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Guía de tratamiento 2019 - Abril 2019

Actualización terapéutica en psiquiatría basada en guías de tratamiento. Trastornos depresivos

Anexo 1

Anexo 1 Antidepresivos aprobados en la República Argentina Actualización terapéutica en psiquiatría basada en guías de tratamiento. Trastornos depresivos | Abril 2019 Fármaco Fluoxetina Fluvoxamina Sertralina Paroxetina Paroxetina de liberación controlada Escitalopram Citalopram Venlafaxina Venlafaxina XR Desvenlafaxina Duloxetina Milnacipram Tranilcipromina Imipramina Clomipramina Bupropion Mirtazapina Mianserina Tianeptina Agomelatina Trazodona Vilazodona Vortioxetina Grupo terapéutico ISRS ISRSN IMAO Antidepresivo tricíclico Modulador serotonérgico y noradrenérgico Antagonista de receptores 5-HT y adrenérgico Estimulante de la recaptación de 5-HT Agonista de receptores de melatonina Inhibidor de la recaptación de 5-HT y antagonista 5-HT Antidepresivo multimodal Bibliografía 1. Vázquez Gustavo Héctor. Trastornos del estado del ánimo. Depresión y bipolaridad. Editorial Polemos. 2013. Segunda edición. 2. Major Depressive Disorder: developing drugs for treatment. Guidance for industry. U. S. Department of Health and Human Services. Food and Drug Administration. June 2018. 3. Stahl Stephen. Psicofarmacología Esencial de Stahl. Bases neurocientíficas y aplicaciones prácticas. Cambridge University Press. 2013. Cuarta Edición. Capitulo7: Antidepresivos. 4. Jufe Gabriela. Psicofarmacología Práctica. Editorial Polemos. 2017, cuarta edición. Capitulo 2: Antidepresivos. 5. Wikinski Silvia, Jufe Gabriela. El tratamiento farmacológico en Psiquiatría. Indicaciones, esquemas terapéuticos y elementos para su aplicación racional. Editorial Médica Panamericana. 2013, segunda edición. Capítulo 8: Tratamiento farmacológico de la depresión unipolar. 6. Alvano Sebastián. Trastornos del estado de ánimo y de ansiedad. Aspectos neurobiológicos, clínicos y terapéuticos. Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC). 2016, primera edición. 7. American Psychiatric Association (APA). (2002). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV-TR. Barcelona: Masson. 8. Kennedy S, Lam R, McIntyre R, et al. Canadian Network for Mood and Anxiety Treatments (CANMAT) 2016 Clinical Guidelines for the Management of Adults with Major Depressive Disorder: Pharmacological Treatments. The Canadian Journal of Psychiatry. 2016; 61:540–60. 9. Malhi G, Bassett D, Boyce P, et al. Royal Australian and New Zealand College of Psychiatrist clinical practice guideline for mood disorders. Australian and New Zealand Journal of Psychiatry. 2015, 49: 1-185. 10. Depression in adults: recognition and management. 2016, National Institute for Health and Care Excellence. Nice.org.uk/guidance/cg90. 11. Poolsup N, et al. Pharmacogenetics and psychopharmacotherapy. J Clin Pharm Ther. 2000; 25:197–220. 12. Practice Guideline for the Treatment of patients with Major Depressive Disorder. 2010 American Psychiatric Association (APA). 13. Bauer M, Severus E, Kohler S et al. Guidelines for Biological Treatment of Unipolar Depressive Disorders. Part 1: Update 2013 on the acute and continuation treatment of Major Depressive Disorder. World Federation of Societies of Biological Psychiatry (WFSBP). The World Journal of Biological Psychiatry. 2015, 14: 34-98. 14. Suehs B, Argo T, Bendele S et al. Texas Medication Algorithm Project Procedural Manual. Major Depressive Disorder algorithms. Texas Department of State Health Services. 2008. 15. Cleare A, Pariante CM, Young AH et al. Evidence-based guidelines for treating depressive disorders with antidepressants: A revision of the 2008 British Association for Psychopharmacology guidelines. Journal of Psychopharmacology. 2015, 29: 459-525. EDITORIAL SCIENS | 21

Actualización terapéutica en psiquiatría basada en guías de tratamiento. Trastornos depresivos | Abril 2019 Manejo de depresiones que no han respondido a terapéuticas de inicio El objetivo principal de la fase aguda del tratamiento de la depresión es lograr la remisión del cuadro (definida como la disminución de los síntomas lo suficientemente significativa que permita que el paciente no cumpla los criterios mínimos de un episodio depresivo), ya que la persistencia de los síntomas depresivos implica un aumento del riesgo de recaídas y recurrencias. Es conocido que aproximadamente el 30-40% de los pacientes con diagnóstico de depresión no responde al primer tratamiento instaurado y cerca del 70% de los pacientes tratados no logra la remisión completa. Además, aproximadamente el 10% de los pacientes con depresión continúan sintomáticos a pesar de haber recibido diversos tratamientos farmacológicos. La depresión resistente (DR) es una entidad clínica que se caracteriza por tener diversas definiciones. Una de las primeras definiciones de DR fue postulada en la década de 1970, basada en el concepto de una respuesta insuficiente al tratamiento con antidepresivos en dosis, duración y adherencia adecuados en pacientes diagnosticados con depresión. Una de las definiciones más utilizadas establece que para considerar que un paciente presenta una depresión resistente debe haber recibido un tratamiento antidepresivo a una dosis adecuada en un tiempo adecuado. Ampliando esta definición de DR, Berlim (2013) postuló una más extensa: un episodio depresivo mayor que no mejora tras, al menos, dos esquemas adecuados (dosis, duración y compliance) con antidepresivos de diferentes clases (distintos mecanismos de acción). En relación a la cantidad de tratamientos farmacológicos que debe haber recibido un paciente para considerar a la depresión como resistente, la mayoría de las guías de tratamiento consideran que es suficiente el antecedente de 2 tratamientos antidepresivos previos. La Food and Drug Administration (FDA), entidad regulatoria de los Estados Unidos, considera la depresión resistente como un cuadro depresivo que, luego de haber instaurado 4 tratamientos antidepresivos, no se alcanzó éxito terapéutico alguno. Asimismo, se Recomendaciones clínicas previas a determinar una falta de respuesta: Recordar que ante la falta de respuesta con el tratamiento psicofarmacológico, lo primero que deberá averiguarse es el nivel de adherencia del paciente al fármaco, ya que esta es una causa muy frecuente de falta de eficacia. Se deberá explicar al paciente que el antidepresivo necesita tomarse todos los días de forma continuada y en la dosis indicada, para después poder evaluar correctamente una falta de respuesta terapéutica. Otro punto es la variable tiempo: existe acuerdo por parte de las guías de tratamiento analizadas, así como en el resto de la evidencia disponible, que al menos se debe esperar de 4 a 8 semanas para evaluar los efectos de los antidepresivos en el estado de ánimo. Esto es debido a que los efectos a nivel de la desensibilización de los autorreceptores de serotonina llevan tiempo para realizarse. Antes de ese tiempo no es correcto modificar el tratamiento inicial o, en su defecto, su rotación a otro antidepresivo, como tampoco la potenciación con otro fármaco. Reevaluar el diagnóstico clínico. Reforzar con psicoterapia de tipo cognitiva. diferencian los criterios metodológicos de los estudios clínicos que evalúan fármacos para la terapia adyuvante y drogas específicas para el tratamiento de depresión resistente: en el primer caso los estudios clínicos suelen incluir pacientes con respuesta terapéutica parcial a otras terapias antidepresivas y la droga en investigación debe ser comparada contra placebo cuando se agrega al tratamiento antidepresivo, mientras que un estudio que evalúa una droga específica para DR incluye pacientes que no respondieron a más de 1 antidepresivo previo, administrado en dosis y duración apropiada. Las distintas guías terapéuticas consideran que existen varios caminos alternativos para tomar en torno al paciente en el cual no se obtiene una adecuada respuesta terapéutica en el término de 4 a 8 semanas. 22 | EDITORIAL SCIENS

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