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Urgencias 1 - Trastornos de ansiedad

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Urgencias en psiquiatría: Trastornos de ansiedad Director: Alberto Monchablón Espinoza Coordinadora: María Norma Claudia Derito

Introducción Capítulo

Introducción Capítulo 1 Carlos Aranovich Concepto de emergencia La literatura anglosajona se refiere de manera generalizada bajo la denominación de emergencia (emergency) a toda el área relacionada con la atención sanitaria que cumple con dos características: súbita aparición y apremio en la resolución. En la lengua castellana se suele incurrir en dos términos que coloquialmente se toman como sinónimos pese a no serlo: urgencia y emergencia. Indagando en la definición de los términos es posible establecer una clara diferencia, pese a la íntima relación entre ambos conceptos: la urgencia hace referencia a la necesidad imperiosa de pronta resolución, al tiempo que la emergencia alude a la súbita aparición de una eventualidad inesperada. Expresado en otros términos, la urgencia posee relación con el tiempo de resolución, mientras que la emergencia se refiere al curso de desarrollo del evento. De todos modos, la práctica asistencial cotidiana demuestra que ambos conceptos se hallan íntimamente relacionados, lo que explica la sinonimia corrientemente utilizada, debido a que ambas contingencias suelen solaparse, pese a la diferenciación semántica. La emergencia psiquiátrica como disciplina crítica Por definición axiomática, la emergencia psiquiátrica es una disciplina de intervención en crisis, por lo que, ante la aparición súbita e inesperada de un cuadro agudo, el ejercicio profesional resulta clave en favorecer la evolución hacia el polo favorable. Expresado en otras palabras: disminuir el porcentaje de cercanía ante una amenaza real se erige como el objetivo horizonte del psiquiatra de emergencias. En este contexto la emergencia psiquiátrica cuenta con características comunes a todas las ramas de la emergentología, al tiempo que se desenvuelve con algunas particularidades que la definen como una entidad propia. Enumerando esto, podemos afirmar que suelen darse ciertas condiciones en las que el ejercicio profesional del equipo de salud mental debe desenvolverse de manera diferente al de otras ramas de la salud. Riesgo de sufrir agresión física Fenómenos como la productividad psicótica, la disforia, la agitación y la excitación psicomotriz –objeto indelegable de la atención en emergencias en salud mental- suelen incurrir en agresividad hacia terceros como un integrante más del síndrome. El equipo profesional no se encuentra exento de exponerse a tal agresión física. De todos modos, es menester hacer mención que los profesionales del equipo de emergen- EDITORIAL SCIENS 17

A Monchablon Espinoza, NMC Derito // Urgencias en psiquiatría. Trastornos de Ansiedad cias no se encuentran bajo hipótesis de riesgo, por lo que la contención del paciente violento es responsabilidad de las fuerzas de seguridad correspondientes. Antes de efectuar cualquier intervención terapéutica se debe resguardar la seguridad del equipo como medida prioritaria, no hacerlo equivale a actuar con un exceso de temeridad ajeno a la disciplina. Probable oposición del paciente a ser asistido Un grupo de patologías mentales agudas cursan con ausencia de conciencia de enfermedad y de síntoma, lo que determina que la atención es demandada por personas allegadas al paciente o bien por instituciones del estado (policía, poder judicial, etc.). Esta situación determina que adicionalmente al escollo que significa para el psiquiatra la resolución clínica del caso, debe sortear la oposición del paciente a colaborar con la anamnesis, la toma voluntaria de la medicación indicada y el seguimiento de las indicaciones impartidas. Esto contrasta con la regla de la atención médica, donde el paciente es quien recurre a ejercer la demanda. En este sentido es probable que nos encontremos con la eventual necesidad de actuar contra su voluntad. No es innecesario remarcar que todo paciente con compromiso de la capacidad judiciativa no se encuentra en condiciones de consentir ni de rechazar las indicaciones profesionales. Posibilidad de ejercer en sitios no convencionales El curso de los cuadros psiquiátricos agudos, pese a tener pródromos que el ojo selectivo puede avizorar, pueden desencadenarse en cualquier medio en el que se encuentre el paciente. Las crisis de pánico con agorafobia son un claro ejemplo de ello, que conjuntamente a los episodios de agitación en la vía publica, los cuadros de excitación relacionados con sustancias o síndromes psicóticos agudos representan situaciones que pueden exigirle al equipo ejercer en sitios ajenos a los centros asistenciales convencionales. El cliché tan utilizado en las películas de ficción en las que el psiquiatra asiste al suicida parado en la cornisa no es ajeno a la práctica profesional real como la asistencia a víctimas de catástrofes en el lugar de los hechos. Todo ello configura un marco de posibilidades múltiples a los que el equipo de emergencias en salud mental deberá adecuarse a fin de mejorar la situación del paciente. Siempre se debe procurar atender en sitios seguros, que permitan lograr el confort y ganar la confianza del paciente. Exposición a presiones de familiares, sociales, profesionales, etc. El accionar dentro de la ética profesional, la deontología y guiarse mediante indicaciones consensuadas científicamente, no solo presenta la piedra angular de la buena práctica profesional sino que representa la mejor forma de prevenir dificultades judiciales futuras. Pese a ello, no deben obviarse las presiones a las que puede verse sometido el equipo actuante: los integrante familiares que pueden llegar a abogar tanto como para que se interne como para dene- 18

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