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45 - E Yarri - Mayo 2019

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Quimioterapia y cardiotoxicidad: necesidad de un nuevo enfoque. Dr. E Ylarri

45 - E Yarri - Mayo

Fecha de recepción: 15 de enero de 2019 // Fecha de aceptación: 19 de marzo de 2019 Quimioterapia y cardiotoxicidad: necesidad de un nuevo enfoque Dr. Ernesto Miguel Ylarri Médico Cardiólogo. Jefe del Servicio Cardiología. Hospital Héctor Cura. Olavarría. Exprofesor Adjunto. Escuela Superior de Ciencias de la Salud. UNICEN. Resumen El uso de nuevas drogas oncológicas ha permitido una mayor sobrevida en muchos pacientes con cáncer. Sin embargo, varias de estos fármacos, como las antraciclinas, anticuerpos monoclonales o inhibidores de la tirosinkinasa entre otros, han demostrado cardiotoxicidad, que puede ser frecuente, especialmente cuando se asocian. Este daño cardíaco se manifiesta de muchas maneras, pero especialmente por insuficiencia cardíaca por disfunción sistólica, que puede ser precoz u ocurrir luego de meses o años de la administración. Esto ha permitido el desarrollo de enfermedad cardíaca en poblaciones sobreviviente de cáncer que suelen ser jóvenes o aún niños, con pocos factores de riesgo, en las que se demuestra muchas veces mayor morbimortalidad que en otros pacientes con daño cardíaco semejante. El diagnóstico temprano, el seguimiento de estos pacientes por años después de la quimioterapia, el evitar el “sobrediagnóstico” (que puede llevar a suspensión de tratamientos oncológicos esenciales), la corrección de factores de riesgo, el tratamiento precoz de la insuficiencia cardíaca, la utilización de fármacos específicos que actúen sobre los mecanismos de cardiotoxicidad, etc. obliga a un enfoque multidisciplinario y a la definición de una nueva especialidad, la cardio-oncología. Se describe en esta revisión los mecanismos de la cardiotoxicidad y la racionalidad de los enfoques preventivos. Palabras clave Cáncer – Quimioterapia – Insuficiencia cardíaca – Prevención. La eficacia de los tratamientos oncológicos ha permitido una sobrevida importante en los pacientes portadores de diversos tipos de cáncer. Dos tercios de los pacientes a los que se diagnostica cáncer, están vivos a los 5 años, como lo están a los 10 años el 75% de pacientes pediátricos con ese diagnóstico (1). De esta forma, estos pacientes pueden desarrollar en el tiempo diversos problemas cardiovasculares relacionados a su propio tumor, al desarrollo acelerado de la enfermedad cardiovascular por los factores de riesgo, o más frecuentemente a la terapéutica oncológica (quimio o radioterapia) que produce directamente toxicidad cardíaca, afectando vías moleculares y/o a organelas celulares esenciales en la función cardíaca normal. Tal es así que, a los 7 años del diagnóstico, la causa del 50% de los fallecimientos fue el propio tumor, pero la segunda causa (en el 33%) fue enfermedad cardiovascular. Ésta incluye disfunción ventricular izquierda sistólica y diastólica, insuficiencia cardíaca congestiva, stroke e isquemia e infarto de miocardio. Estos hechos enmarcan una nueva realidad, nuevas patologías, un nuevo “tipo” de pacientes, con pronósticos y complicaciones diversas. Por ejemplo, se ha descripto que la insuficiencia cardíaca inducida por quimioterapia presenta peor pronóstico y es resistente a la terapia convencional de esta entidad (2). Estos pacientes suelen ser más jóvenes, con menos comorbilidades, peor función diastólica y una mortalidad 2-3 veces mayor que una cohorte de comparación (3). Incluso los niños que sobreviven a cáncer, desarrollan insuficiencia cardíaca durante su vida con una frecuencia 15 veces mayor que la población general (4). Estos datos enfatizan la necesidad de conocer mejor e intentar prevenir la cardiotoxicidad de estos fármacos, fundamentalmente con un diagnóstico precoz de la disfunción sistólica (5). Para ello serán importantes el diagnóstico y corrección de factores de riesgo y de cardiopatía previos a la administración de la quimioterapia, y la detección de cambios precoces de la disfunción sistólica por el tratamiento, para comenzar tempranamente con beta bloqueantes o con antagonistas del sistema renina angiotensina aldosterona (iSRAA), reducir la dosis y/o cambiar el antineoplásico (6). También lo que parece ser muy importante, es continuar el seguimiento de estos pacientes hasta meses o años después de la terminación del tratamiento. Nuevas tecnologías de diagnóstico como marcadores biológicos y ecocardiograma con speckle tracking Ylarri Ernesto Miguel. “Quimioterapia y cardiotoxicidad: n ecesidad de un nuevo enfoque”. Farmacología Cardiovascular 2019;45:8-14. 8 // EDITORIAL SCIENS

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