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Psicofarmacología 9

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Revista Latinoamericana de Psicofarmacología y Neurociencia.

cabo los cambios sobre

cabo los cambios sobre la compleja cascada de señales intracelulares postsináticas, que son las que finalmente darán por resultado el efecto terapéutico antidepresivo buscado (4,7,8,23,25,38). Este grupo de fármacos se absorbe en forma rápida y completa en el tubo gastrointestinal. Los niños metabolizan los antidepresivos tricíclicos a un ritmo más rápido que el que utilizan los adultos, existiendo un 5% a un 10% de "hidroxiladores lentos ", por variación genética (1). Los efectos adversos más comunes, predecibles a corto plazo son los síntomas anticolinérgicos: boca seca, visión borrosa, retención urinaria y constipación, los que habitualmente son leves. Por otro lado, con la suspensión brusca de su administración puede manifestarse un síndrome tipo influenza, por lo cual se recomiendan una suspensión gradual de su administración (29). Sin embargo, la preocupación sobre los efectos adversos cardiovasculares y los reportes de casos de muerte súbita han dado por resultados una disminución en la indicación de este grupo de fármacos en la población pediátrica (9). INHIBIDORES SELECTIVOS DE LA RECAPTACIÓN DE SEROTONINA (ISRS) En la práctica clínica se utilizan los ISRS en los niños y adolescentes sobre la base de: 1. La extrapolación de los datos obtenidos de los estudios realizados en adultos, y 2. Los estudios que sugieren el beneficio y la tolerancia de estos fármacos en la población pediátrica, si bien cabe aclarar que en el año 1998 la Foof and Drug Administration sólo aprobó el uso de la fluvoxamina y la sertralina en esta oblación (3) (Tabla 4). En 1997 se publicó un trabajo realizado en niños y adolescentes de 7 a 17 años de edad, con diagnóstico de trastorno depresivo mayor, que fueron tratados con fluxetina. Los datos proporcionados por este estudio avalaban su eficacia y su superioridad con relación al grupo de pacientes tratados con placebo (12). Por otro lado, estudios realizados con paroxetina, aportaron datos que demuestran su eficacia terapéutica en adolescentes entre 12 y 19 años de edad, con diagnóstico de trastorno depresivo mayor.

Actualmente se realizan estudios que intentan demostrar la eficacia terapéutica de los ISRS en el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), el Síndrome de Gilles de la Tourette, la Anorexia Nerviosa, la Bulimia Nerviosa, el Autismo, las conductas de autoagresión y la Tricolitomanía. La respuesta observada en muchos de los estudios realizados, ha sido favorable. Los ISRS son relativamente selectivos en sitios serotonérgicos ya que también tienen actividad sobre otros sistemas de neurotransmisión. Con relación a los aspectos farmacocinéticos de los mismos podemos plantear que: 1. las vidas medias de eliminación se expresan en el siguiente orden: fluoxetina (48 a 72 horas), citalopram (36 horas), sertralina y paroxetina (24 horas) y fluvoxamina (16 horas). 2. son metabolizados por las enzimas del sistema microsomal hepático citocromo P-450 (CYP 450). 3. se unen intensamente a proteínas y compiten con compuestos endógenos y medicamentos por su unión a ellas. 4. se acumulan en tejidos abundantes en grasas, como las células del sistema nervioso central, debido a su propiedad de ser altamente liposolubles. Es probable que la fluoxetina y la paroxetina se acumulen en mayor grado que los otros ISRS. Con respecto a los efectos indeseables que se han podido describir en la población pediátrica son: los gastrointestinales y los neuropsiquiátricos. En la totalidad del tubo gastrointestinal se encuentran receptores serotonérgicos (5-HT). De esta manera, ciertos efectos adversos gastrointestinales como la dispepsia, las náuseas y la diarrea, se explican como resultado de la interacción directa y local de los ISRS con este tipo de receptores. Sin embargo, la disminución del apetito se piensa que podría deberse a un efecto central. Las reacciones neuropsiquiátricas más frecuentes halladas fueron la sedación y la activación (6). La sedación se definió como somnolencia y astenia; ambas parecerían ser dosis dependientes. La activación, manifiesta como nerviosismo, ansiedad, insomnio y agitación apareció al principio del tratamiento y declinó con el tiempo independientemente de la dosis. La inducción de manía o hipomanía se daría en personas vulnerables y sería más frecuente con sertralina y fluxetina. En adultos se han descripto, con la administración de fluxetina, síntomas del lóbulo frontal como apatía, indiferencia, desinhibición y falta de motivación, los cuales remitieron al disminuir la dosis (15,17). Similar situación se dio con la utilización de fluvoxatina son dispares y contradictorios (5,21,39). El síndrome serotonérgico es un complejo fenómeno de mediación central que se origina por un estado hiperserotonérgico, que se manifiesta como una disfunción autonómica y neurológica (taquicardia, hipotensión, hipertermia, confusión, rigidez, mioclonía, coma e incluso la muerte) (24). Existe asimismo un síndrome de suspensión del medicamento que se caracteriza por la presencia de mareo, náuseas, alteración sensorial y cefaleas, probablemente debido al desarrollo de un cuadro hiposerotonérgico (42). Estudios preliminares El seguimiento de niños y adolescentes con depresión sugiere que este trastorno puede tornarse en problemas a largo plazo que causan debilitamiento y deterioro en el funcionamiento psicosocial y educacional. También, algunos autores han planeado la existencia de un componente endógeno en la depresión desarrolla en la niñez y en la adolescencia temprana, el cual se puede constituir como un síndrome puro o consecutivo a la vivencia en forma reiterada de experiencias de estrés. Si es posible demostrar que estos fenómenos conducen a un tipo no reactivo de

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