Views
5 years ago

108 - Febrero 2018

  • Text
  • Biologicos
  • Circadiano
  • Bocchino
  • Stella
  • Tamosiunas
  • Gustavo
  • Sarubbo
  • Laura
  • Dormir
  • Actividad
  • Memoria
  • Estructuras
  • Vigilia
  • Alteraciones
  • Tronco
Trastornos del sueño. Parte II. Sus efectos y su neurobiología - Dra. Laura Sarubbo , Dr. Gustavo Tamosiunas, Dra. Stella Bocchino

Dra. Laura Sarubbo, Dr.

Dra. Laura Sarubbo, Dr. Gustavo Tamosiunas, Dra. Stella Bocchino Expusimos las posibles consecuencias de una mala calidad del dormir, que van más allá de un malestar, como es la somnolencia o el bajo rendimiento. Hoy sabemos que este trastorno es potencialmente factor desencadenante, y que agrava y mantiene tanto alteraciones cardiovasculares y metabólicas, como diversas enfermedades que tienen relación con el sistema inmunitario, así como también con muchas patologías mentales. Cuando hay falta de sueño se tiene mala memoria y poca creatividad, la impulsividad está exacerbada, y hay falta de sentido común o criterio general. Siempre ante un paciente que tiene un trastorno del sueño, más allá de indagar sus posibles causas y tratarlas, tenemos que tener presente que muchas de ellas están relacionadas con hábitos no saludables, los que son potencialmente modificables. Estos incluyen: el consumo de sustancias psicoactivas (café, mate, alcohol etc.) – muchas veces previo a la hora de dormir –, las características de la alimentación y del lugar donde se duerme (iluminación, temperatura, ruidos, etc.), el ejercicio en horas cercanas al sueño, y los hábitos de estudio y de recreación, que pueden perjudicar el buen descanso (tabla 3). Solo luego de haber implementado la corrección de estos y habiendo probado tratamientos como la psicoterapia y técnicas de relajación, se podrá pasar al siguiente paso terapéutico que implicará utilizar medidas medicamentosas. Entonces podemos resumir que el sueño es un estado fisiológico activo, en que participan diversas redes neuronales que conecta diferentes estructuras anátomo – fisiológicas. Entre ellas se dan activaciones e inhibiciones complejas, con una regulación cíclica. Cada persona tiene sus hábitos para dormir: unos necesitan leer antes de conciliar el sueño; otros precisan tener el dormitorio en una oscuridad total; otros, de cierto grado de luminosidad, otros escuchan música y hay quienes necesitan prender la televisión un rato para conciliar el sueño (chupete electrónico), etc. Las peculiaridades de cada individuo también se deberán tener en cuenta para indicar las medidas de higiene del sueño, teniendo presente que se deberán proponer aquellas que son mejores para cada paciente en particular, ya que es difícil, para algunas personas, cambiar hábitos que están muy arraigados, corriendo el riesgo de tener una mala adherencia al tratamiento. Y a modo de reflexión, al hacer este artículo, fuimos conscientes de los riesgos que corremos en el día a día cuando desestimamos las horas de descanso. Entonces, si necesitamos una alarma para despertarnos en la mañana y cuesta levantarnos, si necesitamos estimulantes para afrontar el día, si estamos desatentos u olvidadizos, si consideramos que nuestro quehacer cotidiano nos desborda, si estamos irritables, si nuestros colegas de trabajo y nuestra familia nos dicen que se nos ve cansados, si le robamos horas al sueño para trabajar o estudiar o necesitamos renunciar a actividades de recreación y ocio porque necesitamos dormir, o dejamos de tener hábitos saludables como hacer ejercicio, hay algo que estamos haciendo mal. Claro, no es necesario cumplir con todas, pero si tildamos más de tres de estas condiciones, es hora de corregirlo. Bibliografía • Born J, et al. System consolidation of memory during sleep. Psychol Res. 2012; 76:192-203. • Calle EE. et al. Overweight, obesity, and mortality from cancer in a prospectively studied cohort of U.S. adults. N Engl J Med. 2003 Apr 24; 348(17):1625- 38. • Datta S.et al. Cellular and chemical neuroscience of mammalian sleep. Sleep Med. 2010 May; 11(5):431-40. • Geoghegan P, et al. Investigation of the effects of alcohol on sleep using actigraphy. Alcohol Alcohol. 2012; 47:538-44. • Heister DS, et al. Cholinergic modulation of GABAergic and glutamatergic transmission in the dorsal subcoeruleus: mechanisms for REM sleep control. Sleep. 2009 Sep 1; 32(9):1135-47. • Kilduff TS, et al. New developments in sleep research: molecular genetics, gene expression, and systems neurobiology. J Neurosci. 2008 Nov 12; 28(46):11814-8. • Lu BS, et al. Neurobiology of sleep. Clin Chest Med. 2010 Jun; 31(2):309-18. • Lucey B. et al. Effect of sleep on overnight cerebrospinal fluid amyloid β kinetics. Ann Neurol 2018; 83:197–204. • Madaria Z. European Journal of Preventive Cardiology. January 2014 21: 57-64. • Meerlo P, et al. New Neurons in the adult brain. The role of sleep and the consequences of sleep loss. Sleep Med Rev. 2009; 13:187-94. • Moraa P. et al. Neurobiología del sueño y su importancia: antología para el estudiante universitario. Rev. Fac. Med. (Méx.) vol.56 no.4 Ciudad de México jul/ago 2013. • Ohayon MM et al. A provisional tool for the measurement of sleep satisfaction. Sleep Health VOL 4- Num 1- Pags. 6-12 2018. • Payne JD, et al. Memory for semantically related and unrelated declarative information: the benefit of sleep, the cost of wake. PLoS ONE. 2012; 7(3):e33079. • Pocivavsek A. et al. Basic Neuroscience Illuminates Causal Relationship Between Sleep and Memory: Translating to Schizophrenia. Schizophr Bull. 2018 Jan 13; 44(1):7-14. doi: 10.1093/schbul/sbx151. • Poza JJ, Marti Masso JF. Pérdida completa de ensoñaciones tras una lesión cerebral temporooccipital. Neurología 2006; 21:152-154. • Prinz P. et al. Sleep, appetite, and obesity--what is the link? PLoS Med. 2004;1(3): e61. doi: 10.1371/journal.pmed.0010061. • Purves D. et al. Neurociencia 5° edición. Editorial Médica Panamericana 2012; 28: 625-646. • Reinoso-Suárez F. Neurobiología del sueño Rev Med Univ Navarra/ 2005; 49 (1) 10-17. • Seeck-Hirschner M, et al. Declarative memory performance is associated with the number of sleep spindles in elderly women. Am J Ger Psychiatry. 2012; 20:782-88. • Siegel JM et al. The neurobiology of sleep. Semin Neurol. 2009 Sep; 29(4):277-96. • Spiegel K. et al. Leptin levels are dependent on sleep duration: relationships with sympathovagal balance, carbohydrate regulation, cortisol, and thyrotropin. J Clin Endocrinol Metab. 2004; 89(11):5762-71. • Spiegel K. et al. Sleep loss: a novel risk factor for insulin resistance and Type 2 diabetes. Journal of Applied Physiology November 1, 2005; 99(5): 2008-2019 https://doi.org/10.1152/ japplphysiol.00660.2005. • Talamini LM, et al. Sleep directly following learning benefits consolidation of spatial associative memory. Learn Mem. 2008; 15:233-7. • Thompson C. et al. Lack of sleep found to be a new risk factor for aggressive breast cancers. ScienceDaily, 27 August 2012. www.sciencedaily. com/releases/2012/08/120827113359.htm>. • Velayos J. et al. Bases anatómicas del sueño. Anales Sis San Navarra. vol.30 supl.1 Pamplona 2007. • Veldi M, et al. Sleep quality and more common sleep-related problems in medical students. Sleep Med. 2005; 6:269-75. • Vengeliene V, et al. Neuropharmacology of alcohol addiction. BJ Pharmacol. 2008; 154:299-315. • De Vivo L, et al. Ultrastructural evidence for synaptic scaling across the wake/sleep cycle Science 2017:Vol. 355, Issue 6324, pp. 507-510 • Zieher L.M. et al. Psicofarmacología clínica y sus Bases Neurocientíficas. 3° edición 2003; 14:259- 276. 30 // EDITORIAL SCIENS

Biblioteca

Av. García del Río 2585 Piso 12 A - C.A.B.A
+54 11 2092 1646 | info@sciens.com.ar

Editorial Sciens, Todos los Derechos Reservados 2015