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Poblaciones especiales

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Poblaciones especiales - Sustancias

Capítulo 2

Capítulo 2 Introducción a la problemática y características destacadas Débora Serebrisky El uso de sustancias entre los jóvenes fue aumentando mientras la edad de inicio fue disminuyendo. Esto podría relacionarse con la disminución en la percepción de riesgo asociada al consumo de sustancias. Los estudios provenientes de los EE. UU. muestran que la percepción de riesgo disminuyó al mismo tiempo que la disponibilidad aumentó (NIDA, 1996; SAMHSA, 1998). Esto es especialmente relevante respecto de la marihuana, cuya percepción de riesgo bajó drásticamente entre los estudiantes de escuelas secundarias. En los EE. UU. desde 1991, el porcentaje de alumnos que creen que el uso regular de marihuana implica un “alto grado de riesgo de daño” bajó de 79 a 61% entre los alumnos de 6to año, de 82 a 68% en 4to año y de 84 a 73% en 2do año (NIDA, 1996). El Observatorio Argentino de Drogas (OAD) de la SEDRONAR (2012) realizó hace algunos años un estudio sobre los índices de consumo de cannabis entre estudiantes de enseñanza media a lo largo de una década, junto con la evolución de la percepción de riesgo en dicha población. El consumo de marihuana presentó una tendencia creciente: las prevalencias en los años 2001-2005-2007-2009 y 2011 fueron de 3,5%, 5,7%, 7,7%, 8,4% y 10,4% respectivamente. Mientras que la prevalencia en 2001 era del 3,5% y la percepción de “gran riesgo” era del 44%, la última estadística del 2011 reflejó una estrepitosa caída en la percepción de riesgo y un significativo aumento en el uso de esta sustancia: 10,4% de los estudiantes encuestados dijo haber probado marihuana al menos una vez en el último año, mientras que solo el 16,6% creía que consumir cannabis implicara un “gran riesgo”. La conclusión es que a mayor tolerancia social y menor percepción de riesgo, mayor es el índice de consumo. Otro estudio realizado por la SEDRONAR (2007) mostró que entre los pacientes en tratamiento por consumo de drogas, el 43,8% comenzó el uso de sustancias con el alcohol, y más del 75% reportó que el alcohol fue la primera o segunda sustancia que utilizó en su vida. Aunque la edad media del primer consumo de cualquier sustancia fue dieciséis años, más de la mitad de todos los pacientes se inició en el uso de alcohol antes de los catorce años. De acuerdo con los Estudios Nacionales EDITORIAL SCIENS 15

D Serebrisky // Trastornos por sustancias - Poblaciones especiales sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas realizados por el OAD (2004 / 2006 / 2008), el consumo de alcohol en menores de 12 a 15 años registra aumentos significativos, especialmente en los grandes centros urbanos. Entre los estudiantes de enseñanza media de nuestro país, la edad promedio de inicio en el consumo de bebidas alcohólicas es de 13 años (OAD, 2009); vale recordar que esta población está compuesta mayormente por menores de 18 años y que la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad está prohibida por ley en Argentina. La edad de inicio juega un papel importante. En un estudio realizado en los EE. UU., entre la población de 18 años o más que había consumido marihuana en el último año, 9,1% de quienes iniciaron el consumo antes de los 15 años presentaban dependencia, comparado con 3,6% de quienes habían iniciado entre los 15 y 17 años y solo 1,4% de quienes iniciaron después de los 17 años (SAMHSA, 2011). Como dijimos antes, en Argentina, según indica el VI Estudio Nacional a Estudiantes de Nivel Medio (OAD, 2014), el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida -al menos una vez en la vida- entre los estudiantes secundarios (70,5%). Luego siguen las bebidas energizantes (67,5%) y, en menor medida, el tabaco (35,8%) y la marihuana (15,9%). El 5,9% de los estudiantes declaró haber consumido al menos una vez psicofármacos (tranquilizantes o estimulantes) sin prescripción médica. El resto de las sustancias presentan valores inferiores al 5%: entre otras tranquilizantes sin prescripción médica (4,5%), cocaína (3,7%), solventes/inhalables (3,5%). Al considerar las variaciones según sexo, cabe destacar que no se presentan diferencias significativas en la proporción de consumo de alguna vez en la vida de alcohol. En cambio, para otras sustancias pueden observarse algunas diferencias, ya que, en términos generales, los varones presentan proporciones más altas de consumo. Sin embargo, esta relación se invierte en el caso del consumo alguna vez en la vida de psicofármacos. En el caso de los tranquilizantes sin prescripción médica las mujeres declararon haber consumido alguna vez en la vida en mayor medida que los varones (5,0% para las mujeres y 4,0% para los hombres). También en el caso del consumo alguna vez en la vida de tabaco se observa una mayor proporción en las mujeres, aunque por una leve diferencia (34,9% los varones y el 36,8% las mujeres). Es importante recalcar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la abstinencia completa de alcohol en menores de 18 años, debido a que el riesgo de dependencia en la edad adulta puede disminuir cuanto más tarde sea la incorporación del joven al consumo de bebidas alcohólicas. Consumo episódico excesivo de alcohol Lamentablemente, esta recomendación de la OMS se acompaña de un aumento en el consumo de alcohol entre los adolescentes, quienes empezaron a practicar el binge drinking, o el Consumo Episódico Excesivo de Alcohol (CEEA). Se trata de un consumo intensivo de alcohol, en un breve periodo de tiempo, con el propósito de lograr la intoxicación alcohólica. Esta práctica se registra con mayor frecuencia durante los fines de 16

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