Views
5 years ago

Tratado de Actualización en Psiquiatría - Fascículo 9

  • Text
  • Opinion
  • Eticos
  • Principios
  • Humanos
  • Madrid
  • Etica
  • Etica
  • Etica
  • Paciente
  • Responsabilidad
  • Tratamiento
  • Profesional
  • Psiquiatra
  • Salud
  • Derecho
  • Deber
Ética en Psiquiatría - Autor: Prof. Dr. Luis Allegro

Ética

Ética en Psiquiatría // Declaración de Madrid sobre los requisitos éticos de la práctica de la Psiquiatría Art. 511- Todo paciente mental tiene derecho a ser tratado en las condiciones más completas posibles, a través de los tratamientos específicos que correspondan a su estado, los que serán aplicados con la menor restricción e invasión a su libertad, debiendo brindar, además, protección física y mental a terceros. Art. 512- La determinación de que una persona padece una enfermedad mental se realizará de acuerdo con estrictas normas médicas aceptadas internacionalmente y dentro de lo estipulado por los códigos de los Derechos Humanos Art. 513- Cuando a un psiquiatra se le solicite la evaluación mental de una persona, es un deber ético informar al interesado sobre el propósito de su intervención así como sobre los resultados obtenidos y el uso de los mismos en la conducta terapéutica dentro de los límites de la comprensión del evaluado Art. 514- Cuando el paciente se encuentre incapacitado o no pueda ejercer un juicio adecuado a causa de una alteración mental, el psiquiatra consultará con su familia, su representante legal y aún con un jurista con el objeto de salvaguardar la dignidad y los derechos legales de la persona. En el ámbito hospitalario tomará conocimiento, además, el Comité de Ética de la institución. Art. 515- En todas las actividades que realicen los psiquiatras en relación a sus pacientes, debe salvaguardarse la autonomía de los mismos, considerada como la capacidad para reconocerse a sí mismo como persona diferente de los demás, identificando la realidad exterior de la interior y ser capaz de autogobernarse para poder adoptar decisiones de vida que lo mantengan en equilibrio interior, tanto como adaptado al medio ambiente. El paciente debe ser aceptado en el proceso terapéutico como un igual por derecho propio. Art. 516- Es necesario que una de las primeras evaluaciones del psiquiatra deba tener presente el grado de autonomía de su paciente, así como su capacidad de tomar conciencia de su estado y de la realidad que lo rodea, con el objeto de poder entender la comunicación de la opinión psiquiátrica sobre su salud y hacer uso de su derecho al libre Consentimiento Informado, dado que pueden variar espontáneamente o con el tratamiento. Art. 517- En el caso específico de los tratamientos deberán reconocerse como de carácter ético, no sólo por sus objetivos sintomáticos y terapéuticos, sino también porque contiene el potencial del desarrollo de la personalidad y conducta ética del paciente, apoyada esta última en la ética del médico que se basa en los principios de beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia. Art. 518- El tratamiento en Psiquiatría y en Psicología está basado en una relación de confianza y el respeto mutuo, similar a una alianza terapéutica entre el profesional y el paciente (confidencialidad). Este hecho favorece la creación de relaciones afectivas, emocionales y aún de necesidades y fantasías sexuales que interferirán en las relaciones con el terapeuta, con el medio familiar, laboral y social y que en casos extremos crean situaciones fuertemente antiéticas. El profesional debe ser especialmente cuidadoso en estos aspectos y en la tendencia de los pacientes a modelar sus conductas, de acuerdo con la identificación que hace con las de su terapeuta, circunstancia que crea una situación de Sciens Editorial poder que puede vulnerar el fundamento ético de la relación, por lo que no debe aprovecharse de estos fenómenos propios del proceso terapéutico. Art. 519- Los miembros del Equipo de Salud relacionados al área de la Psiquiatría deben cumplir las normas nacionales e internacionales y las del presente Código para llevar a cabo investigaciones. Art. 520- Los miembros del Equipo de Salud relacionados al área de Psiquiatría involucrados en la investigación genética de los desórdenes mentales estarán atentos al hecho que los límites de la información genética, no se restringen sólo a la persona de la cual fue obtenida, sino que su descubrimiento puede tener efectos negativos y disociadores en las familias y comunidades de los individuos involucrados. Art. 521- Los miembros del Equipo de Salud relacionados al área de la Psiquiatría deben proteger a sus pacientes y ayudarlos a ejercer su autodeterminación en el mayor grado posible en los casos de Donación de Órganos y Tejidos para Trasplantes. Art. 522- La Asociación Médica Argentina adhiere a la Declaración de Madrid, España (1996) aprobada por la Asamblea General de la Asociación Mundial de Psiquiatría. Declaración de Madrid sobre los requisitos éticos de la práctica de la Psiquiatría Aprobada por la Asamblea General de Madrid, España, del 25 de agosto de 1996 y revisada por la Asamblea General de Yokohama, Japón, del 26 de agosto de 2002. Se transcribe el texto íntegro del documento aprobado por el X Congreso de Psiquiatría celebrado en Madrid en agosto de 1996. “En 1977, la Asociación Mundial de Psiquiatría aprobó la Declaración de Hawaii en la que se establecían las normas éticas para la práctica de la Psiquiatría. La declaración fue actualizada en Viena, en 1983. Con el objeto de incorporar los cambios en las actitudes sociales y los avances de la Medicina, la Asociación Mundial de Psiquiatría ha examinado y revisado de nuevo algunas de esas normas éticas. La Medicina es tanto un arte curativo como una ciencia. La dinámica de esta combinación se manifiesta, más que en ningún otro caso, en la Psiquiatría, que es la rama de la Medicina especializada en la asistencia y la protección de los personas enfermas o discapacitadas debido a algún trastorno o deficiencia mentales. A pesar de las diferencias culturales, sociales y nacionales, es imprescindible el desarrollo y la revisión permanente de normas éticas de alcance universal. En tanto que clínico, el psiquiatra debe tener en cuenta las implicaciones éticas del ejercicio de la Medicina, así como de las exigencias éticas específicas de la especialidad de la Psiquiatría. Por otra parte, como miembro de la sociedad, el psiquiatra debe defender el tratamiento justo y equitativo de los enfermos mentales, en aras de una justicia social igual para todos. El comportamiento ético se basa en la conciencia de la responsabilidad del propio psiquiatra con cada paciente y en la capacidad de ambos para determinar cuál es el comportamiento correcto y adecuado. Las directrices y normas externas tales como los códigos Tratado de Actualización en Psiquiatría 9

CAPÍTULO XX Ética en Psiquiatría // Declaración de Madrid sobre los requisitos éticos de la práctica de la Psiquiatría deontológicos profesionales, las aportaciones de la ética o la normativa legal, no garantizan por sí solas una práctica ética de la Medicina. El psiquiatra debe tener en cuenta siempre los límites de la relación psiquiatra-enfermo y guiarse principalmente por el respeto al paciente y la preocupación por su bienestar e integridad. Con este espíritu, la Asociación Mundial de Psiquiatría aprobó en su Asamblea General de 25 de agosto de 1996 las siguientes directrices éticas, que fueron actualizadas en su Asamblea General de 26 de agosto de 2002, y son la referencia para el comportamiento de los psiquiatras de todo el mundo. Normas generales 1. La Psiquiatría es una disciplina médica cuyos objetivos son proporcionar el mejor tratamiento posible para los trastornos mentales, rehabilitar a las personas que sufren estas enfermedades y promover la salud mental. El psiquiatra debe atender a sus pacientes proporcionándoles el mejor tratamiento disponible de acuerdo con los conocimientos científicos y los principios éticos aceptados. El psiquiatra debe seleccionar las intervenciones terapéuticas menos restrictivas para la libertad de sus pacientes y debe buscar asesoramiento en todo lo que no tuviere una experiencia suficiente. Además, el psiquiatra debe tener en cuenta y preocuparse por una distribución equitativa de los recursos sanitarios. 2. Es deber del psiquiatra mantenerse al corriente de los avances científicos de su especialidad y de transmitir estos conocimientos debidamente actualizados. Los psiquiatras con experiencia en investigación deben procurar el avance de las fronteras científicas de la Psiquiatría. 3. El paciente debe ser aceptado, por derecho propio, como un colaborador en el proceso terapéutico. La relación psiquiatra-enfermo debe basarse en la confianza y respeto mutuos, para permitir que el paciente tome decisiones libres e informadas. El deber del psiquiatra es proporcionar al paciente la información relevante para que pueda tomar decisiones lógicas de acuerdo con sus propios valores y preferencias. 4. Cuando el paciente esté incapacitado, no pueda hacerse un juicio adecuado como consecuencia de un trastorno mental, tenga deficiencias graves o sea incompetente, el psiquiatra deberá consultar con la familia y, si fuere necesario, buscar asesoramiento legal, para salvaguardar la dignidad humana y los derechos legales del enfermo. No se debe llevar a cabo ningún tratamiento contra la voluntad del paciente, a menos que el no hacerlo ponga en peligro su vida o la de los que le rodean. El tratamiento debe tener siempre como objetivo el interés del paciente. 5. Al ser requerido para evaluar a una persona, el psiquiatra tiene como primer requisito informarle claramente sobre el propósito de la intervención profesional, el uso que se fuere a hacer de sus resultados y las posibles repercusiones de la evaluación. Esto es particularmente importante cuando intervengan terceras partes. 6. La información obtenida en la relación terapéutica es confidencial y su única y exclusiva finalidad es mejorar la salud mental del paciente. El psiquiatra tiene prohibido hacer uso de esta información en su propio beneficio, por motivos económicos o académicos. Sólo se permite la violación de la confidencialidad cuando el 10 Prof. Dr. Luis Allegro mantenerla pudiere dar lugar a un daño físico o mental graves para el paciente o para una tercera persona, tal y como ocurre en el abuso infantil. En estos casos, el psiquiatra deberá, en la medida de lo posible, informar primero al paciente sobre las medidas a tomar. 7. Una investigación que no se realice de acuerdo con los cánones de la ciencia no es ética. Toda investigación debe ser aprobada por un comité ético debidamente constituido. El psiquiatra debe someterse a la normativa, nacional e internacional, para la investigación. Sólo los psiquiatras debidamente cualificados pueden dirigir o llevar a cabo una investigación. Es necesario extremar las precauciones para salvaguardar la autonomía y la integridad física y mental de las personas con trastornos psiquiátricos, ya que son sujetos de investigación especialmente vulnerables. Las normas éticas también se aplican a la selección de grupos de población, en todo tipo de investigación, incluyendo los estudios. Pautas para situaciones específicas El Comité de Ética de la Asociación Mundial de Psiquiatría es consciente de la necesidad de desarrollar unas normas concretas para situaciones específicas. Las cinco primeras fueron aprobadas por la Asamblea General de Madrid, España, del 25 de agosto de 1996, las tres siguientes por la Asamblea General de Hamburgo, Alemania, del 8 de agosto de 1999 y las cuatro últimas, por la Asamblea General de Yokohama, Japón, el 16 de agosto de 2002. 1. Eutanasia El primero y principal deber del médico es la promoción de la salud, la reducción del sufrimiento y la protección de la vida. El psiquiatra, entre cuyos pacientes hay personas gravemente incapacitadas e incompetentes para tomar decisiones a partir de una información pertinente, debe ser especialmente cuidadoso con todo lo que pueda poner en peligro la vida de aquel al que sus deficiencias le impidieren protegerse. El psiquiatra debe tener en cuenta que una enfermedad mental, como por ejemplo una depresión puede distorsionar los puntos de vista de un paciente. En estas circunstancias, el deber del psiquiatra es tratar la enfermedad. 2. Tortura El psiquiatra no debe tomar parte en ningún proceso de tortura mental o física, aún cuando intentare obligarle un superior. 3. Pena de muerte Bajo ningún concepto puede un psiquiatra participar en ejecuciones legalmente autorizadas, ni en la evaluación de la capacidad mental de una persona para poder ser ejecutada. 4. Selección de sexo El psiquiatra no debe participar en decisiones relativas a la interrupción del embarazo con el objetivo de seleccionar el sexo de los descendientes. 5. Trasplante de órganos El papel del psiquiatra es el de clarificar todo lo relacionado con la donación de órganos y asesorar sobre los factores religiosos, culturales, sociales y familiares presentes, para garantizar que todos los implicados tomen decisiones correctas y adecuadas. El psiquiatra no debe decidir en nombre de un paciente, ni debe utilizar sus conocimientos psicoterapéuticos para influir en sus decisiones. En el trasplante de órganos el deber del psiquiatra es proteger a sus pacientes y ayudarles, en todo

Biblioteca

Av. García del Río 2585 Piso 12 A - C.A.B.A
+54 11 2092 1646 | info@sciens.com.ar

Editorial Sciens, Todos los Derechos Reservados 2015