son distintos a cuando está sana, con lo cual cabe preguntarse si las decisiones que toma con verdaderamente suyas. En cuanto al segundo argumento, el autor lo desdobla en dos posibilidades: por un lado se justificaría la exposición de los pacientes deprimidos a riesgos de una investigación como un modo de búsqueda de los mismos, y por otro lado la persona deprimida que no tiene en cuenta sus intereses al decidir si acepta un riesgo de participar no será responsable para participar de dicha investigación. Por todo lo expuesto, aun teniendo una buena capacidad cognitiva para abordar el proceso de consentimiento informado, se puede tener “mala capacidad afectiva” que termina alterando dicho proceso. Conclusiones Existen dificultades en los pacientes con trastornos mentales o con signosintomatología mental secundaria a otras patologías para conocer, entender y comprender la información suficiente brindada por los profesionales y así ejercer su derecho de consentir reflexivamente las propuestas diagnósticas y terapéuticas. Si bien se han hecho propuestas de instrumentos normatizados para evaluar la competencia para consentir, éstos sólo están validados en Norteamérica, difieren en las variables que utilizan al evaluar y principalmente eximen las dimensiones afectiva y social. Tampoco tienen en cuenta la dimensión simbólica de la decisión por la cual cada sujeto decide en función a sus recursos, transforma al sujeto y presenta un componente inconsciente modelado sobre la base de otras decisiones pasadas que se van resignificando con las nuevas. No se debería evaluar la competencia para consentir ignorando la situación vital y contexto biopsicosocial del sujeto, desde esta lógica menos aun normatizarla en fichas para completar o asignarle un puntaje lo cual constituye un ideal de valoración con características reduccionistas y poco humanísticas. Es importante destacar que presentar un trastorno mental no implica la falta de capacidad para tomar decisiones ni incluso que la habilidad para tomar una decisión particular esté alterada puesto, de lo contrario, se estigmatizaría a muchos sujetos que sufren trastornos mentales y son capaces de tomar decisiones por ellos mismos aun cuando deban ser adaptados los medios para su información y comprensión o requieran de un apoyo. Bibliografía • 1. American Psychiatric Association. “Resource document on principles of informed consent in Psychiatry”. J Am Acad Psychiatry, 1997, 25:121-125. • 2. Appelbaum PS, Grisso T. Assessing patients´ capacities to consent to treatment. N Engl J Med 1988, 319:1635-1638 • 3. Appelbaum PS, Gutheil TG. Clinical handbook of psychiatry and the law, 2º ed., Baltimore: Williams and Wilkins, 1991. • 4. Appelbaum PS, Roth LH. Competency to consent to research: a psychiatric overview. Arch Gen Psychiatry 1982, 39:951-58. • 5. Beauchamp TL, Childress JF. Principles of Biomedical Ethics, 4º ed. New York: Oxford University Press, 1994. • 6. Covelli JL. Manual de Psiquiatría Forense. 2da Edición. Buenos Aires: Dosyuna Ediciones Argentinas, 2016. • 7. Culver CH, Gert B. Philosophy in Medicine: Conceptual and Ethical Issues in Medicine and Psychiatry. New York: Oxford University Press, 1982. • 8. Drane JF. The Many Faces of Competency, Hastings Cent. Rep, 1985. • 9. Elliot C. Caring About Risks: Are Severely Depressed Patients Competent to Consent to Research?. Arch Gen Psychiatry 1997; 54(2):113-6. • 10. Faden R, Beauchamp T. A History and Theory of Informed Consent. New York: Oxford University Press, 1986. • 11. Fantin JC, Fridman P. Bioética, Salud Mental y Psicoanálisis. 1º ed., Buenos Aires: Ed. Polemos, 2009. • 12. Freedman M, Stuss DT, Gordon M. Assessment of competency: the role of neurobehavioral deficits. Ann Intern Med 1991,15: 203-8. • 13. Grisso T, Appelbaum PS. Comparison of the standards for assessing patients´ capacities to make treatment decisions. Am J Psychiatry 1995,152: 1033-7. • 14. Janofsky JS, McCarthy JS, Folstein MF. The Hopkins Competency Assessment Test: a brief method for evaluating patient´s capacity to give informed consent. Hosp Community Psychiatry 1992,43: 132-6. • 15. Kaplan KH, Price M. The clinican´s role in competency evaluations. Gen Hosp Psychiatry 1989, 11:397-403. • 16. Roth LH, Meisel A, Lidz CW. Tests of competency to consent to treatment. American Journal of Psychiatry 1977, 134: 279-84. • 17. Sánchez-Caro J, Sánchez-Caro J. El consentimiento informado en Psiquiatría. 1ºed., España: Editorial Díaz de Santos, 2003. • 18. White BC. Competence to consent. Washington: Georgetown University Press, 1994. 8 // EDITORIAL SCIENS
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