MNC Derito // Urgencias en Psiquiatría. Psicosis endógenas agudas Movimientos involuntarios normales Movimientos de iniciativa: podríamos decir que es cuando arranca un movimiento generado por una orden de la voluntad. La decisión está tomada por el prefrontal, orden está dada, la estructura formal del movimiento se conforma ordenadamente en el frontal lateral, con la participación de los engramas de las cortezas inferiores (por ejemplo, la voluntad ordena hacer una llamada telefónica, el pararme de la silla para ir en busca del teléfono es un movimiento involuntario y la forma en que lo llevo a cabo esta generada por el contexto, manifestándose como movimientos reactivos y expresivos). Movimientos reactivos: los reactivos se producen como reacción directa a impresiones sensitivas del entorno. Son la reacción a un estímulo que ofrece el contexto, sin participación de la voluntad. Cuando es normal, forman parte de una acción que estuvo ordenada por la voluntad, forma parte de una secuencia que tiene una finalidad (por ejemplo, reacción de mover una silla, que se encuentra en mi camino hacia el teléfono que quiero atender, si la silla no estuviera en mi camino hacia el teléfono, ese movimiento no se hubiera generado, arreglarme el cabello mientras camino, etc.). Cuando están aumentados, Kleist los llamaba “movimientos en cortocircuito”. Movimientos expresivos: los movimientos expresivos, son los que revelan el estado deánimo del individuo, se reflejan en la mímica, la gesticulación, la postura, incluyen todo el cuerpo, más allá de la voluntad de la persona de querer expresarlos. Acompañan toda acción (por ejemplo, si la persona está esperando una llamada importante de confirmación de un trabajo), durante toda la acción de ir a atender el teléfono, es probable que aparezca en su rostro una expresión entre expectante y preocupada, y le imprima a todo el movimiento de su cuerpo un cierto dejo de contractura y aceleración, descubre el estado de ánimo que despierta la llamada, esta expresión se correlaciona con los sentimientos de la vivencia y son ajenos a la voluntad, pero forman parte de un movimiento finalístico que fue ordenado por la voluntad). Movimientos reflejos: son de naturaleza innata frente a estímulos del mundo. Por ejemplo, huir ante la amenaza, el peligro; tocarse la parte dolorida, acercarse o detenerse frente a lo opuesto: placer, ausencia de peligro. Descripción de los fenómenos motores patológicos ajenos a la voluntad Tipos de trastornos motores a) Los fenómenos motrices neurológicos: son perturbaciones del mecanismo del movimiento, perturbacionesde la motilidad, de las que el paciente tiene conciencia de su realización, pero no puede impedir que sucedan (por ejemplo, Parkinson). b) Los fenómenos motrices psicológicos: son consecuencia de una anormalidad psíquica, pero el mecanismo del movimiento es normal. No son fenómenos puros del movimiento, sino expresiones de los sentimientos traducidos en acciones (por ejemplo, inquietud por ansiedad ante un examen, impulso de huida, conversión histérica, rituales obsesivos). Son comprensibles psicológicamente porque se disparan como respuesta ante un suceso amenazante inesperado, que por su estructura de personalidad, no pueden res- 190
ponder con una conducta normal. c) Los fenómenos motrices psicóticos: al observarlos nos resultan psicológicamente incomprensibles. Cuando vemos los fenómenos motores de los enfermos mentales, nos parece que se trata de movimientos fuera de contexto, afinalísticos, no tienen objetivo determinado para nosotros. Si lo tienen para él paciente porque son parte de un acto motor finalístico, que se agregan en su realización, una cantidad de movimientos parásitos e inútiles que dificultan llegar al objetivo, pero para el paciente tienen un sentido. Son movimientos fuera de contexto, incomprensibles para el que los observa, pero explicables para el que los ejecuta, por estar desencadenados por motivos anormales (por ejemplo, taparse los oídos por estar alucinado cuando está presenciando una clase, no acercarse a las paredes por pensar que su cuerpo es de cristal y se romperá, huir de alucinaciones visuales, etc.). d) Los fenómenos motores catatónicos: son una serie de fenómenos motores involuntarios, actos “asombrosos”, “grotescos”, afinalísticos, que por ahora solo podemos describir y registrar (ya que son psicológicamente incomprensibles, y no tienen explicación para el mismo sujeto que los ejecuta), llamados movimientos involuntarios catatónicos. Wernicke distingue las perturbaciones del movimiento acinéticas (abolición de los movimientos involuntarios), de las hipercinéticas (aumento de los movimientos involuntarios). Los diferencia de los movimientos paracinéticos (los movimientos que pasan malogrados delante de su objeto) (Kleist). Movimientos involuntarios anormales Formas catatoniformes Los movimientos involuntarios descriptos son normales, forman parte de cualquier acción finalística ordenada y controlada por la voluntad. La pregunta es qué sucede cuando la voluntad está anulada o suspendida, y ya no puede ordenar acciones con un objetivo determinado. ¿Qué sucede cuando el prefrontal y el frontal dorsolateral ya no pueden cumplir su función porque están hipofuncionantes ó afuncionantes, ya sea en forma transitoria o definitiva?. Lo que sucedería, es que, en los niveles inferiores en los que se encuentran los engramas de los movimientos involuntarios, (los núcleos de la base y el cerebelo), al no tener como organizarse, comienzan a disparar movimientos involuntarios anormales en forma desorganizada, afinalística. Por ello, estos movimientos parecen “grotescos”, inexplicables, incomprensibles, fuera de contexto. Esto que no pasa de ser una hipótesis, surge de la observación de los movimientos involuntarios que brotan en las psicosis motoras agudas (y crónicas), cuadros completamente diferentes, parecerían tener un correlato en las neuroimágenes funcionales, SPECT Y PET, obtenidas en plena descompensación de una psicosis motora aguda. Como bien propusieron Fink y Taylor (2) en el prólogo de su libro “Catatonía”, respecto a los diversos complejos sintomáticos que se describen en las distintas enfermedades catatónicas (agudas y crónicas), “sus numerosas formas se han catalogado demuchas maneras, pero es probable que reflejen unafisiopatología común”. 191
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