Views
4 years ago

36 - MNC Derito - Junio 2019

  • Text
  • Derito
  • Psiquiatria
  • Esquema
  • Wernicke
  • Propio
  • Mundo
  • Psicosis
  • Conciencia
  • Corporales
  • Corporal
  • Sensaciones
  • Cuerpo
CLASIFICACIÓN DE LAS PSICOSIS HIPOCONDRÍACAS. Parte 1

sociedad se inclina más

sociedad se inclina más a la percepción visual sin abandonar la auditiva, aunque ya parece restarle más importancia a esta última. Cambio que nos está imponiendo la tecnología. Los psiquiatras especialmente no debemos olvidar que la lectura del cuerpo debe estar antes que la escucha de la palabra, porque como decía Wernicke la locura comienza por el mundo motor. La hipocondría, perspectiva histórica, definición. Se puede arribar al estudio del lenguaje del cuerpo desde tres carriles epistemológicos diferentes, que se afianzaron a lo largo del siglo XX. El psicoanálisis: que ha elaborado una concepción única del cuerpo a través de la imagen. La fenomenología: que ha tratado de explicar los fenómenos del cuerpo, a través de la comprensión de la vivencia del cuerpo. La hipocondría, decía Sigmund Freud, “es el enamoramiento de la propia enfermedad” (Portalatin Beatriz G. “Hipocondríacos encadenados a la enfermedad inventada”, El Mundo, edición España, Madrid, 2015). El cognitivismo: trabajando en la actualidad con la idea de asimilar el trabajo del cerebro con una computadora (Jauregui Jose Antonio “El ordenador emocional” editorial Funambulista, España, 2016). La cultura de una determinada sociedad, tampoco ha sido ajena a las manifestaciones del cuerpo, como el perfil que refleja un momento político y cultural, a través de las modas y la aceptación o no de ciertas características de la imagen corporal. La relación que el sujeto ha establecido con su cuerpo puede encontrarse perturbada de varias formas, generando estados psicopatológicos que según se manifiesten, se denominan: hipocondría, despersonalización, desrealización, disociación, conversión, dismorfofobia, etcétera. Como veremos en la descripción de los diferentes autores, la dolencia corporal siempre se expresará como una metáfora que representa una alteración de la interioridad del sujeto. En el romanticismo se mantiene el concepto de que el alma radica en el cerebro, que es dónde impactan las sensaciones pero es también el creador de la sensibilidad y el sostén de las producciones más elevadas y refinadas del hombre. En el materialismo todo ingresa por los sentidos, pero a las sensaciones se agregan la sensibilidad, los sentimientos. Así, las personas hipocondríacas eran consideradas individuos de una elevada sensibilidad, imaginativos, vivaces, extremadamente dotados de reaccionar ante los más pequeños estímulos, cualidad que los convertía en personas muy especiales, intelectualmente sofisticadas, pero muy vulnerables. En cuanto al término “hipocondría” en el siglo VI a.c. Alejandro de Tralles lo utilizaba para designar a una enfermedad que se describía por la afectación de órganos que estaban por debajo del diafragma, localizados en una región a la que se llamaba hipocondrio. Se caracterizaba por dolores difusos y a los que la padecían se los denominaba enfermos hipocondríacos, aludiendo a una enfermedad de origen orgánico. Con el tiempo se desvirtuó el concepto de que se tratara de una enfermedad real, y las personas que acusan trastornos o dolores difusos con fuertes preocupaciones por su estado de salud, sin sustento orgánico han pasado a ser enfermos imaginarios o hipocondríacos. En la actualidad se define a la palabra hipocondría como una afección caracterizada por una gran sensibilidad del sistema nervioso, con tristeza habitual y preocupación constante y angustiosa por la salud. También se la define como alteración mental enfermiza que se caracteriza por una preocupación obsesiva y sin motivos de la propia salud y provoca depresión y ansiedad. Si nos movemos en el terreno de estas definiciones, quedamos circunscriptos a las enfermedades neuróticas ó los trastornos de la personalidad, que manifiestan síntomas de este tipo. En cambio en el campo de las psicosis, nos referimos concretamente a las sensaciones corporales anormales, sensaciones realmente sentidas por el sujeto, de tinte extraño, absurdo y extravagante, que se apoderan del individuo, más allá de que existiera o no, una preocupación previa por la salud. Estas son alteraciones patológicas de la cenestesia o sentido interno, que abarca todas las sensaciones que provienen del cuerpo y que normalmente se ponen de manifiesto solamente ante la alteración real de algún órgano. Las sensaciones corporales anormales o cenestopatías, son alteraciones patológicas de la cenestesia, que se manifiestan sin que ningún sustento orgánico las justifique. La sensación más el sentimiento patológico que la acompaña, son presagios de las psicosis hipocondríacas. Sensaciones corporales normales y anormales (Cenestopatías) Las cenestopatías son síntomas que se presentan en una cantidad de entidades psicopatológicas, en algunas de ellas se encuentran formando parte de un complejo sintomático polimorfo, con otras características más atribuibles a su esencia. En otros casos las cenestopatías son la esencia del complejo sintomático, pero aún así se trata de entidades diferentes en cuanto a su evolución, pronóstico y tratamiento. Se nos ha impuesto la necesidad de diferenciar estos cuadros, cosa que haremos tomando como base: 1. La fenomenología descriptiva. 2. El complejo sintomático. 3. La evolución. 4. El estado terminal. Englobándolas en la denominación de Psicosis hipocondríacas, y separándolas de otras psicosis que pueden cursar anecdóticamente con cenestopatías formando parte de otro complejo sintomático. Desde el nacimiento de la clínica psiquiátrica, diversos autores han descripto algunos de estos cuadros como por ejemplo: Griesinger, con su propuesta de la existencia de una Psicosis Única que pasaba por diferentes períodos a lo largo de su evolución, menciona en su tratado de 1861, que la hipocondría “procede de un fuerte sentimiento de enfermedad corporal, que mantiene la atención del enfermo concentrada continuamente sobre sí mismo”; siendo esta, una de las ma- 4 // EDITORIAL SCIENS

Psiquiatría N° 36 | Junio 2019 nifestaciones de su Psicosis única. Bleuler en su libro “Dementia Praecox” en 1911, habla de la existencia de una hebefrenia hipocondríaca; Kretschmer describió la existencia de esquizofrenias hipocondríacas en los jóvenes; Huber describió la esquizofrenia cenestopática, como forma independiente de las otras reconocidas en las clasificaciones estadísticas actuales, en la que reconocía un complejo sintomático particular y una evolución más benigna que las otras formas. Conrad en su libro “La esquizofrenia incipiente” describe la enfermedad en cuatro fases, la apofanía (revelación) es la segunda fase, que se da en el mundo externo pero también se da la apofanía en la esfera corporal, en su análisis gestáltico del mundo esquizofrénico. En 1972 Glatzel dice que casi todas las psicosis endógenas cursan en algún momento de su evolución con alteraciones de la cenestesia. Especialmente señala las manifestaciones precoces de la esquizofrenia, en las que las sensaciones corporales anormales son a veces el primer síntoma, que avisa del comienzo de la enfermedad. Concepciones sobre la conciencia de Corporalidad y sus alteraciones Jaspers: Respecto a la conciencia que adquirimos de nuestro Yo corporal dice Jaspers que –“el propio cuerpo es consciente para mí como mi existencia y al mismo tiempo lo veo con los ojos y lo toco con las manos”- para este autor el cuerpo es la única parte del mundo que es simultáneamente sentida por dentro y percibida en su superficie, entiende que el ser humano se siente a sí mismo, se observa por fuera y su cuerpo es a la vez objeto y sujeto de su conocimiento, pero cuerpo y mente están indisolublemente unidas en la conciencia. Es importante para la psiquiatría remarcar la distinción que hace Jaspers respecto de: a - Las sensaciones del cuerpo que se transforman en un objeto consciente. b - Las sensaciones de los sentimientos de mi estado corporal. c - Ambas son inseparables, pero distinguibles. Por ejemplo el dolor es una sensación consciente; la emoción de temor y el sentimiento de desagrado vital que acompañan al dolor son sentimientos de mi estado corporal. d - Ambas conforman la conciencia del estado corporal. La conciencia del estado corporal esta siempre despierta, pero en cuanto a los sentimientos se podría decir que permanece indiferente al accionar del cuerpo, en tanto este no reciba ningún estímulo en positivo o negativo que atraiga su atención. Cuando el estímulo aparece, absorbe inmediatamente toda la atención de la conciencia, que se pone al servicio de las sensaciones corporales y actúa según los sentimientos que acompañan a tales sensaciones. Henry Head (1861-1940), neurólogo inglés se dedico a la investigación de la transmisión de las sensaciones nerviosas. Descubrió dos tipos de sistemas sensitivos, el epicrítico que percibe las sensaciones superficiales y el protopático que percibe las sensaciones profundas. Concibió la teoría de que existe en el cerebro una representación espacial del cuerpo en la que son referidas todas las sensaciones. Y así es, se localizan en el área somatosensorial del lóbulo parietal, detrás de la corteza motora, recibe todos los estímulos sensoriales. En resumen, las principales funciones de la corteza somatosensorial son: • Procesamiento de las sensaciones de dolor. • Procesamiento de la información táctil. • Procesamiento de las sensaciones térmicas. • Procesamiento de las sensaciones vibratorias. • Movimientos voluntarios de las manos. • Movimientos de la musculatura orofacial. • Deglución voluntaria. A partir de las sensaciones o impresiones espaciales (quinestésicas, táctiles, ópticas) que viajan hacia el cerebro, se perciben especialmente a las posturas, Head dice que habría una localización somatosensorial normal o defectuosa sobre la base de un modelo organizado de representación del propio cuerpo en el cerebro, al que llamó esquema corporal. Cada cambio del esquema produce un impulso sensorial que llega al cerebro y se hace consciente una sensación final de posición y localización. Si una lesión cortical destruye la zona en la que está inscripto este esquema, sería imposible ser consciente de la postura o localización del cuerpo, cuando se estimula el punto del cuerpo cuya representación se ha destruido en la corteza. Head diferencio dos tipos de esquemas: a - Esquema postural que comprende el sentido de la posición y la apreciación de la dirección del movimiento. b - Esquema de la superficie corporal que proporciona el fondo para la localización de los estímulos táctiles y la discriminación de dos puntos. El aporte más importante de Head en este sentido es que considera que la noción de esquema corporal en preconsciente y prenoético, cuando el esquema corporal actúa en los movimientos, el individuo no tendría una noción consciente de los mismos. Por lo tanto el esquema corporal carece de intencionalidad, como un reflejo adquirido reacciona ante los estímulos, pero se encuentra fuera de la égida de la voluntad y la intencionalidad. Esta postura coincidiría con Wernicke, en el sentido que los movimientos involuntarios, están fuera del dominio de la voluntad y finalidad por sí mismos, solo acompañan a los voluntarios, en un orden temporoespacial , y solo adquieren propósito cuando forman parte de un movimiento voluntario con finalidad. Schilder, posteriormente, amplía y sistematiza la concepción de Head de modo que la noción de esquema corporal es comprendida como el saber, la experiencia y el conocimiento de nuestro propio cuerpo, resultado de la síntesis de las diversas impresiones sensoriales. EDITORIAL SCIENS // 5

Biblioteca

Av. García del Río 2585 Piso 12 A - C.A.B.A
+54 11 2092 1646 | info@sciens.com.ar

Editorial Sciens, Todos los Derechos Reservados 2015