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112 - MS Pérez de Vargas - Febrero 2019

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Genética clínica y esquizofrenia. María Sol Pérez Vargas

112 - MS Pérez de Vargas - Febrero

Psicofarmacología 19:112, Enero de 2019 Dra. María Sol Pérez de Vargas Médica de guardia del Hospital de Emergencias Psiquiátricas T. de Alvear. Magíster en Psiconeurofarmacología. Fecha de recepción: 25 de octubre de 2018 Fecha de aceptación: 14 de diciembre de 2018 Genética clínica y esquizofrenia Resumen En este trabajo se presenta una revisión de los genes multigénicos de la maquinaria presináptica, más destacados en la producción de la Esquizofrenia. Entre ellos encontramos el DISC1, la Neurrregulina, la Reelina y la AKT. Genes y glutamato: GRID2, GRM7, GRIA 1 , GRN2A y GRM 3 . El gen de dopamina, DbH, el gen NARP, el gen transportador de 5HT, el Gen Dysbindin-1 y el gen de Prolina dehidrogenasa. La Genética y la Esquizofrenia, involucran además una determinada cantidad de cromosomas, en especial el cromosoma 6 , su relación con el Complejo Mayor de Histocompatibilidad, el complemento en especial el CD4 y los mecanismos neuroinflamatorios desde el período prenatal hasta la adultez, que comprometen el funcionamiento normal de los neurotransmisores, con las citoquinas y dentro de ellas las interleuquinas vía común de señalización para los genes y factores ambientales afectando las funciones cognitivas con disminución del LTP. El disbalance de los mecanismos inflamatorios vs. los antiinflamatorios determinarían las alteraciones funcionales cerebrales, además de una mayor actividad de la microglía. La consecuencia de la influencia genética, ocasionaría alteraciones en el funcionamiento en receptores glutamatérgicos, gabaérgicos, dopaminérgicos, nicotínicos corticales y estriatales y serotonérgicos, neurotransmisores, enzimas y vías de señalización a los que se suman nuevos locus descriptos en estudios pangenómicos que determinan que haya antipsicóticos más específicos que otros en la efectividad terapéutica en la enfermedad. Palabras clave Genética – Esquizofrenia – Complejo Mayor de Histocompatibilidad – Cromosoma 6 – DISC1 – Microglia – Mecanismos inflamatorios vs. antiinflamatorios – Neurotransmisores – Vías de señalización – SNPs – Variantes terapéuticas. Perez Vargas María Sol. “Genética clínica y esquizofrenia”. Psicofarmacología 2019;112:5-25. Puede consultar otros artículos publicados por los autores en la revista Psicofarmacología en sciens.com.ar La esquizofrenia (EZQ) es una enfermedad del neurodesarrollo, en la que están involucrados factores genéticos y epigenéticos. Desde el punto de vista de la genética, la enfermedad tiene una base multigénica, en la que los efectos colectivos disfuncionales de los genes, al interferir en la actividad de diversas vías de señalización, producirían el cuadro, que presenta una heredabilidad del 80%. El riesgo de padecerla es de 9% entre hermanos y gemelos dicigóticos y un 40-50% en gemelos monicigóticos. Cada célula del cuerpo humano tiene aproximadamente 80.000 genes. La mayor fracción del total de la información genética, unos 30.000 genes, se expresan en las neuronas. Los 80.000 genes del genoma humano están dispuestos en un orden preciso a lo largo de los cromosomas. La consecuencia es que cada gen es identificable de forma exclusiva por su localización (locus) dentro de un cromosoma específico. Las 2 copias de un gen, en los loci correspondientes a un par de cromosomas homólogos, albergan frecuentemente, variaciones en la secuencia o polimorfismos, en múltiples lugares por todo el gen. El ADN de cada gen está compuesto por segmentos llamados exones que codifican partes de la proteína, y estos segmentos codificadores tienen intercalados segmentos no codificadores: el ADN intergénico y el ADN de los llamados intrones (1). El “silenciamiento génico” está mediado por proteínas que “reclutan” (es decir inducen la activación) otras proteínas, capaces de generar modificaciones epigenéticas. Esto significa que, a pesar de poseer la misma base de datos, algunos genes van a estar activos y otros inactivos o silenciados en un determinado tipo celular, mientras que otros genes estarán activos o inactivos en otros tipos celulares. Esto permitiría la existencia de células genotípicamente idénticas, que serían fenotípicamente diferentes (2). En la esquizofrenia habría déficits multigénicos observables en los cromosomas: 22q11-13, 17q21, 1q21-3, 3p24-26, 5q12-q13, los cuales contienen genes codificadores de proteínas presinápticas. Así, las deleciones en la región 21q11- 12 codifican para numerosos genes relacionados con la sinapsis en un grado de prevalencia, que en la esquizofrenia es 25 veces mayor que en la población general (3). EDITORIAL SCIENS // 5

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