Psiquiatría N° 44 | Octubre 2021 se ha relacionado con el concepto de “amae”, que describe el comportamiento dependiente japonés en el que una persona implora, o alternativamente actúa con egoísmo e indulgencia, sabiendo que el cuidador lo perdonará (10, 11, 12, 13). Algunos hacen hincapié en el fenómeno de la globalización y la creciente importancia que se le da al individualismo en contextos tradicionalmente colectivistas, junto a cambios en la estructura económica, como la prolongada recesión en Japón (9, 14). Otros sostienen que la incapacidad de los jóvenes para soportar la realidad se ve agravada por el hecho de que las personas que no trabajan tienen la misma influencia y el mismo derecho a hablar que las personas que trabajan, alentándolos a reclamar sus derechos sin ninguna relación con el mundo real (1). También influirían los roles de género para los hombres en la sociedad japonesa, como el evitar cualquier exhibición de sus debilidades frente a los demás y ser el sostén de la familia. En relación a este punto, el desempleo puede afectar la identidad social de un individuo, lo que hace que la persona se sienta con desarraigo social (15). En tanto, las mujeres con SH pueden sentirse más solas que las mujeres no Hikikomori ya que pueden tener menos apoyo social. Las mujeres que reciben apoyo social se benefician del impacto positivo, que puede reducir a la mitad el riesgo de tener SH. Esto explicaría en parte la menor incidencia del SH en ese grupo poblacional (16). Varnon y Kwon (17) ensayan una explicación desde el punto de vista evolutivo. Sabemos que el ser humano aislado tiene menos posibilidades de supervivencia. En sociedades con menores recursos socioeconómicos, los jóvenes que no logran obtener estatus, recursos y amigos a través de medios socialmente aprobados pueden estar más propensos a buscar otros caminos para adquirirlos (como robo, violencia, prostitución y otras actividades ilegales) en lugar de una retracción social que, en sociedades con altos recursos económicos, igualmente les asegura la subsistencia. Se encontró una asociación fuerte con nivel educativo elevado de los padres, madres con trastorno de pánico y padres con psicosis y adicciones a sustancias (13, 18). Teniendo en cuenta que el trastorno evitativo de la personalidad (TEP) es un diagnóstico comórbido frecuente en el SH, se realizó un estudio comparando biomarcadores que se conocen afectados en el TEP con los de pacientes con SH. Los individuos con SH tenían puntuaciones de personalidad de evitación más altas en ambos sexos y mostraban niveles de uricemia más bajos en hombres y niveles más bajos de HDL en mujeres en comparación con los controles sanos (19). En el primer estudio realizado con técnica de Rorschach sobre 22 casos de SH (12 hombres y 10 mujeres, edad media 33,14 años, DS 9,33) los resultados sugieren que tienen más probabilidades de expresar emociones indirectamente y esperan que los demás presuman sus sentimientos y pensamientos. La soledad y la personalidad evasiva están fuertemente ligadas al SH (20). Las personas con SH también pueden tener dificultades para independizarse emocionalmente de la dependencia primitiva y el apego a otras personas importantes. Se ha descrito que algunos padres que no saben cómo iniciar una conversación o no se preocupan por sus hijos pueden no enseñarles la empatía, cómo establecer relaciones de confianza con los demás y cómo entablar comunicaciones saludables (13). Existen varios factores de riesgo para el Hikikomori (ver Tabla 2) (21, 22). Epidemiología De 2002 a 2006 se realizó en Japón el World Mental Health Japan Survey cuya muestra incluyó un n de 1160 personas de 20 a 49 años de edad. Se encontró que la edad media de inicio fue de 22,3 años y el 1,2 % cumplió alguna vez con el criterio diagnóstico. La duración va de 1 a 10 años, con una media de 5. El 54,5 % de los casos presentó por lo menos un trastorno psiquiátrico a lo largo de la vida (23). Otra encuesta, realizada por la Oficina del Gabinete del Go- Tabla 1 Criterios diagnósticos para el síndrome de Hikikomori Ministerio de salud, trabajo y bienestar del Japón (Teo 2018) 1) Estilo de vida centrado en la casa. 2) Ausencia de interés para concurrir a la escuela o el trabajo (no aplica si la persona mantiene contacto social). 3) Duración mínima de 6 meses. 4) Ausencia de otro trastorno psiquiátrico que explique los síntomas. EDITORIAL SCIENS // 17
ierno de Japón, encontró que entre los afectados por SH de entre 40 y 64 años, 36,1 % han sido socialmente retraídos durante más de diez años, 23,4 % de los cuales eran amas de casa (24). En el estudio de Kondo et al. (25) la muestra estuvo representada por 337 individuos con SH, de los cuales el 78 % eran varones. Edad media de inicio: 24,2 años. La media medida en años desde el inicio de los síntomas hasta la consulta fue de 4,3. La mitad presentaba ausentismo escolar y nunca habían trabajado. 33,3 % fueron diagnosticados de esquizofrenia, trastornos del humor y ansiedad, 32 % como TEA o trastorno del desarrollo intelectual y 34,7 % trastornos de personalidad. En un estudio transversal realizado en Japón sobre una muestra de 1340 encuestas a personas de 15 a 64 años de edad en una zona rural, 154 (6,7 %) presentaban criterios para SH. 53,7 % fueron varones y el 47,5 % sufrió aislamiento social por más de 10 años. El 10,4 % eran amas de casa. Esto último representa aproximadamente la mitad indicada por el estudio nacional, referido a población de ciudades (15). En el año 2020 se publicó un estudio de cohorte (1 de junio de 2017 al 31 de mayo del 2018) que incluyó a 304 pacientes menores de 65 años tratados en un servicio de salud mental japonés por aislamiento social. Se los dividió en 3 categorías: “SH actual”, “SH pasado” y “otros”. El porcentaje de afectados fue del 19,7 %, 26,6 % y 56,5 % respectivamente. La edad de distribución para la primera categoría fue bimodal, con picos a los 20 y 40-45 años. Éstos asistían con menor regularidad y requirieron más intervenciones del equipo de apoyo social. La asistencia en persona en la primera entrevista predijo asistencia regular (1). El SH fue identificado en varios países, como Brasil, USA, España, Italia, India, Corea del Sur, Francia entre otros. En Hong Kong se calcula una prevalencia de 1,7 %, en Corea 2,3 % y en población estudiantil nipona un 26,6 % (5, 26, 27, 28). Un estudio realizado en España informó que el 15,4 % (200 de 1297) de los pacientes atendidos en tratamiento domiciliario de resolución de crisis eran casos de SH (29). El pertenecer a una familia monoparental se asoció con una edad menor de inicio del aislamiento, mayor adicción a internet y mayor tendencia al maltrato (13). Comorbilidad. Enfermedades asociadas Se encontró que los casos primarios de Hikikomori tenían una mayor frecuencia de alexitimia, eventos traumáticos a lo largo de la vida, así como niveles más altos de resentimiento y hostilidad verbal y un mayor índice de agresión. En los casos secundarios de Hikikomori, se ha observado mayor irritabilidad y resentimiento, con más distimia, excitabilidad y ansiedad y aunque la frecuencia de los traumas psicológicos fue menor, aún fue significativa (30). Los varones con SH presentan síntomas más severos de enfermedad mental, peor salud autoevaluada en general, angustia e ideación suicida pasiva que los varones que no presentan el síndrome (15). En Japón, la prevalencia a lo largo de la vida de los trastornos mentales fue casi el doble, mientras que el riesgo de trastornos del estado de ánimo fue seis veces mayor entre los Hikikomori (31). Kondo et al (32) informaron que en un grupo de pacientes de 16 a 35 años con SH de inicio antes de los 30 años, el 8 % tenía esquizofrenia, el 26 % tenía un trastorno de ansiedad, el 8 % tenía un trastorno depresivo y el 23 % tenía un trastorno de personalidad (6 % evitativo, 6 % esquizoide y 4 % obsesivo-compulsivo). Otros trastornos comórbidos son: estrés postraumático, bullying, adicción a internet y/o videojuegos, trastorno obseso-compulsivo, ansiedad social, depresión mayor y trastorno del espectro autista (TEA) (5). El cuadro clínico puede representar el debut de una esquizofrenia o adicción a tecnología. Tabla 2 Factores de riesgo para síndrome de Hikikomori Presencia de un trastorno psiquiátrico en los pacientes y en los padres Trastorno del desarrollo Trastornos adictivos conductuales o relacionados con sustancias (incluido el uso indebido de Internet y los juegos) Contextos psicosociales deficientes Apego inseguro Alto nivel sociocultural (en Japón) Sexo masculino 18 // EDITORIAL SCIENS
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