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89 - EK Blanc - Noviembre 2014

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Trastorno antisocial de la personalidad, neurobiología y terapéutica

Dra. Emilce K

Dra. Emilce K Blanc Introducción El vocablo personalidad deriva del latín, persona, que significa máscara, la cual era utilizada por los actores en las obras teatrales de la civilización grecorromana. No existe una definición universalmente aceptada de personalidad, cada escuela psicológica defiende un modelo teórico. Para Theodore Millon se trata de un patrón complejo de características psíquicas profundamente enraizadas que se expresan en forma automática o en casi todas las áreas de la actividad psíquica, comprendiendo características biológicas, cognitivas, psicodinámicas e interpersonales (Stingo y col, .2005). Los rasgos de la personalidad son patrones que permiten percibir, pensar, relacionarse con uno mismo y el ambiente. Cuando estos rasgos se vuelven disfuncionales, desadaptativos e inflexibles adquieren la categoría de trastorno. Los trastornos de personalidad son definidos según el DSM V como desórdenes con las características que se detallan en la tabla 1. El CIE-10 categoriza ocho trastornos específicos principales codificados de F60.0 a F60.7, que no se excluyen mutuamente y que tienen sintomatología superpuesta (Tabla 2). El CIE 10 diferencia los trastornos de la personalidad de la TABLA 1 A. un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de la cultura del sujeto en al menos dos de las siguientes áreas: cognición, afectividad, actividad interpersonal y control de los impulsos(desviación significativa respecto del individuo normal para una determinada cultura) B Este patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales (rigidez) C. Este patrón persistente provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (provoca tensión subjetiva/ problemas/ desadaptación, es disfuncional) D. El patrón es estable y de larga duración y su inicio se remonta a la adolescencia o principio de la edad adulta (está profundamente arraigado) E. No es atribuible a una manifestación o consecuencia de otro trastorno mental F. No es debido a efectos fisiológicos directos de una sustancia ni enfermedad médica Grupo A Característica: patrón penetrante anormal de • cognición (por ej. sospecha), • expresión (ej. lenguaje extraño) y relación con otros (ej. aislamiento) Grupo B Característica: patrón penetrante de • violación de las normas sociales (ej. comportamiento criminal), • comportamiento impulsivo, • emotividad excesiva y grandiosidad. Presenta con frecuencia exteriorización de sus rasgos, comportamiento autoabusivo y arranques de ira. Grupo C Característica: patrón penetrante de temores anormales, incluyendo relaciones sociales, separación y necesidad de control Otros desórdenes de personalidad 1. Trastorno paranoide de la personalidad, personalidad paranoide; 2. Trastorno esquizoide de la personalidad, personalidad esquizoide; 3. Trastorno esquizotípico de la personalidad, personalidad esquizotípica. 1. Trastorno antisocial de la personalidad, personalidad antisocial; 2. Trastorno límite de la personalidad, personalidad límite o borderline; 3. Trastorno histriónico de la personalidad, personalidad histriónica; 4. Trastorno narcisista de la personalidad, personalidad narcisista. 1. Trastorno de la personalidad por evitación, personalidad fóbica; 2. Trastorno de la personalidad por dependencia, personalidad dependiente; 3. Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, trastorno anancástico de la personalidad o personalidad obsesiva-compulsiva. 1. Cambio de personalidad debido a otra condición médica 2. Otro trastorno de personalidad especificado (no reúne criterios completos de ningún trastorno, especificándose el por qué. Ej.: Rasgos mixtos de personalidad) 3. Otro trastorno de personalidad no especificado (no reúne criterios completos de ningún trastorno no especificándose el por qué. Ej.: hay información insuficiente 8 // EDITORIAL SCIENS

Psicofarmacología 14:89, Noviembre 2014 TABLA 2 F60.0 F 60.1 F60.2 F60.30 F60.31 F60.4 F60.5 F60.6 F60.7 F60.8 F60.9 Paranoide Esquizoide Disocial Inestabilidad emocional tipo impulsivo Inestabilidad emocional tipo límite Histriónico Anancástico (obsesivo-compulsivo) Ansioso (con conducta de evitación) Dependiente Otros Sin especificación transformación de la personalidad; esta última, surge en la adultez después de la recuperación clínica de una situación estresante grave (campos de concentración, secuestros, amenaza de asesinato, cautiverio) (F62-0) o de una enfermedad psiquiátrica (F62.1). TAS: Referencias históricas Zachias, en el siglo XVII, ya hablaba de individuos que no obran ni sienten como los demás. En los comienzos de 1800 los clínicos intentaron comprender la mentalidad criminal, dado que las ofensas eran tan abominables que consideraron que estos sujetos debían ser insanos, pero sus evaluaciones clínicas no eran consistentes con síndromes mentales reconocidos. Philippe Pinel (1806) distinguía a individuos que padecían manía sin delirio: refriéndose a un estado de furor, como si solo estuviesen dañadas las facultades instintivas. James Cowles Pritchard (1835) fue el primero en utilizar el concepto de moral insanity (insania moral) definiendo el trastorno como “una afección de la conducta que se expresa sin delirio ni menoscabo intelectual”, señalando como “característica fundamental la discordancia entre la indemnidad intelectual y la alteración de la conciencia valorativa” (compromiso afectivo y volitivo). Allí las facultades intelectuales del individuo se hallaban intactas y los principios morales, “pervertidos o depravados”, dificultando la capacidad de conducirse a sí mismo “con decencia y propiedad...”. Se refiere en realidad a enfermedades sin características psicóticas y no a características psicopáticas, por ejemplo: enfermedad maniaco-depresiva, Morel (1850) realza como factor etiológico la herencia degenerativa: “la degeneración de un individuo se va transmitiendo a lo largo de las generaciones”, J. A. Koch en (1888) hace referencia a las “inferioridades psicopáticas”, término que sustituyó al de insania moral, definiéndolas como el resultado de una inferioridad cerebral congénita o adquirida. Kraepelin (1904) usa el término “personalidad psicopática “para referirse a personas no neuróticas y no psicóticas que chocan con los parámetro sociales, y cuyos defectos residen en la vida afectiva y la voluntad. Incluye la locura impulsiva, los embusteros, estados obsesivos, criminales congénitos. Dupré (1912) ya habla de una constitución psicopática. S. Freud señala que son enfermos cuya característica es repetir conductas, colocando el acento en que estos individuos “actúan en lugar de pensar”. Kurt Schneider (1923) incluye a las personalidades psicopáticas (PP) en las “variedades anómalas del modo de ser psíquico” y dentro de ellas como desalmados. Fue el verdadero precursor del concepto actual del TAP, que se incorpora a las clasificaciones actuales, utilizando como base conceptual sus principios rectores. Postulado trilógico de Kurt Schneider: 1) Son variaciones de la personalidad que se desvían de la norma del término medio del valor (principio normativo). 2) Para que la anormalidad sea psicopática es necesario que haga padecer al sujeto o a la sociedad (principio valorativo de daño). 3) Las personalidades psicopáticas no son enfermedades, sino tipos de accionar meramente descriptivos, donde se nominan las principales cualidades de la personalidad. Entiende a los “tipos de personalidad” solo como modelos esquemáticos útiles para medir y no dirigidos a establecer especies diagnósticas, sino a determinar cualidades o rasgos destacados de la personalidad. Considera que las personalidades psicopáticas (PP) no reconocen la presencia de “un proceso” en el sentido Jasperiano, (para Jaspers en el proceso hay ruptura de la unidad de la persona, surgen contenidos psíquicos nuevos inexplicables, la personalidad muta con detrimento de sus mecanismos psicológicos normales, restando una profunda cicatriz defectual en la dinámica personal y social del individuo, ej.: el síndrome esquizofrénico.Y en el “desarrollo” se mantiene la unidad de la persona, y los contenidos que surgen son relacionados con la personalidad previa. “Los rasgos caracterológicos son permanentes y progresan durante la vida psíquica del sujeto (factores genéticos, constitucionales, ambientales)”. EDITORIAL SCIENS // 9

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