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Urgencias 4 - Episodios agudos en psicosis crónicas

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Urgencias en psiquiatría: Episodios agudos en psicosis crónicas

NMC Derito //

NMC Derito // Urgencias en psiquiatría. Episodios agudos en psicosis crónicas TABLA 4 Dosis habituales de los antipsicóticos atípicos para el tratamiento de un episodio agudo de esquizofrenia Antipsicótico Risperidona Paliperidona Olanzapina Quetiapina Ziprasidona Aripiprazol Clozapina Rango de dosis (mg / d) 2 – 4 6 – 9 10 - 20 400 - 800 120 - 160 30 - 45 300 - 900 Tomado de 5. los síntomas residuales pueden continuar mejorando durante seis a doce semanas (5, 11). Se propone un lapso de tres a seis semanas como tiempo de espera para la respuesta a un antipsicótico (5, 11). Fase de estabilización Corresponde a los seis a doce meses posteriores a un episodio agudo. Su objetivo es minimizar el estrés y proveerle apoyo al paciente para disminuir las probabilidades de recaída, aumentar la adaptación a la vida social y facilitar la reducción continuada de los síntomas y la consolidación de la remisión (5, 11). Se debe intentar continuar con el mismo antipsicótico a la misma dosis durante los seis meses siguientes. Fase de mantenimiento El objetivo de la fase de mantenimiento es asegurar que el paciente mantenga o mejore su nivel de funcionamiento y su calidad de vida, tratando, a la vez, los síntomas prodrómicos o los aumentos en los síntomas psicóticos para minimizar el riesgo de recaídas, y continuando el monitoreo de los efectos adversos (5, 11). Debe lograrse un adecuado equilibrio entre el riesgo de efectos adversos a largo plazo, por un lado, y el riesgo de recaídas, por el otro. En la mayoría de los casos, se debe mantener la misma dosis del antipsicótico que mostró ser eficaz durante la fase aguda durante los primeros meses de la fase de mantenimiento, pero también pueden utilizarse dosis menores, sobre todo para paliar los efectos adversos dosisdependientes. Si luego de disminuir la dosis reaparecen los síntomas, se debería volver a la dosis utilizada previamente. El tratamiento debe mantenerse, por regla general, de manera indefinida, excepto aquellos que se recuperan de su primer episodio en los que se continúa el tratamiento durante uno a dos años (5, 6, 11). Rferencias bibliográficas • 1. American Psychiatric Associaton. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-IV). American Psychiatric Press, Washington DC, 1994. • 2. Goldar JC, Rojas D, Outes M. Introducción al diagnóstico de las psicosis. Buenos Aires, Salerno, 1993. • 3. Hecker E. Die Hebephrenie. Ein Beitrg zur klinischen Psychiatrie Archiv für pathologische Anatomie und Physiologie und für klinische Medizin 1871; 25: 394-429. • 4. Jabs BE, Verdaguer MF, Pfuhlmann B, Bartsch AJ, Beckmann H. The concept of Hebephrenia over the course of time with particular reference to the Wernicke-Kleist-Leonhard School. World J Biol Psychiatry 2002; 3: 200-206. • 5. Jufe G. Psicofarmacología práctica. 3ª ed. Buenos Aires, Polemos, 2012. • 6. Kane JM, Leucht S, et al. The expert consensus guidelines series. Optimizing pharmacologic treatment of psychotic disorders. J Clin Psychiatry 2003; 64 (Suppl 12): 1-100. • 7. Kane JM. Pharmacologic treatment of schizophrenia. Biol Psychiatry 1999; 46: 1396-1408. • 8. Leonhard K. Clasificación de las psicosis endógenas y su etiología diferenciada. Buenos Aires, Polemos, 1995. • 9. Organización Mundial de la Salud. Clasificación Internacional de Enfermedades. Décima edición. Ginebra, 1992. • 10. Salazar M, Peralta C, Pastor FJ. Manual de Psicofarmacología. 2ª ed. Madrid, Panamericana, 2011. • 11. Wikinski S, Jufe G. El tratamiento farmacológico en Psiquiatría. 2a ed. Buenos Aires, Panamericana, 2013. 46

Capítulo 5 Esquizofrenia simple. Episodio agudo María Norma Claudia Derito Introducción Siempre resulta difícil comprender, porqué patologías que presentan cuadros clínicos bastante diferentes terminan unidos como subformas de una enfermedad aparentemente única descripta por Emil Kraepelin, a la que denominó demencia precoz (1894). Ese nombre fue acuñado por el psiquiatra francés Benedict Morel (1860), quien describió el caso de un adolescente de 14 años, que había sido considerado como un alumno brillante y repentinamente pierde su alegría para volverse serio, taciturno y con tendencia a la soledad, odio, incluso a su propio padre, siendo este cuadro progresivo. Morel interpretó esa desorganización de la personalidad como una detención del desarrollo que debería agruparse junto con la debilidad mental entre las variantes de la degeneración intelectual, física y moral, que resultan de factores hereditarios. En verdad determinaba un importante y pronto deterioro de las funciones psíquicas (2). Nada tuvieron que ver ambas situaciones, de Kraepelin se desprende toda la concepción de la psiquiatría alemana sobre esta enfermedad. Antecedentes históricos La clasificación de Kraepelin reconoce como antecedentes la nosografía de Kahlbaum, la concepción de este se basaba en la creencia de la necesidad de describir varios cuadros clínicos unificados al demostrarse una misma etiología, el mismo sustrato lesional, los mismos síntomas y la misma evolución (10). Teniendo en cuenta esta idea, Kraepelin describe una serie de cuadros clínicos psicóticos, de comienzo en la juventud o en la primera etapa de la adultez y evolución desfavorable hacia una especie particular de demencia. Los cuadros clínicos agrupados por Kraepelin eran muy dispares, pero fue aceptada casi en forma unánime por la comunidad psiquiátrica y "adquirió proporciones gigantescas, entre otros motivos por abarcar la mitad de los enfermos crónicos internados en las instituciones psiquiátricas" (1). En cuanto a la concepción de las formas clínicas, Kraepelin tomó complejos sintomáticos que unió por su evolución semejante. Toma la hebefrenia de Kahlbaum y Hecker, que describe Hecker sobre la base de los escritos de Kahlbaum y dice de ella: "La hebefrenia es una enfermedad que siempre hace su erupción en unión con el desarrollo de la pubertad. En todos los casos por mí observados donde he podido constatar el comienzo, este oscila entre los 18 y 22 años, en una edad donde 'la renovación psicológica y la reorganización del yo', bajo condiciones normales, parece haber alcanzado su terminación". Por otra parte, dice que "lo característico estriba en la variación de los estadios psíquicos, donde los cuadros de melancolía, manía, confusión mental y embotamiento psíquico se suceden en un determinado orden" (8). Otro grupo es el de los cuadros catatónicos también descriptos por Kahlbaum como "locura de tensión", cuadros motores EDITORIAL SCIENS 47

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