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39 - E Romano - Mayo 2020

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Impacto psíquico del Coronavirus en profesionales de la salud. Factores de riesgo y protectores

talarios o sanatoriales,

talarios o sanatoriales, familiares, vecinales. Sus aspiraciones en el ejercicio profesional contrastan con las limitaciones de recursos y generan vivencias de impotencia. Se suma a ello, las circunstancias de acciones de actores sociales estigmatizantes, lesivas en su hábitat, debilitantes del lugar de pertenencia, deslegitimando el sentido vital existencial. Todo ello es atentatorio de su autoestima. Las condiciones institucionales con recursos inaccesibles asociados a sobrecarga horaria y magros honorarios son fuente de frustración. Benyakar M., refiere que esas condiciones extraordinarias poseen un efecto disruptivo en su psiquismo. Opta por diferenciarlo del trauma, en tanto, en sujetos que poseen un buen equilibrio interno de fuerzas, logran mantener contacto con la realidad de manera estable: es lo que denomina inmunidad psíquica y lo diferencia del stress traumático. Aunque puede pensarse que ante dichos efectos disruptivos en sujetos vulnerables, con aristas frágiles del psiquismo pueden desencadenarse sintomatologías de stress postraumático, de grado débil, mediano o incluso grave. Las raíces inconscientes de la vocación médica En términos de pensar sobre la vocación médica (del latín vocatio equivalente a llamado) implica estar al servicio de la demanda del sufriente, curar la enfermedad, prolongar la vida. El cumplimiento del objetivo, con gratitud por parte del paciente, da lugar a la satisfacción narcisista acorde al ideal valorativo de procurar el Bien. Las condiciones de no disponer de insumos esenciales generan una frustración ligada a sentimientos de impotencia con socavamiento de la autoestima, desembocando en depresiones que, en algunos casos se enmascaran por sumisión a un mandato interno de no desfallecer, con sobrevaloración del esfuerzo. Otro elemento a considerar, fuente de estados de tensión y angustia, corresponde a los dilemas éticos ante lo indefectible de la toma de decisiones dolorosas sobre a quién priorizar en la atención. Hay elementos comunes en el ámbito de los profesionales de la salud, ligados al orgullo de enfrentar la muerte y procurar el bien social. Las reacciones a los elementos disruptivos, varían según las respectivas series complementarias, en que juegan las raíces precoces de la vocación médica, en que se registran según los casos, ansiedades persecutorias alimentadas en padecimientos somáticos propios o del núcleo familiar, modelos identificatorios y mandatos superyoicos. Sobre la estigmatización a los médicos Las ansiedades que circulan en la población ligadas a los efectos del encierro obligatorio, la sobreestimulación generada por los medios televisivos ligados al temor al contagio, generan ansiedades persecutorias, base de la desconfianza. La canalización de dichas ansiedades hacia los eslabones frágiles de la sociedad, es harto frecuente en períodos críticos, del mismo modo que los conflictos de medianeras o con la vecindad. La búsqueda de un enemigo común tramita la compensación de estados de desborde interno, por ansiedades claustrofóbicas asociadas a tensiones intrafamiliares o el desamparo por la soledad. Se estigmatiza al alter peligroso, se lo expulsa a la manera de los exorcismos de los hechiceros y a los médicos representantes de la muerte, en la Edad Media. Importa remarcarles la importancia de tener claro el propio rol, la idoneidad para el desempeño, el cuidado a la propia dignidad y derecho al reconocimiento. Sin caer en una expectativa desmedida de resultados llegando a extremos agobiantes. Encontrar la manera de defenderse para sostener un espacio interno en que predomine la esperanza y mantener a raya la angustia ante el riesgo de la propia muerte. Equipos de trabajo Pueden presentarse cuestiones complejas en que concierne dirimir estados de tensión interpersonal. Discutir grupalmente en el ejercicio de la práctica y toma de decisiones lo referido a los dilemas éticos en cuanto a quien/ es dirigir la ayuda. Aceptar la ayuda de otros. Darse un tiempo de reflexión y compartir emociones, experiencias en que se pueda lograr algún grado de estabilidad posible previo al regreso al hogar. Es efectiva la incorporación de una coordinación externa, centrada en la reflexión, donde puedan rescatarse las relaciones interpersonales del grupo y los emergentes de la tarea. Referencia de autores El factor ambiental psicosocial constituye un factor agravante en la generación de estados de stress agudo y persistente. Maslach (1981) refiere su asociación con situaciones ligadas al trabajo, en correspondencia con las ideas sobre burn out desarrolladas por Hirigoyen. De ese modo alerta sobre los efectos del agotamiento y la insatisfacción persistente por escasez de recursos, la presentación de trastornos emocionales, fallas cognitivas, alteraciones actitudinales con despersonalización. Reconoce en el desenvolvimiento temporal de la actividad profesional, el abandono del entusiasmo inicial, seguido de estancamiento y vivencias persistentes de frustración con abandono de la actividad o en otros casos, un posicionamiento de sumisión cuyo riesgo probable es el desequilibrio psicosomático grave del profesional. El burn out ha sido ampliamente reconocido en circuitos profesionales conformados por psicólogos, médicos psiquiatras (Wolfberg E., 2010), emergentólogos, abogados, magistrados, asistentes sociales, etc. (Valgiusti F., 2009, Romano E. 2014), involucrados en la atención de casos extremos en que se establece una saturación en la atención cotidiana de personas perturbadas. En los mismos, junto a reconocer el factor causal disruptivo (Benyacar M.), la precipitación del stress surge ante la impotencia por escasez de recursos operativos en la solución de problemas, asociado a veces a la precariedad de la retribución económica; esto conlleva el me- 4 // EDITORIAL SCIENS

Psiquiatría N° 39 | Mayo 2020 noscabo del interés vigoroso inicial. Importa la afectación por burn out pues, con frecuencia no se reconoce su presencia en profesionales de la salud ante casos de cansancio, precedidos de exceso de empatía y el pasaje a un distanciamiento emocional extremo, irritabilidad que desemboca en progresivo desinterés con automatización en las tareas. Incluso pueden presentarse vivencias de culpa por la autopercepción de rechazo hacia la tarea con auto incrimaciones y trastornos del sueño. Es de suma importancia delimitar el factor del stress persistente como elemento causal. Pues ello puede revertirse con recursos protectores tendientes a atenuar la sobre-estimulación perniciosa y con pautas de autocuidado efectivas (ut infra Guía). Es central el diagnóstico diferencial con el desencadenamiento de reacciones depresivas de grado moderado o grave con antecedentes patógenos preexistentes (Romano E. 2018), pues su tratamiento requiere atención psicológico-psiquiátrica altamente calificada. La persistencia del malestar con autoevaluaciones negativas, por falta de resultados, con ideación pesimista de futuro, puede desembocar en suicidios en algunos casos. En la actualidad, en informes sobre la pandemia se transmiten noticias sobre suicidios en diferentes lugares del mundo desde el periodismo televisivo, en relación a personal médico, enfermería y odontólogos. Aunque resulta complejo constar la veracidad de la fuente. Abordajes psicoterapéuticos en situaciones límite Los elementos que se delinean a continuación, provienen de la extrapolación de experiencias con sujetos en condiciones de vulnerabilidad psíquica, somática y social, de ámbitos “psi” clínicos y victimológicos en contextos individuales y colectivos. Abarca situaciones con problemáticas derivadas de condiciones de desamparo, de maltrato corporal y abusos y/o con secuelas posteriores a accidentes de tránsito y/o robo con violencia, con prevalencia de sintomatología depresiva con ansiedades fobígenas. De acuerdo a prácticas psicoterapéuticas, de tiempo abreviado, asociados en algunos casos con psicofármacos antidepresivos y ansiolíticos, se pudo distinguir: 1. Un período inicial de desorientación, con apatía, desolación, tristeza, con vivencias auto-incriminatorias ligadas a la idea de fracaso. 2. La aceptación de conflicto a partir del empleo de dispositivos técnicos de reforzamiento yoico, en ocasiones con estrategias cognitivos conductuales asociado a una comprensión psicoanalítica centrada en reconocer mandatos superyoicos inflexibles y el peso de experiencias traumáticas pasadas. En lo transferencial se procuró eludir el furor interpretantis, con registro del modelo relacional operante y en su aplicabilidad al entorno familiar, profesional, social. 3. La última etapa comprendió la gradual recuperación según eficacia psicoterapéutica. El Psicoanálisis y el trabajo Para quien trabaja en condiciones adecuadas, la satisfacción por el logro de sus objetivos retroalimenta su autoestima y permitiría asegurar la retribución económica. En las raíces inconscientes por inseguridades en el ámbito laboral, subyacen ansiedades arcaicas dadas por el estado de indefensión humana, incomparable a la de otras especies del reino animal. En la trama de las primarias relaciones con el medio ambiente, el infans sobrevive merced a la satisfacción de sus necesidades nutricionales físicas y afectivas. Es desde dicho estado de inermidad natural y la necesidad del semejante, en que se sella el destino de su dependencia otorgado al Otro. Desde las primarias experiencias con los sucesivos acercamientos y alejamientos, presencias y ausencias a lo largo del desarrollo, surge el drama de sujeto diferenciado y morible. Cuando las condiciones ambientales son “suficientemente buenas” (Winnicott) los sujetos ya maduros encuentran placer en el trabajo, aún cuando éste sea simple. Freud señalaba así, en uno de sus últimos trabajos El Malestar de la Cultura (1930) que “ninguna otra técnica de conducción de la vida liga al individuo tan firmemente a la realidad como la insistencia en el trabajo, que al menos lo inserta en forma segura en un fragmento de la realidad, a saber, la comunidad humana”. “La posibilidad de desplazar sobre el trabajo profesional y sobre los vínculos humanos que con él se enlazan una considerable medida de componentes libidinosos, narcisistas, agresivos y hasta eróticos le confiere un valor que no le va en zaga a su carácter indispensable para afianzar y justificar la vida en sociedad. La actividad profesional brinda una satisfacción particular cuando ha sido elegida libremente, o sea, cuando permite volver utilizable mediante sublimación, inclinaciones existentes, mociones pulsionales proseguidas o reforzadas constitucionalmente”. La insatisfacción en el ámbito laboral. Prevención de la desestabilización psíquica y/o desajustes somáticos En condiciones en que prima la insatisfacción de los anhelos reparatorios, asociados al deseo de curar y/o postergar la muerte, el desaliento y la vivencia de fracaso laboral pueden desembocar en reacciones depresivas moderadas o graves con ideación pesimista sobre el propio futuro con obvio riesgo suicida. Ángel Garma alude a cuatro razones que pueden estar presentes en la efectuación del acto suicida: 1) Identificación con la pérdida del objeto perdido, 2) tentativa de recuperación a través de la muerte, 3) realización de deseos agresivos, 4) vuelta de dichos objetos agresivos contra el self. Con el desarrollo de estos elementos marca líneas efectivas para la prevención del desenlace autodestructivo. En sus estudios, dicho autor (Garma A., 1981) se refiere a las deformaciones masoquistas de la personalidad y destaca la importancia de vivencias tempranas asociadas a la necesidad y miedo a perder los padres cuidadores. Cómo ello impone la vuelta contra sí mismo de pulsiones agresivas (de muerte) con EDITORIAL SCIENS // 5

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