Views
2 years ago

43 - A Kabanchik - Abril 2021

  • Text
  • Kabanchik
  • Kabanchik
  • Psiquiatria
  • Emocional
  • Apoyo
  • Personalidad
  • Envejecimiento
  • Resiliencia
  • Mayores
  • Adultos
  • Capacidad
  • Vida
Reacciones frente a crisis inesperadas durante el envejecimiento. Aspectos neurobiológicos, psicológicos y sociales.

contexto histórico. Las

contexto histórico. Las Crisis inesperadas durante el proceso del envejecimiento pueden generar reacciones de distrés o resiliencia, se define al distrés como un estado de angustia en el cual una persona es incapaz de adaptarse a factores amenazantes, y la resiliencia del Latín resilio, “volver atrás”, como la capacidad de afrontar la adversidad. La respuesta a estas crisis depende de múltiples factores así un envejecimiento saludable es favorecedor de resiliencia. Envejecer es un proceso que se inicia al finalizar la fase de crecimiento y madurez de los individuos; alrededor de los 25 años, es biopsicosocial se es adulto mayor por consenso a partir de los 65 años, envejecer no es una enfermedad, se envejece heterogéneamente, hay mayor vulnerabilidad y fragilidad. En 2015 la OMS (3) define envejecimiento saludable, como el proceso de desarrollar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez, aumentando y manteniendo la capacidad intrínseca y, permitiendo que alguien con una disminución de la capacidad funcional logre hacer cosas. Factores que en las crisis inesperadas inciden en la manifestación de distrés, desde lo biológico factores genéticos y experiencias infantiles adversas, desde lo psicológico los estresores las personalidades narcisistas, los déficits en la mentalización desde lo social la pobreza, maltrato, discriminación, desnutrición, aislamiento, soledad, baja educación desde lo psicopatológico el padecer alguna patología psiquiátrica son factores de riesgo a padecer distrés. Factores genéticos y experiencias infantiles adversas Las adversidades en los primeros años de vida, se asocian con una mayor vulnerabilidad a los trastornos más adelante en la vida, causando un impacto a largo plazo en los circuitos responsables de la función cognitiva y emocional (4, 5). El estrés afecta dos formas de plasticidad estructural: el estrés repetido causa atrofia de las dendritas en la región CA3, y el estrés agudo y crónico suprime la neurogénesis de las neuronas granulares del giro dentado (5, 6). El hipocampo es un objetivo de las hormonas del estrés y es una región del cerebro especialmente plástica y vulnerable (6). El hipocampo, la amígdala y la corteza prefrontal sufren una remodelación estructural inducida por el estrés, que altera las respuestas fisiológicas y de comportamiento (7). La (PFC) se ve afectada por factores estresantes y el entorno psicosocial (5, 6). Las experiencias de la vida temprana, combinadas con factores genéticos, ejercen una influencia importante sobre la capacidad de respuesta al estrés de los adultos y el proceso de envejecimiento (4). Vulnerabilidad fragilidad física. La fragilidad, expresión fenotípica de un declive progresivo de funciones fisiológicas en múltiples sistemas corporales, se define como un estado de mayor vulnerabilidad al estrés que conlleva un aumento del riesgo de dependencia, deterioro funcional, hospitalización y mortalidad en ancianos (8). Del 4,9 al 27,3% de los AM (9) y más del 20% los mayores de 80 años con prevalencia femenina (10) desarrollan un “síndrome médico con múltiples causas y factores que se caracteriza por una disminución de la fuerza, la resistencia y una función fisiológica reducida que aumenta la vulnerabilidad de un individuo para desarrollar una mayor dependencia y/o su muerte se lo denomina Fragilidad física (11), condicionando al paciente y su familia. En los países de América Latina y el Caribe (ALC) fue del 19,6% uno de cada cinco adultos mayores es considerado frágil (12). Desrichard O y colaboradores (13) evaluaron la fragilidad en el envejecimiento, su influencia en la exposición al estrés percibido (PSE) y los síntomas relacionados en 2711 AM entre 64-101 años, hallando niveles más altos de PSE en AM frágiles que en AM no frágiles, relacionando la fragilidad con la discrepancia percibida entre recursos, demandas, y capacidad para hacerle frente. Stress del latín stringere “apretar” es la reacción del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante, las mujeres parecen ser más susceptibles al estrés. Bruce Mc Ewen considera a la definición de estrés ambigua y propone el concepto de alostasis como proceso activo del cuerpo en responder a eventos diarios y mantener la homeostasis (lograr la estabilidad atreves del cambio) y carga alostática al desgaste por uso ineficiente de la alostasis. El cerebro interpreta las experiencias como amenazantes o no y determina las respuestas fisiológicas y conductuales a cada situación, es el coordinador maestro de los sistemas neuroendocrino, autónomo e inmune, así como del comportamiento (4). a) La respuesta neuroendocrina al estrés es mediante la activación del eje HPA, el núcleo paraventricular hipotalámico (PVN) produce hormona liberadora de corticotropina (CRH) que estimula la hipófisis y producción de hormona adrenocorticotrópica (ACTH) que conduce a la secreción de glucocorticoides por parte de la corteza suprarrenal (4), la hipercortisolemia es neurotóxica con relación a las estructuras cerebrales vulnerables como el hipocampo. El daño o la pérdida de las neuronas del hipocampo daría como resultado una inhibición por retroalimentación deficiente del eje HPA y la secreción de glucocorticoides. Las modificaciones cerebrales inducidas por el distrés se expresan clínicamente como (depresión, PTSD, deterioro cognitivo, etcétera). Existe una fuerte evidencia que asocia la hipercortisolemia en hombres de edad avanzada con una disfunción cognitiva posterior. Con la edad el cortisol diurno aumenta, disminuye la sensibilidad a los GC, lo que supone un pico más alto de niveles de cortisol y una respuesta al estrés más prolongada (14, 15). b) La función global del sistema nervioso autónomo es mantener la homeostasis del organismo y efectuar las respuestas de adaptación ante cambios del medioambiente externo e interno. La activación del sistema nervioso simpático (SNS) se inicia cuando la información hipotalámica llega a las células 10 // EDITORIAL SCIENS

Psiquiatría N° 43 | Marzo - Abril 2021 preganglionares simpáticas de la médula espinal, por medio del núcleo paraventricular del hipotálamo o, indirectamente, a través del núcleo del tracto solitario y liberando noradrenalina por las postganglionares simpáticas. Esta activación estimula a las células cromafines de la medula de las glándulas suprarrenales que liberan adrenalina encargadas de poner el cuerpo en estado de alerta preparándolo para luchar o huir (16). Son las que permiten enlazar el fenómeno del estrés con los fenómenos psicofisiológicos de la emoción. c) Los efectos del estrés sobre el funcionamiento del sistema inmune (SI) están mediados por los glucocorticoides, adrenalina y noradrenalina, y ejercen funciones que contribuyen a regularlo. Hay regulación recíproca entre el SNC y el SI (1). En el envejecimiento hay inmunosenescencia lo que genera incremento de patología. Aspectos psicológicos Estrés percibido El concepto proviene de la teoría transaccional del estrés, que lo define como una relación particular entre el individuo y su entorno, cuando este último es evaluado por el sujeto como amenazante o desbordante de sus recursos y capaz de poner en peligro su bienestar. La evaluación cognitiva de amenaza se denomina (Appraisal primario) (17), y los recursos personales percibidos para enfrentarla (Appraisal secundario). el modelo cognitivo del estrés percibido tiene un correlato eminentemente fisiológico en el lóbulo frontal, en estudios de RMCf observaron que el hombre activa preferentemente el cortex prefrontal (combate y fuga, mientras que la mujer el sistema límbico (pedido de ayuda) (18). La respuesta emocional del estrés está caracterizada por síntomas de ansiedad, irritación, ira y cólera, preocupación tristeza, pánico, y estados de desesperanza, de naturaleza transitoria Se puede evaluar con el “Cuestionario de Estrés Percibido”– (PSQ) refleja, lo que experimentan de manera subjetiva las personas ante determinadas situaciones, y puede ser aplicada a adultos de cualquier sexo, edad y nivel socioeconómico (19). Personalidad Los factores de personalidad desempeñan un papel importante en la identificación, respuesta y abordaje de eventos estresantes. Varios factores, como la presencia social, la empatía, la independencia, la buena impresión, la eficiencia intelectual, la intuición psicológica, la orientación laboral, la feminidad, hacen que las personas sean más vulnerables al estrés (20). La respuesta cognitiva generalmente varía dependiendo de los rasgos de auto-eficacia. Georgia Centenarian Study N 106 (GCS, M Age = 100,3 años, 84% mujeres, 20% afroamericanos, 40% residentes en la comunidad, 30% funcionamiento cognitivo bajo) apoyan una fuerte correspondencia general con la estructura de referencia (muestra completa: .94; funcionamiento cognitivo superior: .94; funcionamiento cognitivo inferior: .90). Los centenarios con un funcionamiento cognitivo más bajo tienen mayor neuroticismo y menor apertura a la experiencia, amabilidad y escrupulosidad (21). Los rasgos de personalidad y el estrés percibido son determinantes importantes de los resultados psicológicos. El apoyo social y las estrategias de afrontamiento reducen los crecientes efectos acumulativos del neuroticismo (22). Durante el proceso del envejecimiento se produce un desvanecimiento del narcisismo, los acontecimientos biológicos (por ejemplo, enfermedades) psicológicos (duelos) y sociales, (viejismo) si son vividos como heridas narcisistas, precipitan la desinvestidura del sí mismo pudiendo conducir a la enfermedad o a la muerte. El narcisismo normal está representado por la investidura del sí mismo siendo necesario para mantener la vida, cumpliendo una función determinante para la continuidad de la identidad. El amor adecuado por sí mismo es un antídoto para no abandonarse a la muerte. Trastorno narcisista de la personalidad H Kohut (23) diferencia al “hombre trágico” que sufre vacío déficit /del “hombre culpable”, víctima del conflicto. Mentalización La Escuela Psicosomática de París de P Marty (24) ha estudiado las alteraciones del aparato mental en el desencadenamiento de las enfermedades psicosomáticas, encontrando un bajo nivel de mentalización al modelo de las neurosis actuales de Freud (25). La presión de las pulsiones y afectos, enraizados en el cuerpo los convierte en una exigencia de trabajo para lo anímico, se hace necesario que los mismos sean representados, tramitados, procesados y descargados a los efectos de que no se acumulen en el aparato psíquico de un modo perjudicial, o se descarguen por vías corporales, como en el caso de las somatizaciones, la elaboración de las excitaciones pulsionales mencionadas, a lo que llama mentalización puede ser considerada como el sistema inmune de la psique, en la medida en que absorbe estresores internos y externos, excesos traumáticos y presiones internas, procesa sus efectos en el cuerpo y los elabora en sentido progresivo, analistas como P. Aulagnier, W Bion, A Green, y otros refieren también a la mentalización en un sentido análogo al de Marty (26). Aspectos sociales Estrés tóxico adversidad continua durante meses sin contención con vivencia de desamparo generando ansiedad depresión o descompensación psicótica, por impacto en los procesos de envejecimiento o comportamiento, y subyacen a las disparidades socioeconómicas (27). Estresores tóxicos: la pobreza, maltrato, discriminación, desnutrición, aislamiento, soledad baja educación. La falta de seguridad económica en la vejez es un gran obstáculo para el envejecimiento. En Europa, una de cada cinco AM tiene un ingreso por debajo de la línea de pobreza, y las personas de más de 80 años son las más afectadas, esto conlleva a desnutrición, mayor riesgo de fragilidad, de deterioro cognitivo, de la capacidad para cuidar de uno mismo. El maltrato y el delito pueden cau- EDITORIAL SCIENS // 11

Biblioteca

Av. García del Río 2585 Piso 12 A - C.A.B.A
+54 11 2092 1646 | info@sciens.com.ar

Editorial Sciens, Todos los Derechos Reservados 2015