Capítulo 3 Antibióticos que actúan sobre las membranas bacterianas Luciana Roperti Deguisa, Juan Albano, Héctor A. Serra Introducción Varios polipéptidos bacterianos producidos mediante síntesis no ribosomal atentan contra la integridad de las membranas biológicas, pues son anfóteros catiónicos y detergentes. Por esto, son atraídos e interactúan fácilmente con los fosfolípidos membranares (cardiolipina, fosfatidilglicerol en la membrana plasmática o lípido A del LPS en la membrana externa), se intercalan y los distorsionan, formando finalmente poros transitorios que incrementan notablemente la conductividad catiónica a su través. Como resultado, desajustan el medio interno de los microorganismos causando su muerte. En general, suelen actuar también sobre las membranas del huésped, por ello, son sustancias relativamente tóxicas; pero entre ellas hay algunas con cierta utilidad clínica. A partir de la búsqueda sistemática que siguió a la incorporación de la estreptomicina, fueron aislados e introducidos, casi inmediatamente después de esta (entre 1947 y 1952), varios antibióticos peptídicos derivados de Bacillus spp; hoy día la mayoría de estos, excepto la colistina, son considerados de uso muy limitado. A su vez, el entorno problemático generado por la resistencia del SAMR a la vancomicina impulsó la búsqueda de otros quimioterápicos; hacia 1985 se asiló la daptomicina, la cual fue aprobada para uso clínico a mediados de los 2000. De acuerdo a su estructura química los antibióticos que actúan sobre las membranas bacterianas se clasifican en (todos ellos disponibles en Argentina): • Lipopéptidos cíclicos calcio-dependientes, grupo que incluye la daptomicina. • Péptidos cíclicos policatiónicos, grupo que incluye la polimixina B, la colistina o polimixina E y las tirocidinas A, B y C. • Péptidos lineales hidrofóbicos, grupo representado por la gramicidina D o comercial, mezcla de las gramicidinas A, B y C e isoleucilgramicidina A. 95
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