Historia de la Psiquiatría Johann Christian August Heinroth: la enfermedad mental como pecado Dr. Fabián Allegro Médico. Especialista en Psiquiatría. Doctor en Filosofía. Presidente de la Sociedad Argentina de Psicopatología de la Asociación Médica Argentina. Adjunto de la Cátedra Escuela Francesa II de la Facultad de Psicología, UBA. Jefe de Trabajos Prácticos de las materias Salud Mental y Psiquiatría de la Facultad de Medicina, UBA. Coautor del Código de Ética de la Asociación Médica Argentina. Johann Christian August Heinroth nació en Leipzig en 1773. Allí estudió medicina, posteriormente viajo a Viena y luego estudió teología en Erlangen. Más tarde regresó a Leipzig donde en 1805 obtuvo su doctorado en medicina. En 1806 se convirtió en profesor en la Universidad de Leipzig. Su obra principal es: Beyträge zur Krankheitslehre, 1810. Lehrbuch der Störungen des Seelenlebens, Leipzig 1818. Lehrbuch der Anthropologie, Leipzig 1822. Lehrbuch der Seelengesundheitskunde Leipzig 1823. System der psychisch-gerichtlichen Medizin, Leipzig 1825. Grundzüge der Criminal-Psychologie. Berlin 1833. Heinroth propuso una práctica especial en el tratamiento de la salud mental que no se concilia totalmente con la práctica médica, a la cual veía con cierta insuficiencia para el tratamiento de las enfermedades de alma. Él propuso un tratamiento para los disturbios de la razón exclusivamente por fuera de cualquier influencia del cuerpo o sus afecciones. Defendió una manera de abordar estas afecciones desde el conocimiento de la psicología. Para él la enfermedad mental es la etapa final del proceso mismo de evolución de la conciencia el cual no tuvo un desarrollo esperado. La progresión hacia la enfermedad mental surge como un error, un pecado o un vicio que resulta del abandono progresivo de la razón. Heinroth creía que el alma tenía primacía sobre el cuerpo, y que el cuerpo y el alma interactuaban de varias maneras. Por lo tanto, la enfermedad mental y muchas enfermedades somáticas son causadas, en primer lugar por la acción del alma. Fuertemente influenciado por el pietismo familiar, Heinroth consideraba al pecado como causa de enfermedad mental. Su descripción del pecado tiene una influencia de la perspectiva protestante y de una influencia filosófica que en esa época tenia una mirada muy cercana a los problemas de la teología. Evitando referencia a consideraciones anatómicas, Heinroth partiendo de las consideraciones de la vida mental en la salud y en la enfermedad, llega a una conciencia de mundo que está gobernada por los principios del placer y del dolor. La conciencia de sí mismo se desarrolla en etapas hasta lograr una independencia individual que se alcanza solo en una contraposición permanente análoga a un devenir dialéctico. En Lehrbuch der Seelengesundheitskunde (Leipzig: Vogel, 1823) Heinroth desarrolla este recorrido en una forma extensa: la vida humana tiene en común con la vida de todos los vivientes la sensación y el movimiento, pero en el hombre la conciencia propia es la que tiene un protagonismo esencial. La conciencia de finitud particularmente sostiene una noción propia que es la base del ser. Sin conciencia de esto, el hombre puede vivir, pero sólo como una planta o un animal. De esta manera, el niño, que se encuentra en el más bajo nivel de conciencia representa la etapa inicial del desarrollo. El hombre mismo es, en esta etapa, todavía simplemente un objeto en el mundo. Él es un ser sensual, y sus sentimientos, emociones e impulsos pertenecen al exterior, y conforme a lo que se enfrenta estos pueden ser amistosos u hostiles, llenándolo de placer o dolor. Posteriormente la conciencia del hombre se eleva, una vez, a ser transfigurado por lo general. El ser del hombre, previamente adherido al mundo en sí mismo, toma posición en relación con la “conciencia-de-ser-enel-mundo” y de allí una conciencia propia se despierta, esto permite al hombre resumir todo su ser en cuerpo y en alma. De esta manera el hombre es un individuo para el cual los términos humanidad y yo son sinónimos. En el interior de dicho ser, el yo se presenta como alma. Lo externo de dicho ser, es llamado: cuerpo. Pero en sí el yo es un solo individuo que consta de alma y cuerpo. El alma ahora es que encuentra a sí mismo, primero como un ser sensible, un ser que anhela la satisfacción de sus necesidades innatas, y en cierto sentido deseo y satisfacción. Posteriormente como mente con poder cognitivo y la capacidad de formación, o espíritu, y, finalmente, a sí mismo como a través de la autodeterminación del poder de tomar decisiones bajo la razón. De esta manera, el principio central de la teoría de Heinroth es que en cada etapa de desarrollo de la conciencia y la razón hay un punto en donde impera la elección. Si dicha elección no sigue la voz de la razón, surge la culpa producto del error. Para él, cualquier desviación de la razón es como un paso hacia el reino de la esclavitud en el que las perturbaciones de la vida mental tienen su asiento. Esto lleva a considerar la noción de pecado en la enfermedad mental en concordancia con una lectura cercana a la religión Las predisposiciones físicas tienen una pequeña descripción en su obra, porque él cree que estas son resultado del alma. Las enfermedades físicas son responsabilidad del individuo por ello las afecciones que pueden provenir de las alteraciones del cerebro son excluidas por Heinroth de las enfermedades mentales. Uno de sus aportes que llega hasta nuestros días es que introdujo el término "psicosomático" por lo cual es recordado. Heinroth murió el 26 de octubre de 1843 en Leipzig. 46 // EDITORIAL SCIENS
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