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Antibióticos que actúan sobre la síntesis proteica. Luciana Roperti Deguisa, Juan C. Fernández, Héctor A. Serra

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  • Gentamicina
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Los aminoglucósidos son antibióticos bactericidas que actúan durante todo el ciclo celular bacteriano. Lamentablemente, poseen un estrecho rango terapéutico, lo que determina la necesidad de adecuar sus dosis para evitar efectos tóxicos. El primer miembro de este grupo fue la estreptomicina, aislada en 1944 a partir una cepa de Streptomyces griseus; por ser el primer antimicrobiano activo frente a M tuberculosis, le valió a su descubridor S. Waksman el premio Nobel en 1952. Posteriormente se aislaron la neomicina del S fradiae, la kanamicina del S kamamyceticus, la paromomicina del S rimosus y la tobramicina del S tenebrarius. A partir del actinomiceto Micromonospora purpurea, se aisló la gentamicina y posteriormente del Minyoensis, la sisomicina.

HA

HA Serra // Antibióticos razón de 1 g por vez a las 19, 18 y 9 horas anteriores al procedimiento) y en algunos protocolos de tratamiento del coma hepático y de la diarrea del viajero. Por vía tópica en cremas al 0,25 - 0,5% (asociada con antimicóticos y corticoides a aplicar cada 8 a 24 horas), colirios al 0,5% (con corticoides a aplicar cada 4 a 6 horas), o caramelos resulta útil contra estafilococias de piel y mucosas. También se emplea (a razón de 50 a 100 mg/día) asociada con antimicóticos y otros quimioterápicos en las vulvovaginitis inespecíficas o parasitarias. Su uso durante la cirugía de las cavidades peritoneal o pleural ha caído en desuso por el importante bloqueo neuromuscular que provoca. Como la tobramicina in vitro resulta más activa que gentamicina frente a cepas de Acinetobacter spp y P aeruginosa se emplea por vía inhalatoria en pacientes con fibrosis quística que padecen infección crónica por P aeruginosa; en estos casos la dosis es 300 mg a nebulizar cada 12 horas, durante 28 días. También se utiliza asociada con corticoides en colirios al 0,3% (a aplicar cada 4 a 6 horas) para el tratamiento de procesos infecciosos de la cámara anterior del ojo por gérmenes sensibles. Monitoreo de las concentraciones séricas: Esta acción es fundamental para determinar los niveles pico-valle ya que estas drogas poseen estrecho margen terapéutico. Como se definió, el riesgo de toxicidad crece a partir de tratamientos de 5 o más días. Así, se aconseja que el primer par de muestras se tome transcurridas 36 horas de iniciado el tratamiento (momento en el cual se estima alcanzado el estado estacionario) unos 30 minutos después de terminada la infusión IV o 60 minutos después de la administración IM para el pico, y 30 minutos antes de iniciar la administración siguiente para el valle. Si se efectúan ajustes en la dosis, el nuevo control debe hacerse, también, 36 horas después de la maniobra. Estos tiempos pueden ser mayores en pacientes con insuficiencia renal pues tardan más en alcanzar el estado estacionario. Con las dosis mencionadas el pico-valle sérico debería ser respectivamente 7-2 mg/mL para gentamicina o 30-5 mg/ mL para amikacina. Si bien no existe una correlación precisa entre la concentración plasmática y la toxicidad, se considera que concentraciones mayores, pico-valle respectivamente, a 10-2 mg/mL para gentamicina; a 35-10 mg/mL para amikacina, y a 45-10 mg/mL para estreptomicina, son riesgosas. Esto no es válido para el esquema de dosis única diaria; situación que puede hasta triplicar las cifras.

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