Herramientas diagnósticas en fibromialgia - Capítulo 5 - J Borenstein

La complejidad de esta patología, con sus síntomas heterogéneos, sus comorbilidades y su superposición clínica con otros trastornos, hace que el proceder diagnóstico sea arduo (1). Esto nos genera la necesidad de contar con muchas herramientas para poder diagnosticarla, ya que no existe ningún parámetro bioquímico para medir el dolor. Sólo existe lo que manifiesta el paciente, por lo cual el dolor es un “fenómeno comunicacional”. En medicina del dolor, el estudio de la misma se enmarca dentro de lo que llamamos la evaluación multidimensional del dolor, que incluye el concepto de dolor total, en donde éste representa una esfera y de adentro hacia afuera, hay varias capas conformadas por dolor biológico, psicológico, social y espiritual (Figura 1). Las diferentes combinaciones de las mismas van a representar la vivencia dolorosa del paciente y esto es lo que tendremos en cuenta tanto para la comunicación diagnóstica como para el abordaje del tratamiento. Por otra parte, una vez establecido el diagnóstico, es importante contar con instrumentos específicos y fiables de medida, para la monitorización clínica, la toma de decisiones en la atención sanitaria y la realización de trabajos de investigación (3). Así surgen escalas subjetivas, que son muy útiles en la práctica cotidiana, técnicas de screening y otros instrumentos que tienen en cuenta elementos más complejos en su nivel de evaluación.