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Psicofarmacología 128 - Marzo 2022

Psicofarmacología 128 - Marzo 2022

Psicofarmacología 22:128, Marzo de 2022 tamientos poco efectivos. No esta comprobada la efectividad los estabilizadores del humor de acuerdo a la base de datos más consultada y basada en cientos de ensayos clínicos, me refiero a la Cochrane Library (34), utilizando la palabra clave “espectro bipolar” arroja un solo resultado en el cual resalta cierto efecto beneficioso de la oxcarbacepina pero en la fase aguda de la enfermedad bipolar. A mi criterio los conceptos de Kraepelin para la enfermedad maníanco-depresiva siguen teniendo una validez indudable, coincido con las ideas del psiquiatra alemán de considerar a la enfermedad maníaco-depresiva como un trastorno cíclico con períodos libres de enfermedad, aunque estos pueden mostrar alteraciones del temperamento que predisponen al trastorno mayor. Mi posición es de alguna manera kraepeliniana, no diagnosticaría bipolaridad en ausencia de episodios claros de manía u hipomanía sin que se haya presentado algún episodio depresivo severo. El intervalo libre de enfermedad podría tener un temperamento subumbral de orden hipomaníaco o distímico. El ambicioso proyecto del NIMH puede con el tiempo poner claridad en cierto caos nosológico y acceder a un tratamiento más específico. El problema con el proyecto es que se encuentra en sus inicios y depende en gran medida de la investigación básica, resulta poco accesible a la aplicación por parte de los clínicos a menudo atareados con gran cantidad de pacientes y todavía se encuentra en ciertas etapas preliminares especialmente en sus variables neurobiológicas y genéticas, ya que las investigaciones más recientes (35) no consideran a la BP como un desorden solo ligado a la neurotransmisión serotonérgica (uso de antidepresivos en la fase depresiva) o dopaminérgica (indicación de antipsicóticos en ambas fases). Hasta que estos hechos no se investiguen en mayor profundidad, resulta adecuado guiarse por los criterios oficiales vigentes, aunque existan varias formas de diagnosticar BP. Bibliografía • 1. American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition. Arlington, VA, American Psychiatric Association, 2013. • 2. Angst J. The bipolar spectrum [Editorial]. British Journal of Psychiatry. 2007; 190: 189- 191. • 3. Akiskal H, Pinto O The evolving bipolar spectrum: prototypes I, II, III, and IV. Psychiatric Clinics of North America.1999; 22(3): 517- 534. • 4. Paris J. Overdiagnosis in psychiatry. New York: Oxford University Press; 2015. • 5. Marneros, A. Expanding the group of bipolar disorders. Journal of Affective Disorders. 2001; 62: 39-44. • 6. Paris J. The bipolar spectrum: diagnosis or fad? New York: Routledge; 2012. • 7. Paris J. The bipolar spectrum: a critical perspective. Harv Rev Psych. 2009; 17: 206- 213. • 8. Perris C. 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Dr. Héctor Alejandro Serra, Dr. Alexis Mejías Delamano, Dr. Santiago Muñoz Dr. Héctor Alejandro Serra 1 , Dr. Alexis Mejías Delamano 2 , Dr. Santiago Muñoz 3 1. Médico (UBA). Médico Especialista en Farmacología (UBA). Director de la Carrera de Médico Especialista en Farmacología (UBA). Profesor Adjunto, 1º Cátedra de Farmacología, Facultad de Medicina (UBA). Director de las Diplomaturas en Psicofarmacología, Facultad de Ciencias de la Salud (UCES). 2. Médico (UBA). Médico Especialista en Psiquiatría. Médico Especialista en Medicina Farmacéutica (UBA). Médico Especialista en Farmacología (UBA). Docente Auxiliar de Primera, 1º Cátedra de Farmacología, Facultad de Medicina (UBA). Docente de la Carrera de Médico Especialista en Farmacología (UBA). Docente de la materia Neuropsicofarmacología, Carrera de Médico Especialista en Psiquiatría y de Neurología (UBA). Coordinador de las Diplomaturas Universitarias en Psicofarmacología, Facultad de Ciencias de la Salud (UCES). Socio fundador y Presidente de SANEPSI (Sociedad Argentina de Neuropsicofarmacología). 3. Médico (UBA). Médico Especialista en Psiquiatría. Magister en Psicofarmacología. Neuroscience Education Institute (NEI). Médico Especialista en Farmacología (UBA). Docente Auxiliar de Primera, 1º Cátedra de Farmacología, Facultad de Medicina (UBA). Docente de la Carrera de Médico Especialista en Farmacología (UBA). Docente de la materia Neuropsicofarmacología, Carrera de Médico Especialista en Psiquiatría y de Neurología (UBA). Coordinador de las Diplomaturas Universitarias en Psicofarmacología, Facultad de Ciencias de la Salud (UCES). Socio fundador y Tesorero de SANEPSI (Sociedad Argentina de Neuropsicofarmacología). Fecha de recepción: 10 enero de 2022 Fecha de aceptación: 24 febrero de 2022 Aumento de peso por antipsicóticos, sus efectos en los tejidos Resumen La cada vez más alta prevalencia del síndrome metabólico (SM) en la población humana aumenta y acelera la evolución de las enfermedades crónicas de la esfera cardiovascular-metabólica, entre ellas, la pandemia diabética y la hipertensión arterial con sus consiguientes secuelas. Por otro lado, la dispensa de medicamentos aumenta continuamente, año tras año; en parte por la aparición de nuevos tratamientos que han cambiado y mejorado la expectativa de vida, y en parte por el marketing aplicado, ya que el ser humano es proclive al consumo de los mismos. No es de extrañar entonces que a las posibles causas generales del SM, se agregue la generada por uso de varios fármacos que como efecto adverso lo desencadena. Son ejemplos, los psicofármacos y anticonvulsivantes, los antihistamínicos clásicos, los antirretrovirales inhibidores de la proteasa, ciertos antibióticos como las quinolonas, los corticoides y varios más. Paradójicamente, muchas de estas moléculas son de amplia prescripción y consumo como consecuencia de las complejas situaciones socio-culturales que se presentan en el devenir diario de las sociedades. Hace más de 10 años hemos advertido el problema en nuestro medio con relación al uso de psicofármacos en general y a los antipsicóticos (AP) en particular como desencadenantes de SM publicando una revisión sobre el tema; asimismo, en la misma revisión se establecieron algunas recomendaciones para la prevención/reducción del mismo en la población vulnerable, en concordancia con el Consenso Americano Intersocietario sobre antipsicóticos, diabetes y obesidad de ese tiempo. Por todo lo mencionado, son objetivos de esta presentación revisar, siguiendo la biología de sistemas, los distintos procesos por los cuales los psicofármacos, especialmente los AP, pueden desencadenar SM; a la vez que mostrar, en lo posible, aquellos mecanismos moleculares conocidos y cuál podría ser la contribución de la patología de base en su desarrollo. Palabras clave Síndrome metabólico – Lípidos – Antipsicóticos – Biología molecular. Serra Héctor Alejandro Serra, Muñoz Santiago. “Aumento de peso por antipsicóticos, sus efectos en los tejidos”. Psicofarmacología 2021;128:14-17. Puede consultar otros artículos publicados por los autores en la revista Psicofarmacología en sciens.com.ar Introducción Actualmente el síndrome metabólico es una patología muy frecuente en la población general. Esta problemática de salud no es ajena a los pacientes psiquiátricos, especialmente aquellos que presentan diagnóstico de esquizofrenia y trastorno bipolar. El síndrome metabólico es un conjunto de signos físicos y bioquímicos como obesidad, dislipemia y disglucemia de etiología imprecisa que, a partir de la cuarta década de vida, predispone al desarrollo de enfermedad vascular, endocrinopatías, trastornos osteoarticulares y neoplasias con importante morbimortalidad. Hoy día, el síndrome metabólico ha sufrido una conversión epidémica mundial que, vista en perspectiva, se debería al estilo de vida adoptado por el ser humano en los últimos tiempos, aun zanjando sus idiosincrasias étnico-socio-culturales. Por otro lado, la aparición de nuevos tratamientos farmacológicos ha mejorado la expectativa y calidad de vida de los enfermos. Sin embargo, como estas moléculas no son inocuas y en general deben recibirse en forma prolongada, esto ha condicionado la aparición de nuevas situaciones que otrora 14 // EDITORIAL SCIENS

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