Dra. Rosana E. Molina, Dr. Octavio Cincotta Figura 1 Algoritmo de pilares estratégicos para el tratamiento y prevención de las alteraciones de la densidad mineral ósea. Cambios en el estilo de vida Cesación tabáquica Actividad física Dieta Calcio, magnesio, zinc, vitamina K, carotenos Enfoque terapéutico para prevención y tratamiento de las alteraciones de la DMO Dieta Fijadores de calcio / antirresortivos / estimulantes osteoblásticos Exposición solar Suplementación sintética Bifosfonatos Denosumab Relenato de estroncio Testosterona Estrógenos 10 // EDITORIAL SCIENS
Update en Ginecología y Obstetricia 1:3, septiembre de 2024 La DMO alcanzada a la edad pico pareciera ser el factor de riesgo modificable más importante para el desarrollo (aparición e intensidad de la sintomatología) de la enfermedad (4, 5). Un aumento del 10% en la masa mineral ósea retrasa la aparición de OP hasta 13 años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció en 1994 criterios para valorar la DMO en función del grado de la reducción de la misma (6): • dentro del 1 DS (T-score < -1): dentro de parámetros habituales • T-score entre -1 y - 2,5: osteopenia • T-score < -2,5: osteoporosis • T-score < -2,5 asociado a francia cturas: osteoporosis severa La prevalencia de osteopenia en mujeres ronda el 51,4% contra un 35,2% en hombres, la OP en mujeres en comparación con hombres es 15,4% versus 4,3%; alcanzando la OP hasta un 35% de las mujeres mayores de 80 años en comparación con un 10,9% de los hombres (8, 9). equipos de salud mental si fuera necesario, así como también el estímulo a realizar actividad física, tanto aeróbica como ejercicios de fuerza, es fundamental para generar impacto positivo sobre el metabolismo fosfocálcico. El asesoramiento debe realizarse a todos por igual, ya sea de manera preventiva así como terapéutica, individualizando cada caso, y adecuando los esfuerzos a realizar en función de los riesgos que puedan representar para la masa ósea de cada paciente. Dieta El calcio compone el 99% de la masa ósea, y el hueso es la principal reserva. La incorporación de calcio en la dieta es fundamental para el adecuado desarrollo óseo y evitar/ prevenir las complicaciones propias del déficit en la DMO. Los lácteos (leche, quesos, yogurt) son la principal fuente de calcio, aunque también se encuentran en pescados como las sardinas, en el brócoli, en nueces o almendras (15). La incorporación de otros micronutrientes en la dieta es clave también para la salud ósea adecuada, incluyendo Magnesio (por ejemplo en almendras), vitamina K (presente en ciruelas), Zinc (presente en garbanzos), y carotenos (presentes en zanahorias). La ingesta recomendada diaria es de 1200 a 1500 mg de calcio en la menopausia (15). Otros factores de riesgo identificados para el desarrollo de alteraciones en el metabolismo mineral óseo incluyen el bajo peso crónico, la historia familiar de fracturas, las caídas frecuentes, la menopausia temprana y estilos de vida poco saludables como el consumo del alcohol excesivo y el tabaquismo (10). Entre otras causas que deben buscarse en la anamnesis como factores de riesgo para su desarrollo son las causas iatrogénicas: el uso de inhibidores de la aromatasa (11), el uso crónico de glucocorticoides (12), las tiazolidinedionas (13); así como afecciones de larga data como por ejemplo la enfermedad renal crónica, la diabetes, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la enfermedad inflamatoria intestinal, el hipogonadismo, la celiaquía, la artritis reumatoide. Enfoque terapéutico El pilar para la prevención y el tratamiento de las alteraciones en el metabolismo óseo incluyen cambios en el estilo de vida, la dieta, la suplementación con vitamina D3, y eventualmente la coadyuvancia con drogas fijadoras del calcio (bifosfonatos). Cambios en el estilo de vida El tabaquismo y el sedentarismo son causas que con frecuencia se asocian a déficit en la DMO, por lo que la consejería con respecto a estos puntos es clave en la consulta; no sólo por el impacto en la salud ósea sino también por el impacto en el estado general de salud de los pacientes. Fomentar la cesación tabáquica (14), en casos necesarios acompañado por Vitamina D 3 La vitamina D es una hormona con múltiples aspectos claves en el metabolismo fosfocálcico, favoreciendo la absorción intestinal de calcio; produce contrarregulación de la PTH, reduciendo así la resorción ósea y permitiendo la renovación ósea controlada; aumenta la DMO; y tiene efecto miotrófico, reduciendo así el riesgo de fracturas (16). La fuente primaria de vitamina D proviene de la exposición de rayos ultravioleta B del sol, generando vitamina D 3 (colecalciferol). La exposición diaria de 10-15 minutos puede ser suficiente (siempre en regiones descubiertas, sin protector y fuera de horarios de mayor radiación), pero depende de la altitud, color de piel, edad, uso de protectores solares, etcétera (1). A partir de la dieta el organismo puede obtener vitamina D 2 (ergocalciferol) o D 3 , pero las fuentes son escasas (peces como salmón, sardinas; huevo, hígado, etcétera). La administración de vitamina D exógena puede hacerse en diferentes esquemas, siendo los más utilizados el trisemanal, con 400 UI de vitamina D; o durante tres meses 100.000 UI en cápsulas blandas o solución bebible por mes, si los valores son aceptables se recomiendo reforzar la ingesta durante los meses de invierno (15). Valores en sangre de vitamina D < 20 ng/mL se considera déficit y se sugiere complementar con vitamina D sintética. EDITORIAL SCIENS // 11
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