D Sarasola, P Bagnati // Enfermedad de Alzheimer. Abordaje clínico y terapéutico. antes del diagnóstico clínico, en la cual el sujeto no presenta síntomas, pero ya presenta los cambios neuropatológicos. Luego, hay una etapa prodrómica llamada deterioro cognitivo leve (en la cual hay mínimos trastornos cognitivos, pero aún sin impacto en la parte funcional, social ni laboral). En esta segunda etapa, el sujeto tiene algunos olvidos, pero es absolutamente independiente en su vida. Los cambios cognitivos siguen de manera insidiosa y son, en este momento, difícilmente distingibles de aquellos ligados al envejecimiento normal, a la depresión o al estrés, entre otros. Esto lleva a que el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer contenga siempre una parte de incertidumbre, por lo que uno debería poder referirse a la enfermedad de Alzheimer solo con el Figura 1 Etapas de la enfermedad de Alzheimer 42
uso de los biomarcadores o de la anatomía patológica. Esta superposición evolutiva entre la normalidad y la demencia en aquellos sujetos portadores de la enfermedad de Alzheimer ha motivado —desde hace más de cuarenta años— a intentar delimitar esta situación. Así, se describe que en ellos hay una continuidad clínica. Sin embargo, debe resaltarse que la enfermedad de Alzheimer no es un envejecimiento patológico, sino una patología cuya frecuencia aumenta en la medida en que envejecemos. El perfil de memoria de la demencia de tipo Alzheimer cambia mucho durante la evolución de la enfermedad y, en la actualidad, no es posible describir un solo tipo o perfil de alteraciones. Existe una gran heterogeneidad de un paciente a otro, en particular en los subsistemas comprometidos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la alteración anatómica comienza en el hipocampo y en la corteza entorrinal, que es la responsable de los olvidos (falla de la memoria episódica) para comprometer después las áreas asociativas, en particular la región temporal externa. Por esto, se evidencian las anomias (falla de la memoria semántica) y luego afecta las zonas frontales, lo que genera problemas en el ordenamiento temporal de la información (fallas de la memoria de trabajo); mientras que las zonas subcorticales implicadas en la memoria procedural o las áreas primarias responsables del priming perceptivo se comprometen recién en los estadios finales del proceso degenerativo (la degeneración neurofibrilar). Para una mejor comprensión de las alteraciones, y sin olvidar lo referido sobre la heterogeneidad, dividiremos la evolución de la enfermedad de Alzheimer según los estadios clínicos a través de una escala clínica de demencia (CDR del inglés Clinical Dementia Rating). Así, tenemos un estadio de predemencia (CDR 0,5), seguido de una demencia leve (CDR 1), una moderada (CDR 2) y una grave (CDR 3). La memoria en el pasaje desde el envejecimiento normal a la demencia de tipo Alzheimer (CDR 0 a 0,5) Como se refirió anteriormente, la queja de pérdida de memoria es, generalmente, el primer síntoma en la enfermedad de Alzheimer, difícil de diferenciar de la declinación de memoria que acompaña al envejecimiento normal. En este momento, la evaluación neuropsicológica es considerada uno de los estudios complementarios más importantes que podrían ayudar a diferenciar el tipo de olvido. Los medicamentos como el donepezil, la rivastigmina y la galantamina, administrados tempranamente, pueden retrasar la evolución y hacen imperioso el diagnóstico precoz de esta patología. En forma esquemática, de acuerdo con la experiencia clínica, tendríamos diferentes tipos de personas entre los individuos añosos normales y los pacientes con demencia de tipo Alzheimer. Los sujetos añosos normales (envejecimiento normal, CDR = 0) pueden quejarse de sus olvidos o no. Los estudios demuestran que, con la edad, se modifican solo ciertos aspectos de la memoria. En la memoria episódica hay olvidos que son fallas o déficits en el recuerdo espontáneo de una información, pero estos mejoran con facilitaciones o con pruebas de reconocimiento. Es lo que habitualmente le sucede al sujeto normal, el cual suele no recordar algún tipo de información, pero en otro momento puede evocarla espontáneamente. En el envejecimiento no se afecta la memoria semán- 43
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