisión nerviosa en el SNC y presenta tolerancia cruzada con otros psicótropos depresores del SNC. Las alteraciones del SNC son los primeros síntomas que aparecen en el paciente. Desde el punto de vista psicopatológico lo más relevante son los cambios conductuales que aparecen tras la ingesta de alcohol. Dentro de una variabilidad individual, en el consumo agudo de alcohol existe una relación más clara entre las concentraciones de etanol en sangre y el perfil de los efectos farmacológicos, que podemos apreciar en la tabla 1. Resaca La resaca se refiere a los síntomas desagradables que una persona experimenta después de tomar mucho alcohol. La resaca es más prevalente en bebedores de consumo bajo y moderado de alcohol. Los síntomas pueden abarcar (Penning R et al, 2012): - Sed - Dolor de cabeza y mareos - Náusea - Fatiga - Sensibilidad a la luz y al sonido - Latidos cardíacos rápidos - Depresión, ansiedad e irritabilidad - Disminución del nivel de alerta Un estudio realizado por la Universidad de Keele, en el Reino Unido, mostró que una persona con resaca tiene entre 5 y 10 % menos rendimiento en su memoria de trabajo y un incremento de 30 % en los errores en tareas simples. Sus tiempos de reacción también son más lentos: una persona de 20 años responde como una de 40 (Owen L. 2013). Un estudio de Verster y colaboradores (2013) mostró que más de la mitad de los conductores profesionales que consumen alcohol ocasionalmente experimentan resacas y reportan haber manejado con resaca durante los últimos 5 años. La mayoría de los conductores admitieron manejar con resaca “a veces”, 10 % reportaron hacerlo “frecuentemente” o “siempre”, aun reconociendo que eso afecta su capacidad de conducción. En resumen, es importante recordar que el alcohol etílico es siempre tóxico para el organismo, aunque la ingesta de alcohol puede afectar el organismo humano de diferentes maneras, según la susceptibilidad individual (sexo, edad, vulnerabilidad EDITORIAL SCIENS 41

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