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13 - A Carli, B. Kennel - Julio de 2011

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Metodología de la investigación. Medicina Basada en la Evidencia ¿qué es y qué no es?

13 - A Carli, B. Kennel - Julio de

Metodología de la investigación Medicina Basada en la Evidencia ¿qué es y qué no es? Dr. Ernesto Miguel Ylarri Profesor Adjunto de medicina, Escuela Superior de Ciencias de la Salud, UNICEN. Jefe de Trabajos Prácticos, Primera Cátedra de Medicina, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires (UBA). eylarri@fmed.uba.ar In science the credit goes to the man who convinces the world, not to the man to whom the idea first occurs. Sir Francis Darwin, 1914. En 1982 se publicó en un Clinics in Laboratory Medicine una revisión sobre Test selection strategies que en su prólogo manifestaba entre otros conceptos: “Se ha notado una gran variación en el uso de los tests de laboratorio y esta variación no está relacionada con el pronóstico, el diagnóstico final, la rapidez con que se llega al mismo o los días de hospitalización...”. “Una aproximación a estos problemas requiere un análisis cuidadoso de cómo los médicos hacen sus decisiones...”. “El razonamiento clínico es fuerte y bien establecido, y la mejoría en la selección de estrategias de test de laboratorios, aunque estén bien concebidas y construidas, no serán fácilmente aceptadas a menos que sean compatibles con la estructura del razonamiento de los clínicos”. Ya en aquel momento se había tenido preocupación por estas cuestiones, pero no había formas de explicitarlas, como lo hizo en los últimos lustros la Medicina Basada en la Evidencia. La MBE debe ser un arma que los médicos, de cualquier especialidad, puedan utilizar para incrementar sus conocimientos con una metodología más sencilla y así incorporar nuevos criterios para el cuidado de la salud y para prestar una mejor y más integrada asistencia, con mejor costo - beneficio, alto contenido ético y el planteo de una nueva forma de pensar. Planteo de las problemáticas El aumento de los conocimientos científicos en medicina ha sido enorme en las últimas décadas, y existen a disposición de la asistencia tecnologías de complejidad creciente, al punto que, este crecimiento es considerado como algo habitual y normal. También se han hecho predominantes las enfermedades crónicas, la prolongación de la vida en la vejez y la necesidad de coordinar servicios complejos con la creciente demanda de los mismos. La inversión en medicina ha crecido en forma paralela y concomitantemente, también han crecido mucho los costos y paradójicamente, en muchos casos, no hay evidencias (pruebas) de que estas nuevas tecnologías, metodologías, medicamentos, servicios, etcétera, signifiquen una auténtica ventaja en la calidad del manejo clínico de los pacientes. Esto ha generado una presión financiera, pues estos mayores costos han sido absorbidos por las instituciones financiadoras y obras sociales que tienen recursos finitos, en desmedro de algunos sectores o servicios y en particular del honorario médico y de otros pagos, que han sido regulados en función de tasas de uso. Otro desafío, es la creación de normas o guías de la práctica clínica. Estas guías pueden ser generadas pero si no se aplican, aunque estén basadas en la evidencia, serán relativamente inefectivas al no contemplar las variaciones locales o particulares en la práctica clínica. Por otro lado, las normas emanadas desde el ámbito local, pueden ser efectivas, pero no científicas. Sería de gran utilidad la aceptación de las guías de la práctica clínica para normatizar la indicación de prácticas para unificar su necesidad y calidad. La solución de las problemáticas planteadas debe conciliar las necesidades de salud crecientes de la población con los recursos económicos que dicha población decide asignar a la salud a través de sus aportes y debería ayudar a que el médico tome decisiones clínicas en el paciente individual, y a evaluar de si tomó la decisión correcta. Definición La Medicina Basada en la Evidencia es la utilización consciente, explícita y juiciosa de la mejor evidencia clínica científica disponible para tomar decisiones sobre el cuidado de pacientes individuales. La práctica clínica requiere tanto de la maestría clínica individual como de la mejor evidencia clínica disponible obtenida a través de la investigación sistemática. Ninguna es suficiente por sí misma. Una integración de ambas es la práctica de la MBE. La primera es el dominio del conocimiento y juicio clínico obtenidos a partir de la experiencia. Se manifiesta en procesos diagnósticos efectivos y especialmente en el respeto a las preferencias y derechos del paciente, pero las evidencias clínicas pueden invalidar test diagnósticos y tratamientos antes adecuados y reemplazarlos por otros más poderosos, adecuados, eficaces y seguros. La mejor evidencia clínica es la obtenida a partir de las ciencias básicas, pero fundamentalmente de los estudios clínicos controlados, sobre la exactitud de las pruebas diagnósticas, poder de marcadores pronósticos y eficacia y seguridad de regímenes terapéuticos, de rehabilitación y prevención. Sin 20 | Editorial Sciens

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