Fecha de recepción: 2 de septiembre de 2022 // Fecha de aceptación: 21 octubre de 2022 Mecanismo de protección del daño de órgano blanco por fármacos antihipertensivos Dr. Ernesto Ylarri Médico Cardiólogo. Exjefe del Servicio de Cardiología. Hospital Héctor Cura. Olavarría. Profesor Adjunto de Medicina. Facultad de Ciencias de la Salud. UNICEN. Resumen LEl daño en los órganos blanco o diana debido a la hipertensión arterial como la hipertrofia ventricular izquierda, la rigidez arterial, el daño renal o la aterosclerosis se va desarrollando en forma continua y graduada. Este daño no se debe solo a los incrementos de las cifras de presión arterial sino también a su interacción con muchas otras condiciones concomitantes o hábitos de vida como la obesidad central, la resistencia a la insulina, anomalías neuro-humorales, fenómenos inflamatorios o las anomalías de la homeostasis intracelular, que pueden ocurrir tempranamente en pacientes asintomáticos y que determinan el riesgo cardiovascular. Si bien todos los fármacos reducen la hipertrofia ventricular izquierda, los efectos más marcados se logran con los bloqueantes cálcicos y del sistema renina angiotensina. El remodelado y la rigidez arterial son disminuidos por varios fármacos, incluidos los antialdosterónicos, con excepción de los beta bloqueantes tradicionales. La vasodilatación y en algunos casos los efectos pleiotrópicos parecen ser el mecanismo. Los inhibidores del sistema los más eficaces en disminuir el daño renal y la albuminuria y los bloqueantes cálcicos tiene efectos en la reducción de la aterosclerosis. En la reducción del daño de órgano blanco no solo es importante la reducción de cifras tensionales. La selección del fármaco utilizado puede ser crucial a la hora de disminuir el riesgo cardiovascular. Palabras clave Hipertensión arterial – Riesgo cardiovascular – Daño de órgano blanco – Fármacos antihipertensivos. Con frecuencia se hace referencia a la hipertensión como “el asesino silencioso”, ya que la presencia de hipertensión suele ser asintomática hasta que hay síntomas de daño en los órganos blanco o diana (DOB), que se van desarrollando en forma continua y graduada en períodos de tiempo variables de 10 a 20 años. Este daño orgánico no se debe solo a los incrementos de las cifras de presión arterial sino también a la interacción entre un genotipo y fenotipos específicos con muchas otras condiciones concomitantes o hábitos de vida que modulan las vías de señalización celular, como la obesidad central, la resistencia a la insulina, anomalías neuro-humorales, fenómenos inflamatorios o las anomalías de la homeostasis intracelular, que pueden ocurrir tempranamente en pacientes asintomáticos (1). Estos mecanismos están involucrados en el desarrollo de alteraciones funcional y estructurales en el lecho arterial, el sistema nervioso central, el corazón y los riñones. Este daño puede ocurrir tempranamente en pacientes asintomáticos. De hecho, es posible que en el momento del diagnóstico de hipertensión casi todos los pacientes adultos presenten daño orgánico mediado por hipertensión y por ello, aunque la mayoría de los pacientes hipertensos tiene un riesgo cardiovascular (RCV) bajo a corto plazo, más de la mitad de ellos tienen alto riesgo cardiovascular a largo plazo (lifetime risk). Esto es una de las causas por lo que los criterios de diagnóstico para la hipertensión evolucionaron desde una PAS de 160 mmHg, hasta la definición actual de las pautas de los Estados Unidos de 130 mmHg. Ylarri E. “Mecanismo de protección del daño de órgano blanco por fármacos antihipertensivos”. Farmacología Cardiovascular 2022;55:4-10. 4 // EDITORIAL SCIENS
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