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Volumen VII - Adultos mayores - Agosto 2013

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Tratado de Psicofarmacología y Neurociencia Volumen VII Adultos mayores, una población vulnerable

M Murgieri // Procesos

M Murgieri // Procesos cognitivos en adultos mayores sanos y deprimidos La declinación intelectual puede estar influida por enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, artrosis y otras enfermedades inflamatorias. Blazer (2010) propone también que personas mayores con menos deterioro cognitivo mejoran su estilo de vida y su cuidado de la salud, aunque esa relación no está firmemente demostrada. Para este estudio no hay modelos uniformes de cambio del desarrollo a lo largo de todas las pruebas utilizadas para determinar la competencia intelectual de grupos de edad. En el SLS también se citan los efecto cohorte (generacionales) en relación al rendimiento intelectual. El deterioro puede ser sobrestimado o subestimado según los gradientes de cohorte. Otro estudio longitudinal europeo es el Berlín Aging Study, se trata de un estudio de 6 años en personas de 70 a 103 años, con resultados similares al anterior, con descenso de las habilidades fluidas, fluencia verbal, y rapidez perceptiva y conservación de la habilidad verbal o cristalizada. De todos modos debemos destacar que hay grandes variaciones interindividuales. Hay quienes hablan de capacidades resistentes al envejecimiento frente a otras sensibles al envejecimiento (Lindenberger, 2001) y pragmáticas frente a mecánicas (Baltes y Lindenberger, 1997). Baltes (2000) diferencia claramente aquellos aspectos cognitivos que en relación a pérdidas y ganancias en el ciclo vital, disminuyen o se mantienen estables, incluso pueden mejorar. “…La mecánica cognitiva está formada por el soporte físico de la mente, es decir, la estructura neurofisiológica del cerebro que se ha desarrollado a lo largo del proceso de evolución humana. La mecánica cognitiva está formada por la velocidad y exactitud de los procesos implicados en la percepción sensorial, la atención, la memoria visual y motora, la discriminación, la comparación y la categorización. Debido a la fuerte influencia que la biología, la herencia genética y la salud ejercen sobre la mecánica cognitiva, resulta probable que este aspecto de la cognición disminuya por causa del envejecimiento”. “La pragmática cognitiva está formada por el soporte lógico de la mente, es decir, los “programas” que se basan en la cultura. La pragmática cognitiva incluye aspectos como la habilidad para la lectoescritura, la comprensión verbal, la formación educativa, las capacidades laborales y también el tipo de conocimiento acerca del yo y de las habilidades vitales que nos permiten controlar nuestra vida y hacer frente a las dificultades. Debido a la fuerte influencia que la cultura ejerce sobre la pragmática cognitiva, es posible que este aspecto mejore con la edad. De esta manera, a pesar de que la mecánica cognitiva puede disminuir con los años, la pragmática cognitiva puede, de hecho, mejorar” (Baltes y Singer, 2001). El equipo de trabajo de Baltes ha efectuado un estudio multidimensional EDITORIAL SCIENS 93

LM Zieher - M Zorrilla Zubilete // Tratado de Psicofarmacología y Neurociencia, Volumen VII. Adultos mayores, una población vulnerable (BASE: Berliner Alter Study) considerando diversas variables en relación con el envejecimiento, como la edad, los aspectos perceptivos, las capacidades intelectuales, la personalidad, las relaciones sociales, y su influencia en el desempeño cognitivo. La memoria suele presentar un declive durante la vejez, pero debemos diferenciar los distintos tipos de memoria. La memoria a corto plazo es aquella destinada a la información que se le presenta al sujeto y que la persona debe recordar tras un período breve de tiempo. Esta memoria en su forma tradicional o como memoria de trabajo muestra un declive con la edad, más pronunciado si la tarea es compleja o hay interferencias (Blocklehurst´s, 2005). La memoria a largo plazo, abarca un conjunto de habilidades diferentes entre las que se encuentran la memoria autobiográfica, la memoria episódica y la memoria semántica. En el caso de esta última el recuerdo de acontecimientos y elementos es igual que en los jóvenes aunque a veces la recuperación de información puede ser más lenta y menos detallada. Podemos definir memoria semántica como aquella que permite a la persona mantener en la memoria el significado de las palabras, conceptos, hechos, categorías, eventos del mundo (Fernández Ballesteros, 2009). El adulto mayor sano no tiene problemas en la memoria semántica, al contrario está enriquecida en la vejez normal, pero puede haber trastornos en el acceso al léxico, que puede hace retrasar la formación de oraciones, lo cual depende de la función ejecutiva. La memoria semántica se deteriora en las demencias. Los ancianos tampoco sufren deterioro a menudo en las tareas de la memoria implícita, aquella necesaria para recordar información que el individuo ha encontrado con anterioridad. Si las tareas son difíciles hay diferencia entre jóvenes y adultos mayores. La memoria prospectiva , aquella necesaria, para recordar cómo hacer algo y aplicarlo en el futuro puede estar alterada en el envejecimiento, pero las diferencias interindividuales son importantes y no debemos utilizar estos datos para pensar que los adultos mayores no pueden aprender algo nuevo, aunque en algunos casos el período de entrenamiento deba ser algo mayor. El Betula Study, diseñado por Nilsson et al. (1997) en Suecia sobre la memoria muestra un declive relativamente limitado de la memoria semántica (conocimiento verbal), y episódica (memoria de acontecimientos) pero más de esta última, a lo largo de un período de 5 años en un grupo de entre 60 y 80 años (Lövden y col. 2004). En estudios efectuados en gemelos (estudio SATSA y OCTO-Twin Study) se estudia el declive de las habilidades cognitivas con la edad, concluyendo que existen alrededor de 43 % de heredabilidad, es decir factores genéticos, mientras que los factores ambientales no 94

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