D Sarasola, P Bagnati // Enfermedad de Alzheimer. Abordaje clínico y terapéutico.por EA, arribando a diagnósticos de mayoro menor certeza con base en la presencia,la ausencia o la combinación de diferentesbiomarcadores para esta enfermedad, ya seade acumulación de β-amiloide o de distintosmarcadores de daño neuronal. Su utilizaciónse reserva, principalmente, para casosatípicos o para estudios de investigación ysu descripción detallada excede los objetivosdel presente capítulo.Evaluación en el consultorioAnte un paciente con una queja cognitiva,es importante, en primer lugar, recabarsus datos demográficos, situación e historiaeducativa y laboral, antecedentes personalesy familiares, y el tratamiento farmacológicoque está recibiendo. En este tipo deconsultas, siempre es importante contar conla colaboración de un familiar o allegadoque pueda corroborar si los síntomas referidospor el paciente son de relevancia, si involucranuna o varias funciones cognitivas,si han sido progresivos y cuál fue su modode avance, si se asocian a síntomas conductualeso motores, y si tienen repercusión ensu funcionalidad. A manera de ejemplo, siel paciente se queja de olvidos, es importantedistinguir si estos son de relevancia y siinterfieren con sus actividades habituales ono, o si presenta anomias, si estas son parapersonas cercanas o para gente que no pertenecea su entorno cercano.Para cumplir con los criterios clínicos deDCL, el paciente debe ser independientefuncionalmente. Por eso, resulta de relevanciainterrogar de manera detallada alpaciente y a su acompañante acerca de lasactividades instrumentales de la vida diaria(por ejemplo, toma de medicación, manejode dinero, viajes, compras, entre otras), asícomo de las actividades más básicas de lavida cotidiana (aseo, alimentación, movilización,etcétera). Existen diferentes escalaspara poder medir y cuantificar este tipo deactividades, y de este modo corroborar larepercusión funcional de los síntomas. Enocasiones, una pregunta simple como sipuede hacer las mismas cosas que hace unaño permite una visión global de los cambiosen el paciente, y, de este modo, se corroboraque ha ocurrido un cambio con respectoa su estado cognitivo previo. Posteriormenteal interrogatorio, el examen neurológicopermite recabar datos sobre la posible presenciade alteraciones en la motilidad ocular,de signos de foco motor o sensitivo, detrastornos de tipo extrapiramidal, de alteracionesen las praxias o de otros signos neurológicosque pueden orientar el diagnóstico.Asimismo, se recomienda la aplicaciónde test cognitivos de tamizaje o screening,como el Mini Mental State Examination oel Montreal Cognitive Assessment, que permitiránestadificar el estado cognitivo globaly lograr una aproximación más completa alenfoque diagnóstico inicial.Dentro de los estudios complementarios,es importante resaltar que, además de laevaluación neurocognitiva, que permitiráobjetivar el desempeño en las distintas funciones,siempre se deben realizar imágenesestructurales del sistema nervioso central(tomografía computada o resonancia magnética)y laboratorio general con funcióntiroidea, vitamina B12 y ácido fólico. En determinadoscasos, se podrán solicitar otrosestudios complementarios adicionales, segúnla sospecha diagnóstica.Es habitual encontrar en los estudios porimágenes diferentes patrones de atrofia, yaque, en la EA, habitualmente predominala temporoparietal con compromiso hipocampalo lesiones vasculares. Esto puedeaportar información de relevancia sobre el34
diagnóstico etiológico de DCL y la posibleevolución hacia una demencia.Si bien la sintomatología que define elcuadro de DCL es la que compromete el áreacognitiva, en la clínica asistencial es muyfrecuente observar que estos trastornos seasocian a alteraciones conductuales, como,por ejemplo, irritabilidad, ideas erróneas,depresión, apatía y ansiedad, por lo que resultade gran relevancia recabar estos datos,teniendo presente que la depresión, en ocasiones,puede provocar un cuadro de DCLamnésico susceptible de ser revertido conun tratamiento psiquiátrico adecuado.Una vez que el paciente regrese a la consultacon los resultados de los estudios, seestará en condiciones de establecer y corroborarsi el paciente tiene un cuadro de DCL,su subtipo clínico y su posible etiología. Apartir de esto, se darán pautas de manejoy tratamiento que incluirán un correctocontrol de los factores de riesgo vascular,la realización de actividad física mental ysocial de manera regular, la eventual incorporacióna programas de estimulación cognitivay la supervisión permanente en tareasde mayor complejidad. Debemos mencionarque, en la actualidad, no existen fármacosaprobados para la sintomatología cognitivadel DCL.ConclusionesEl síndrome DCL representa una entidadintermedia entre el envejecimiento normaly la demencia. Su correcto reconocimientoy su adecuada tipificación clínica y etiológicapermitirán aportar un diagnóstico precozque posibilitará identificar y corregir eventualescausas reversibles del deterioro, asícomo aportar al paciente y a su familia pautasde manejo cotidiano y conductas preventivasque apunten a disminuir la progresiónen el cuadro de la persona afectada y a mejorarsu calidad de vida.Destacado al margen- El deterioro cognitivo leve (DCL) representaun estadio intermedio entre el envejecimientonormal y la demencia, e incluyepacientes con problemas objetivos en susfunciones mentales superiores, pero que,por la poca repercusión en sus actividadesde la vida cotidiana, no alcanzan a cumplircon los criterios para demencia.- El DCL es un síndrome asociado al envejecimiento,con diferentes subtipos clínicosy distintas etiologías, y representa un cambiocon respecto al estado cognitivo previodel paciente.- El diagnóstico clínico y etiológico delsíndrome DCL tiene relevancia, ya que implicaque el paciente tiene mayor riesgode evolucionar a demencia en los próximosaños, y posibilita el soporte al individuo y ala familia, y la toma de medidas de prevencióny tratamiento según la causa.Bibliografía• Albert MS, DeKosky ST, Dickson D, et al. The diagnosis of mild cognitive impairment due to Alzheimer’sdisease: recommendations from the National Institute on Aging-Alzheimer’s Associationworkgroups on diagnostic guidelines for Alzheimer’s disease. Alzheimers Dement. 2011; 7(3): 270 9.• Allegri RF, Russo MJ, Kremer J, Taragano FE, Brusco I, Ollari JA, Serrano CM, Sarasola D, Demey35
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