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4 - L Allegro - Septiembre 2004

Ética La ética, la ciencia y los valores

4 - L Allegro - Septiembre

Ética La ética, la ciencia y los valores La ciencia se ocupa del conocimiento, pero el conocimiento para que tenga valor científico debe poseer contenido de verdad. Por lo tanto, podemos decir que la ciencia se ocupa de la verdad. La ética se ocupa del comportamiento humano, pero especialmente del comportamiento que posea contenido de bien o de lo bueno. Por lo tanto, podemos decir que la ética se ocupa del bien y de lo bueno. La ciencia y la verdad El problema del investigador científico es probar si el conocimiento tiene valor de verdad. Esto se conoce con el nombre de validación, y se ocupa de demostrar el valor de un conocimiento en cuanto a su contenido de verdad. Los científicos discuten sobre la necesidad de distinguir entre la "validez" y él "valor". "Validez" es un término lógico y epistemológico; "valor", es un término ético y axiológico. ¿Cómo se prueba la validez de un conocimiento? Hay distintas formas de probarlo. Una de las más importantes es la experimentación. Un conocimiento tiene valor científico cuando su validez puede ser probada en forma universal por cualquier investigador científico que respete las condiciones de la investigación original. El experimento permite que esto sea posible: Galileo fue el que lo introdujo en el campo de las ciencias y constituyó la adquisición principal en la historia del pensamiento humano dando forma al método de razonamiento científico. La ética y los valores: el "bien" y lo "bueno" En la ética es necesario definir como valores: el bien y lo bueno. ¿Qué es el bien y qué es lo bueno? El bien, según el Diccionario Larousse (1988), es el valor supremo de la moral, aquello que se considera como fin de todas las cosas: el bien supremo; aquello que la moral enseña que se debe hacer: discernir el bien del mal; lo que es conforme al deber. Por lo tanto esta definición nos remite a la moral. A su vez moral, según el mismo diccionario, es lo relativo a la moral; conforme con la moral (que es una tautología) y luego agrega: es la ciencia que enseña las reglas que deben seguirse para hacer el bien y evitar el mal. Por su parte, el término bueno, (siempre en la misma fuente) es lo que tiene bondad; conforme con la moral; útil para una cosa. Con estos significados, no resulta fácil obtener un criterio para hacer la evaluación de un comportamiento en el sentido de lo ético. Un filósofo dijo que para definir lo bueno es necesario discriminar lo "ontológicamente bueno", de lo "moralmente bueno". Lo "ontológicamente bueno" es todo aquello que promueve el mejor desarrollo del ente o de la persona. Lo "moralmente bueno" es todo aquello que promueve el mejor desarrollo de la sociedad. Esta definición nos permite evaluar mejor un comportamiento en el sentido de lo ético. ¿Cómo podemos efectuar esta evaluación? En primer lugar, debemos tener en cuenta que todo comportamiento produce un efecto, que puede ser constructivo, o destructivo. Así, entonces, la construcción o la destrucción constituyen un índice de evaluación de un comportamiento. En general calificamos como "conducta ética" aquella que produce y promueve efectos constructivos positivos. Sin embargo, el criterio de constructividad, no es suficiente. Es necesario atender a un campo más amplio y más abarcativo que tenga en cuenta otros parámetros. En la definición mencionada, la ética está referida al hombre y a la sociedad teniendo en cuenta muy especialmente las condiciones de vida y la forma de vivir. Cuando decimos que lo bueno se refiere a lograr el mejor desarrollo de la persona, se está apuntando a la calidad de vida. Por lo tanto, la ética y/o el comportamiento ético tienen como objetivo principal el logro de una mejor calidad de vida, especialmente en el sentido de lograr el bienestar. Es necesario agregar un ingrediente más: el "contexto filosófico-ideológico" que tiene que ver con las creencias, las costumbres, las tradiciones, el folklore, la historia, etcétera, que son propios de un lugar, de un pueblo o de una cultura y que hacen a la forma de pensar de un medio social. Estos parámetros constituyen un marco referencial básico. En nuestra sociedad, la conducta suicida es evaluada en forma diferente de aquellas otras en las que la misma tiene una valoración distinta (el harakiri, el kamikaze). La conducta sexual es vista en forma diferente en distintas comunidades. El divorcio es tolerado en algunos grupos y en otros, no. La conducta comercial se ejerce con códigos diferentes entre los países sajones y los latinos. Lo mismo ocurre con la conducta laboral: en algunas comunidades, la mujer trabaja en el campo y se encarga de las tareas agrícolas, mientras que el hombre se queda en la casa, atiende a los hijos y hace los trabajos del hogar. La referencia moral-religiosa tiene valores diferentes según el grupo social en el que se da el comportamiento. En esto, la cultura religiosa del lugar juega un papel muy importante. Como una síntesis amplia, se puede decir que un criterio de respeto, de optimización y de mejoramiento es válido en forma general. En todas partes se pueden aplicar los principios básicos de la ética, que son: el de beneficencia (lograr el bien y lo bueno), el de no maleficencia ("primun non nocere": primero no dañar, no hacer el mal), y los de respetar la autonomía y la justicia. Dr. Luis Allegro Presidente de la Sociedad de Ética en Medicina (Asociación Médica Argentina) Miembro del Consejo Académico de Ética en Medicina (Academia Nacional de Medicina) Ex Miembro del Comité Nacional de Ética Biomédica (Ministerio de Salud Pública de la Nación) Ex Profesor Titular de Psicopatología y Psiquiatría (Universidad de Rosario) Full Member of the International Psychoanalytic Association Tel. 4801-5350 farmacologíaCardiovascular | septiembre 2004 | 5

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