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Neurociencia clínica y neuroimágenes aplicadas al ámbito forense. Dra. Carmen Paola Ríos

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Neurociencia clínica y neuroimágenes aplicadas al ámbito forense. Dra. Carmen Paola Ríos

Psicofarmacología

Psicofarmacología 22:131, Noviembre de 2022 El cuestionario CUIDA ha sido creado para evaluar la capacidad de un sujeto para proporcionar la atención y el cuidado adecuados a una persona en situación de dependencia. Posteriormente se fue aplicando en distintos ámbitos; utilizando este instrumento para la valoración de la personalidad en el proceso de evaluación de los postulantes a adopción, cuidadores, tutores y/o mediadores. El cuestionario contiene escalas primarias que exploran distintos aspectos como Altruismo, apertura, asertividad, autoestima, capacidad de resolver problemas, empatía, equilibrio emocional, independencia; etcétera, y como factor adicional: agresividad. Ha demostrado ser fiable y válido, por lo que está siendo aplicado en diferentes campos, estando avalado su uso en países como España (Madrid) y México. Otro ejemplo de esto sería la utilización de baterías neuropsicológicas con tendencia a la valoración de funciones ejecutivas y aspectos cognitivos tan significativos para evaluar la capacidad jurídica de un sujeto, como lo es el test de MoCA (Escala de evaluación cognitiva de Montreal); que evalúa en 5 a 10 minutos variables como función ejecutiva y visoespacial, la identificación, la memoria, atención, lenguaje, abstracción, etcétera). En la misma línea de evaluación, es el uso de Minimental Test, la Técnica de Stroop, o el Trial Test; etcétera; utilizables no solo en materia de determinación de actos jurídicos específicos sino también, al momento de definir capacidad para dar consentimiento en una internación, por ejemplo. La complementación con técnicas de neuroimágenes como ser la Resonancia Magnética Nuclear (RMN), RMNf (funcional), PET (Prueba de Emisión de Positrones) y/o SPECT (por sus siglas en inglés de Tomografía computarizada por emisión de fotón único), orientarán a la determinar la existencia de algún componente orgánico que justifique tal expresión conductual y en muchos casos determinar su grado de afectación; proporcionando además indicadores para su rehabilitación o necesidad de tratamiento específico. Estas técnicas pueden llegar a determinar no solo si la persona es capaz para afrontar un juicio, permiten identificar el impacto de las adicciones, de los tumores cerebrales; evaluar la capacidad de administración de bienes, etcétera. Sin dudas, el abordaje de la violencia familiar convoca a la exploración de nuevos instrumentos de evaluación que permitan no solo definir y tipificar el riesgo para la/as víctima/as, sino también el conocimiento más profundo de la figura que ejerce la violencia; con la intención no sólo de adoptar medidas judiciales consecuentes sino también definir estrategias para la concientización y/o terapéutica del sujeto que ejerce violencia; su inclusión en dispositivos de masculinidades o alguna intervención especifica según lo amerite. El aumento de las denuncias por violencia familiar en todos sus tipos y formas así como de su escalada e incremento en la gravedad; ha motivado al desarrollo de muchas investigaciones neurocientíficas que intentan explicar las conductas de los agresores sexuales y femicidas. Se han utilizado modelos de estudio del procesamiento emocional en maltratadores y en sujetos que ejercen violencia de género, como lo son el Test de reconocimiento de emociones de Ekman (Young, Perret, Caldar, Sprengelmeyer y Etcoff, 2002), así como la evaluación de la capacidad de sentir emociones con registros psicofisiológicos (Lang, 1985), tareas de interferencia emocional (Baños, Quero y Botella, 2005) o pruebas basadas en imágenes con contenido emocional (Aguilar de Arcos; et al. 2008); con resultados que dan cuenta de un aumento de la frecuencia cardíaca y de conductancia, otros con su disminución cuando procesan imágenes de violencia de género (Gottman et al; 1995) en las pruebas psicofisiológicas. También se observó un mejor reconocimiento emocional ante contenidos de violencia de género, en maltratadores o violentos. Se infiere que este mejor reconocimiento emocional podría ser la herramienta con que manipulan los sentimientos de su pareja y así perpetuar la relación violenta. (Redo, Usaola, Nafs y Girones, 2005), observándose una mayor empatía cognitiva, con alta capacidad de discernir cognitivamente los estados emocionales de otros; con dificultades para hacer frente a dichos estados emocionales; relacionándose estos hallazgos con mayores índices de violencia. Dentro de los hallazgos en la neuropsicología del maltratador, se han detectado afectaciones en las funciones ejecutivas, memoria, atención, capacidades intelectuales, así como en los procesos de decodificación emocional y en la empatía; los cuales, asociados a antecedentes de traumatismos de cráneo y consumo de bebidas alcohólicas, ocasionarían alteraciones cognitivas que se relacionan con el maltrato. Los mecanismos neurobiológicos que lo explican, dan cuenta de cambios estructurales en hipocampo, amígdala, corteza prefrontal (CPF) y cuerpo calloso, durante el consumo de alcohol como luego del mismo. Existen pocos estudios sobre el funcionamiento cerebral en violentos, sin embargo, George et al. (2004) con la utilización del PET (Prueba de emisión de Positrones) han observado al analizar la respuesta al miedo asociado con violencia doméstica, un menor metabolismo en el hipotálamo. Por su parte, Lee et al. (2009) con RMf demostraron que los agresores tienen una sobreactivación en el hipocampo, giro fusiforme, CPF, CP (corteza cingulada posterior), tálamo y corteza occipital ante estímulos amenazantes. Sin embargo, más allá de estos hallazgos prometedores es relevante ser cautelosos para no forzar a que estos conocimientos puedan ser utilizados para estandarizar patrones tendientes a la generalización y/o determinismos en su penalización. Conclusiones Al inicio de esta investigación se plantearon las necesidades de la aplicación de las herramientas de la Neurociencia a la justicia de familia. Considerándose la aplicación de las técnicas neurocientíficas en otros fueros como el penal o el laboral; se mostró la utilidad de estas neuro tecnologías -entendidas como las baterías neuropsicológicas, así como el uso de técnicas de EDITORIAL SCIENS // 9

Dra. Carmen Paola Ríos neuroimágenes y su nexo desde la interpretación psicopatológica- en el campo de la justicia de familia; dejando entrever posibilidades de desarrollar nuevas modalidades de intervención asistencial y en materia de prevención psicoeducativa. Por ello, es relevante valorar críticamente todos estos pretendidos avances, que, sin lugar a duda, pueden ayudar a los tribunales en su función jurisdiccional y a la consecución de una mayor o menor probabilidad de certeza, en relación con las proposiciones planteadas por las partes. De lo que aquí surge, se propone como prioritaria la inclusión de formación profesional especializada en Neurociencias en las Carreras de Leyes o Derecho, así como poner énfasis en la capacitación permanente, especializada y específica; no solo de los peritos sino de todos los operadores judiciales y jueces, quienes deberán ponderar el uso de estas herramientas al momento de emitir sentencias y resolver conflictos con semejante nivel de complejidad. Sin duda alguna, resulta imprescindible considerar la labor interdisciplinaria jerarquizada, provocando el surgimiento de nuevas leyes y de políticas públicas más acordes a las necesidades de esta nueva sociedad. Se infiere que lo expuesto solo muestra la punta del iceberg de lo que se vislumbra será un cambio paradigmático que recién se inicia respecto de la forma de entender al sujeto y su interacción social, como así también, su impacto en la legislación y la necesidad de su adecuada interpretación para garantizar una Justicia digna y accesible. Referencias bibliográficas • Hacia un concepto interdisciplinario de la familia en la globalización. Oliva Gómez, Eduardo- Villa Guardiola Vera Judith. Justicia Juris, ISSN 1692-8571, Vol. 10. Nº 1. Enero Junio de 2014 Pág. 11-20. • Planiol y Ripert. Tratado Práctico de Derecho. Instituto de Investigaciones Jurídicas. México. 2002. p.178. • Neuroscience and the Law Brain, Mind, and the Scales of Justice, 2004. • Aplicación de las técnicas neurocientíficas como medios de prueba en los procesos judiciales y sus controversias constitucionales. María Carolina Hoyos Bula, pág. 45 a 46. • Ienca-Andorno. Towards new human rights in the age of neuroscience and neurotechnology, en “Life, Science, Society and Policy”, abril 2017). • Aplicación de las técnicas neurocientíficas como medios de prueba en los procesos judiciales y sus controversias constitucionales. María Carolina Hoyos Bula, pág. 47 a 49. • Aplicaciones de las técnicas neurocientíficas como medios de prueba en los procesos judiciales y sus controversias constitucionales. María Carolina Hoyos Bula, pág. 49 a 57. • Técnicas neurocientíficas como medio de prueba pericial. Luna Salas, Fernando. Revista Prolegómenos. Vol 22 (44); 2019, p.p.41. • La Neurociencia como medio de prueba de suplir vacíos legales. Luna, F; Escamilla, V y Corena. A. 2019. • El consentimiento informado del paciente en la actividad asistencial. Vera Carrasco, Oscar, Revista Médica de La Paz, 2016. • Pruebas neurocientíficas y Derechos Humanos. Luna Salas, Fernando. 2019. • Neuroética. Cuando la materia se despierta. Evens, K. (2010). • De la Neurociencia a la Neuroética. Giménez Amaya; Sánchez Migallón (2010). • Proceso y neurociencia. Taruffo, M. y J. Nieva. 2013. • De la prueba científica a la prueba pericial. Vázquez, Rojas, C. 2015, p. 115. • De la prueba científica a la prueba pericial. Vázquez Rojas, C. 2015, p. 188. • De la prueba científica a la prueba pericial. Vázquez Rojas, C. 2015, p.76. • El mito del cientificismo en la valoración de la prueba científica. Luna Salas, Fernando. 2018. • Neurociencias y detección de la verdad y del engaño en el proceso penal. Uso del escáner cerebral (FMRI) y del brainfinger printing (P300). Villamarín López, M (2014). • Fundamentos de Psicología Jurídica y Forense. Parte 6-Instrumentos de evaluación psicológica forense y su uso probable en América Latina. Angela C. Tapias Saldaña. • Fundamentos de Psicología jurídica y Forense. Parte 6.3. La evaluación psicológica forense en juicios de familia. Olga Leticia Galicia García. • Fundamentos de Psicología Jurídica y Forense. Parte 6.6. Instrumentos de evaluación psicológica forense y su uso probable. • Psychosocial Intervention vol.16, no. 3 Madrid, 2007. El CUIDA como instrumento para la valoración de la personalidad de la evaluación de adoptantes, cuidadores, tutores y mediadores. María Isabel García Medina, Isabel Estévez Hernández, Paloma Letamendia Buceta; pertenecientes al Grupo IVAI (investigación y Valoración en Adopción Internacional) • La Neuroimagen: ¿un nuevo medio de prueba? Julieta Carolina Clur. Neurociencias y derecho. 1. Editorial Hammurabi, 2019). • Psychopathy Checklist, PCL- Hare, R. 1999. • Neurociencia Traslacional implicada en Femicidas, Capacitación en Neurociencia Clínica y Neuroimágenes aplicadas en el ámbito Forense. Mazzoglio y Nabar, Martin. Academia de Ciencias Forenses de Argentina, 2021. 10 // EDITORIAL SCIENS

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