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120 - T Pereira Spilman - Marzo de 2020

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Neurobiología de la adicción

120 - T Pereira Spilman - Marzo de

Psicofarmacología 120 - Marzo de 2020 Psicofarmacología 20:120, Marzo de 2020 Dra. Teresa Pereira Spilman Médica Psiquiatra. Exprofesora agregada de Clínica Psiquiátrica (Udelar). Magister de Psiconeurofarmacología (Universidad Favaloro). Fecha de recepción: 6 de septiembre de 2019 Fecha de aceptación: 9 de octubre 2019 Neurobiología de la adicción Resumen En la actualidad el abuso de sustancias psicoactivas es un problema de salud pública con considerable impacto social. Si bien en su génesis inciden múltiples factores (genéticos, sociales, psicológicos, biológicos, etcétera), en este trabajo se abordan mecanismos neurobiológicos que se postulan como explicativos de la adicción. Destacaremos que la droga “secuestra” el llamado sistema de recompensa cerebral, provocando que el adicto sufra cambios neuroadaptativos persistentes. Nos centraremos en resumir el encuadre que propone 3 estadios de la adicción: 1) aumento de la saliencia incentivada, 2) refuerzo cerebral amortiguado y aumento del estrés y 3) compromiso de la función ejecutiva; en 3 neurocircuitos: ganglios basales, amígdala extendida y corteza prefrontal. Se repasan algunos de los cambios que se postulan en los diferentes sistemas de la neurotransmisión, centrándonos en la dopaminérgica. Palabras clave Adicción – Sistemas de la Neurotransmisión – Neuroadaptación. Spilman Teresa Pereira. “Neurobiología de la adicción”. Psicofarmacología 2020;120:5-10. Puede consultar otros artículos publicados por los autores en la revista Psicofarmacología en sciens.com.ar Introducción El término “adicción” se utiliza para indicar la etapa más grave y crónica del trastorno por uso de sustancias, en el que hay una pérdida sustancial de autocontrol, como lo indica la toma compulsiva de drogas a pesar del deseo de dejar de tomarlas. La adicción a diferentes sustancias es uno de los problemas más importantes de nuestra sociedad. La ONU señala que 5,6% de la humanidad consumió drogas al menos una vez durante el 2016. En estas últimas décadas y frente al agravamiento del problema, los científicos se han planteado diferentes preguntas como: ¿por qué hay ciertas sustancias que tienen la capacidad de volvernos dependientes de ellas?, ¿qué explica el pasaje por diferentes fases, cada vez más graves del consumo?, ¿porqué solamente algunas personas generan esta dependencia y otras no?, ¿cuál es la explicación neurobiológica de este comportamiento?; entre otras muchas. Los avances en la neurobiología, que se han visto favorecidos por la introducción de los estudios imagenológicos cerebrales, han comenzado a aclarar los mecanismos subyacentes al profundo deterioro en la capacidad de la toma de decisiones y en el equilibrio emocional que muestran las personas con adicción a las drogas. A su vez el desarrollo de modelos animales permitió explorar cambios secundarios al consumo de sustancias, difíciles de investigar en el ser humano. El estudio de este trastorno incorporó tempranamente las herramientas de la optogenética y la quimiogenética: estas investigaciones proveyeron un elegante soporte y un perfeccionamiento de las hipótesis acerca del rol de circuitos específicos en relación con la fisiología y las conductas de la adicción (1). Puesto que la droga de abuso es central en la patogénesis de la adicción, nuestra comprensión de la etiología de la misma, podría avanzar más fácilmente que la neurobiología de otras enfermedades mentales, cuyos agentes etiológicos son menos comprendidos (2). Dependiendo del enfoque y del nivel biológico del que se esté hablando, la adicción se puede definir como un trastorno en el cerebro, el aprendizaje, la memoria, la maduración neuronal, la neuroplasticidad, la regulación homeostática y la compulsión (3). Las drogas de abuso son inherentemente gratificantes y secuestran el sistema de recompensa cerebral. Se “identifican” por este sistema como vitales para la supervivencia. A su vez, las diferentes sustancias de abuso tienen efectos variables en los diferentes sistemas neurobiológicos, por ejemplo, la cocaína y la metanfetamina actúan en el sistema catecolaminérgico, los opioides en el sistema opioide endógeno, la nicotina sobre los receptores colinérgico-nicotínicos, las benzodiacepinas y el alcohol en el sistema gabaérgico y glutamatérgico y la marihuana en el sistema cannabinoide (4) (5). EDITORIAL SCIENS // 5

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