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Hipertensión Arterial

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Farmacología Cardiovascular. De la molécula al paciente. Hipertensión Arterial

EM Ylarri //

EM Ylarri // Farmacología cardiovascular. De la molécula al paciente. Hipertensión arterial de estos en el periodo de recuperación, a menudo orientan hacia una u otra estrategia dirigida al control de estos fenómenos. Estos fenotipos también están condicionados por los hábitos, como el tabaquismo, el consumo de sodio y el gasto calórico semanal con el ejercicio físico. El comienzo de la indicación farmacológica en el hipertenso sin previo tratamiento no farmacológico El objetivo general del tratamiento de la hipertensión arterial es reducir el riesgo de complicaciones fatales y no fatales, al mismo tiempo de la mejora de la calidad de vida del paciente hipertenso. Algunas situaciones clínicas se presentan con indicación inmediata de tratamiento farmacológico inicial (en general por recomendación de expertos, sin evidencia de grandes ensayos clínicos), como en el caso de sospecha de HTA maligna acelerada o ante la sospecha clínica de feocromocitoma, dado el riesgo aumentado de complicaciones severas en el corto plazo o también en el caso de una HTA esencial con estadio 2, HTA con daño de órgano blanco, y las situaciones de urgencias / emergencias hipertensivas. El hipertenso con previo tratamiento no farmacológico En la estrategia de manejo inicial se contempla a los cambios en el estilo de vida como la primera opción de tratamiento en aquellos con HTA estadio 1 y sin evidencia de condiciones o complicaciones adicionales, los cuales se mantienen más allá de una indicación posterior de fármacos antihipertensivos. Asumiendo una buena adherencia del paciente a la dieta con contenido recomendado de sodio y otras indicaciones relacionadas incluyendo la actividad física moderada aeróbica, se ofrecen tres situaciones clínicas en las primeras semanas: la respuesta esperada con reducción de la presión arterial, de entre 5 y 10 mm Hg (el efecto placebo puede llegar al nivel inferior de este rango) que puede ser suficiente o insuficiente, o la falta de respuesta a estos cambios saludables en los hábitos del estilo de vida. Probablemente en este último escenario, no se evidencien cambios en el comportamiento o fenotipo inicial del hipertenso. En los otros dos casos, se producirán cambios desde el manejo del LEC hasta la modulación simpática, mientras que los cambios en el estado de activación del SRAA necesitan más tiempo para estabilizarse. Por lo tanto, ante la situación de respuesta insuficiente, es de esperar que la resistencia vascular sistémica se observe disminuida gracias a la disminución del tono del músculo liso vascular provocado por la reducción de la ingesta de sodio, el aumento de la ingesta de potasio, y la vasodilatación y reducción de la frecuencia cardiaca al modularse saludablemente el tono simpático; y dado este nuevo comportamiento, la potencia buscada del plan de tratamiento farmacológico probablemente sea de menor intensidad. Desde el punto de vista cualitativo, es de esperar que la indicación de bloqueantes adrenérgicos o diuréticos pierda algo de sentido clínico rápidamente dada la repuesta favorable de las indicaciones no farmacológicas. La velocidad de reducción de la PA con la medicación indicada dependerá de la situación de riesgo cardiovascular (sobre todo la presencia de enfermedad coronaria y cerebrovascular, de hipertrofia ventricular significativa, y si se trata de una situación de urgencia/emergencia), del estadio de la HTA actualizado luego de la primera estra- 22

S Obregón // Comienzo del tratamiento antihipertensivo: un enfoque fisiológico y farmacológico tegia sin drogas, y la posibilidad de que el paciente pueda presentar efectos adversos (estado general, fragilidad, drogas concomitantes). Respecto del programa de seguimiento de la eficacia de la estrategia planteada, el tiempo de control clínico en las primeras semanas/meses de la presión arterial también dependerá del estadio inicial de la HTA, de forma que, a mayor estadio, menor el intervalo de seguimiento para posibilitar el mejor manejo y seguridad del paciente. Así, en pacientes con HTA estadio 2 o con riesgo CV moderado, la reevaluación de la eficacia se recomienda al mes de inicio, mientras que en pacientes con presión arterial inicial mayor o igual a 180 /110 mm Hg o con riesgo CV alto, la reevaluación de la eficacia será en 1 - 4 semanas. Inicio con monodrogas En el contexto del inicio del tratamiento farmacológico, los consensos vigentes presentan la evidencia para las primeras opciones de drogas antihipertensivas, destacando los bloqueantes del SRA y los bloqueantes cálcicos dihidropiridínicos como las de clase I con evidencia de nivel A. Con el mismo nivel de evidencia, pero con indicación de tipo IIa se encuentra la recomendación para el inicio de tratamiento con una tiazida como monodroga. En cambio, los betabloqueantes reciben la indicación IIb, con un nivel de evidencia B. En pacientes con HTA estadio 1, menos de la mitad de los mismos lograran los objetvos tradicionales de reducir la presión arterial a menos de 140 / 90 mmHg, mientras que a mayor estadio, menos del 10% lograra este control efectivo de la presión arterial. Figura 1 EDITORIAL SCIENS 23

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