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Urgencias 2 - Psicosis de base somática

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Urgencias en psiquiatría: Psicosis de base somática. Directora: María Norma Claudia Derito

NMC Derito //

NMC Derito // Urgencias en psiquiatría. Psicosis de base somática CUADRO 5 Características generales de las manifestaciones ictales, aplicables a la psicosis ictal Manifestaciones psiquiátricas ictales Estereotipadas, repetitivas e invariables, con gran intensidad sensorial. Son de aparición abrupta, breve duración y ocurren fuera de contexto. Sin embargo, en ocasiones pueden prolongarse en el tiempo desde semanas hasta meses. La expresión clínica en los casos de estatus parciales es fluctuante o cíclica, con periodos de exacerbación y de remisión aparente (14). Las emociones más bien son instintivas y forman parte sustancial del cuadro. Las impulsiones son usuales. Dentro de las manifestaciones psicóticas, son más frecuentes las alucinaciones simples, y las modalidades gustativas, olfativas y visuales. inespecífica, vivenciándose todos los contenidos de su campo de manera poco clara y no lúcida, inscribiéndose la productividad delirante alucinatoria en este contexto, adquiriendo caracteres oníricos. También se puede dar el caso de una modificación cualitativa, conocida como estado crepuscular, en el cual el foco de atención se estrecha y circunscribe a un número reducido de contenidos con fuerte carga afectiva, los cuales suelen ser vivenciados con claridad, de manera tal que el paciente parece fijado a estos desatendiendo aquellos otros no relacionados. Como consecuencia de lo anterior, la conexión establecida con el medio es parcial, en tanto solo se aprehenden aquellos estímulos asociados, de allí que estos pacientes parezcan parcialmente conectados con el entorno y con su propia situación interna. Este núcleo ideo-afectivo, puede ser experimentado en una atmosfera onírica en la cual se instala la productividad psicótica delirante-alucinatoria, o puede expresarse como comportamientos automatizados con pobreza de pensar, aunque por lo general existe una mixtura de ambos estados. En sendos casos de alteración del estado de conciencia, las modificaciones anímicas son igualmente sustanciales, prevaleciendo la inestabilidad anímica oscilante entre la angustia acuciante, la irritabilidad, la tristeza y la euforia, que a menudo se superponen en una mixtura indisoluble, acompañados de repercusiones en el plano motor, con hipocinesias o hipercinesias que pueden finiquitar en estados motores puros de excitación psicomotriz y estupor. También la vida instintiva-impulsiva se libera, siendo frecuente las manifestaciones autoagresivas y heteroagresivas, y en algunos casos además se exacerban los impulsos designados como dipsomanía, cleptomanía, piromanía y dromomanía 2 . A este cortejo sintomático se agregan manifestaciones paramnesias, como las ecmnesias, los falsos reconocimientos, los síndromes de Capgras y frégoli, deja vu y jamais vu, entre otros, y fenómenos de desrealización o despersonalización, que a veces adoptan el extremo de las alucinaciones autoscópicas, la heuteroscopia y la 2. Se trata de un impulso a deambular sin rumbo, también conocido como fuga epiléptica. 58

RE Cortese // Epilepsia y psicosis deuteroscopia 3 (9). Las distorsiones sensoperceptivas, como la hipersensibilidad del registro sensoperceptivo y su experimentación caleidoscópica, o las ilusiones tales, como dismorfopsias y metamorfopsias, son asimismo condimentos a menudo acompañantes. También se aprecia tramos de desorganización del pensamiento, automatismos mentales, viscosidad, bradipsiquia y pensamiento forzado u obsesivo. Cabe agregar que lo anteriormente expuesto varía de acuerdo con la localización de las descargas y los efectos de inhibición y liberación asociados. Por ejemplo, en los estatus parciales frontales prevalecen la indiferencia afectiva, la perplejidad , el mutismo, la pobreza y enlentecimiento del habla correlativo al pensamiento, así como en otras ocasiones se muestran hilarantes, maniformes, con confabulaciones; mientras que en el caso del estatus parcial psicomotor o temporo-límbico, son más corrientes los cambios intensos de ánimo, incluyendo el miedo, la angustia, la irritabilidad y la desconfianza, además de la ideación paranoide y el negativismo (14). En referencia a los síntomas psicóticos, prevalece el delirio asistemático, de temática mística-religiosa o paranoide, con alucinaciones psicosensoriales a predominio visuales, olfatorias y gustativas. A partir de lo mencionado se pueden extraer ciertas regularidades en la forma de presentación de las manifestaciones ictales, aplicables igualmente a las PI (ver cuadro 5). Luego de estos episodios la amnesia es la regla, lo que da cuenta de esta alteración del nivel de conciencia. A partir de lo expuesto, se entiende que en rigor de la verdad, las formas ictales no representan cuadros psicóticos estrictamente (12), sino que las manifestaciones psicóticas que despliegan acompañadas de las anteriores mencionadas, son el reflejo inmediato de los efectos de la descarga epiléptica, dependiendo sus atributos clínicos de las áreas exitadas o desinhibidas que se dibujan de acuerdo con los circuitos anómalos por los que discurrirá la corriente eléctrica. Por otro lado, estas áreas al ser las mismas en las sucesivas crisis determinarán una regularidad que explica la fijeza sintomatológica. Cabe señalar el parecido de estas manifestaciones con las reacciones histéricas descriptas por los clásicos, hoy en día contenidas en algunos trastornos disociativos, y las psicosis marginales del circulo epileptoide descriptas por Kleist, sumado a los puntos de contacto existentes con las psicosis cicloides de Leonhard, lo que abona la hipótesis de la existencia de reacciones preformadas, dispuestas en niveles jerárquicos de organización funcional del sistema nervioso central, y que representan adquisiciones filogenéticas que pueden ser liberadas por diferentes procesos patológicos. Muchas de estas manifestaciones de las psicosis ictales se observan en el delírium postictal y las psicosis posictales, lo que acerca a estas subformas al círculo de las expresiones correlativas a las descargas epilépticas, ya sea por efecto directo e 3. Heautoscopia: trastorno de la conciencia en el que el individuo tiene la vivencia de verse desde afuera, como si fuera visto por otro individuo. La deuteroscopia, es una modalidad de la anterior, en la que el sujeto se ve a sí mismo desde afuera pero se percibe corporalmente cambiado. Forma corporal, facciones, gestos percibidos, son diferentes a los del individuo, pero el individuo vivencia igualmente que se está viendo él mismo. EDITORIAL SCIENS 59

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